miércoles, 24 de septiembre de 2014

El poder transformador de la verdad

La verdad pronunciada tiene el poder de transformar vidas   

La verdad dicha tiene el poder de transformar vidas

La verdad se dice no para agradar a las personas, la verdad tiene la misión de incomodar y ayudarnos a rever nuestra vida. No convivamos con los errores.
¡No debes tener como tuya a la mujer de tu hermano” (Marcos 6, 17).

Hoy celebramos el martirio de San Juan Bautista, quien por su importancia en la historia de la salvacion y en los designios de Dios, es el único santo junto con nuestra Señor, cuya fecha de nacimiento (24 de Junio) también es celebrada.

El martirio de Juan el Bautista encierra muchas enseñanzas, es una invitación para que veamos nuestra coherencia de fe, coherencia de nuestros principios. Hoy vivimos en medio de una sociedad relativista en la cual todo se ve de forma relativa, conforme los intereses de ese o de aquel. Y muchas veces se mira la fe de forma subjetiva, desviándose del centro de la verdad para poder tolerar a determinada persona. De esta forma perdemos la mirada de lo esencial, de nuestra fe.

Existen verdades que necesitan ser dichas, colocadas, anunciadas, aunque hieran corazones, aunque a las personas nos les guste lo que será dicho. Pero la verdad no es para agradar a las personas sino que tiene como misión incomodar, tiene la misión de ayudarnos a rever nuestra vida.

Es claro que anunciar la verdad no significa colocar el dedo en la cara de los otros, vivir acusando a las personas de eso o de aquello, sino que es importante que cada uno tenga conciencia de sus decisiones en la vida.

Herodes decidió vivir con la mujer de su hermano, un adulterio doblemente grave, no solo por el hecho de estar viviendo con una mujer que no era la suya sino también por ser su cuñada, por eso cometió una gran injusticia. Muchas veces existen hechos parecidos entre nosotros, en nuestras convivencias, y muchas personas para no perder nuestra amistad fingen no ver, ven que están sucediendo cosas equivocadas y simplemente las dejan pasar desapercibidas.

Déjame decirte una cosa, no es pecado simplemente practicar cosas equivocadas, sino que omitirse también lo es. Si es necesario, corrige con caridad, diga a su hermano o hermana, que tal procedimiento, que tal hecho no está bien. Yo sé que tal vez corras el riesgo de perder amistad y buena fama, pero no hay problema. Juan el Bautista perdió sua cabeza pero no la dignidad.

No nos acostumbremos a los errores, a las malas costumbres. No saldremos señalando el error de nadie sino proclamando las verdades que necesitan ser dichas con caridad, sin desapegarse de la verdad.
¡Dios te bendiga!
Padre Roger Araujo
Comunidad Canción Nueva
FUENTE Canción Nueva en español

=> Como corregir a una persona sin ofenderla ni desanimarla

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