martes, 27 de diciembre de 2016

EL AMOR CORRE

Con Jesús por la mañana.
El amor ha de ponerse en obras más que en las palabras, y no ha de hacerse esperar. Tu día frecuentemente transita entre apuros, rutinas, trabajos y obligaciones y parece que quedan pendientes aquellas actividades más distendidas que con amor podrías compartir con los que amas. Pues no pospongas esos encuentros, esa llamada, esa visita, ese tiempo que brindas a los demás; comparte tu tiempo con esas personas que amas. No dejes para mañana el amor que puedes dar hoy. Ofrece todo lo que vivas en este día, por las intenciones del Papa. Ve al encuentro de las personas que más lo necesiten y dales de tu amor.
Con Jesús por la tarde.
«Salió Pedro con el otro discípulo y se dirigieron al sepulcro. Corrían los dos juntos; pero el otro discípulo corría más que Pedro y llegó primero al sepulcro. Inclinándose vio las sábanas en el suelo, pero no entró» (Jn 20, 3-5). Navidad es un tiempo para celebrar el amor. Ve al encuentro de los que amas. Repite al ritmo de la respiración «Señor, dame la gracia de amarte y amar a los demás…» mientras continúas poniendo en práctica el propósito del día.
Con Jesús por la noche.
Pon un nombre a tu día. Busca aquietarte. Repasa el día vivido. ¿Hubo algún acontecimiento que te afectó en especial durante el día? ¿Cómo te sientes ahora? ¿Qué ha sido lo más significativo de tu día? Mirando lo vivido, ¿Qué nombre pondrías a tu día? ¿Por qué?  

fuente El Evangelio en casa

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