martes, 9 de septiembre de 2014

La Biblia fue escrita para ti

La Palabra nos revela los designios de Dios   

pejonasestudio

Apenas el diez por ciento de los católicos leen la Biblia. En el Evangelio del Sembrador, San Mateo, del 1 al 23, el propio Jesús dice que la semilla sembrada es la Palabra de Dios. Hoy tenemos máquinas que realizan esa labor, pero, en aquel tiempo, todo se hacía manualmente, se lanzaban las semillas con las manos. En ese pasaje, al ver esa labor, Jesús explica como es cada terreno.

De la misma forma, si no leemos la Biblia, la semilla no es sembrada en nuestro corazón. En esa parábola hay varios tipos de terrenos, incluso aquel terreno duro, pedregoso, pero está escrito que también ahí fue sembrada la semilla. Es como un individuo que pide a Dios que le ayude a ganar la lotería pero no apuesta. Si no la leemos, o mejor, más que leer: si no hacemos de ella nuestro alimento, que necesitamos comer para que después nuestro organismo lo asimile, así como lo hace el estómago con los alimento, nos volvemos desnutridos.

Sabes muy bien que los buenos perfumes están en frascos pequeños. Digo lo mismo sobre el libro que escribí: “La Biblia en mi día a día”. Tenemos la costumbre de querer leer la Biblia desde el inicio, que es el Génesis, y cuando vamos llegando al tercero, que es el libro del Levítico, después al cuarto, que es el de Números, ya se comienza a complicar porque éste último nos presenta estadísticas. Por esa razón muchas personas no pasan del tercer libro bíblico. En este libro doy como una receta, comenzando por el libro de San Juan, donde está embutida nuestra esencia, nuestra fe.

CÓMO LEER LA BIBLIA
Es importante tener lápiz y resaltador en mano para no tener miedo de subrayar la Biblia, porque la Palabra es un instrumento de trabajo. Claro que no vamos a ensuciarla por ensuciar. Incluso si fuera necesario, hay que cambiar de Biblia si está muy usada ¡Qué belleza eso! Es necesario gastar tu Biblia leyéndola activamente. Es bueno subrayar fragmentos y palabras para grabar aún más en el corazón.

No es solo una forma de decir, sino es la verdad: ¡la Biblia fue escrita para ti! Es un gesto de amor de Dios para cada uno de nosotros. Dios es capaz de amar infinitamente a cada uno. El nos ama de manera especial.

GUIA DE LECTURA BÍBLICA
Después de leer “La Biblia en mi día a día”, tienes una guía muy concreta a seguir: “¿Qué me está diciendo Dios hoy?” Cuando di este curso en 1987, les decía a los jóvenes que era importante escribir en el cuaderno la respuesta; si estás acostumbrado a tipear, tipea. Pero es importante escribir, porque al digerir eso, lo asimilas.

Hacer el Diario Espiritual exige esfuerzo. Incluso leer con un lápiz o un resaltador en mano te ayudará a no dormirte, porque así el estudio es más activo. En primer lugar, vas a colocar las promesas de Dios para tu vida. Si no conoces esas promesas ¿cómo vas a acogerlas? Las promesas de Dios están ahí, y necesitamos buscarlas en la hora indicada. Una Biblia, gruesa como la nuestra, está llena de las promesas de Dios y si no las conoces es porque no lees.

Necesitas conocer la Palabra de Dios. “Masticarla” y “rumiar” (meditar lo que fue leído y aprendido) su contenido para tener en claro las promesas. Si escribes palabra por palabra de lo que aprendiste al meditarla, quedará grabado en tu corazón. Y en la hora en que las “cosas aprieten”, lo que vendrá a tu corazón no será la angustia, sino la Palabra de Dios.
Dios quiere que comiences a hacer eso día por día. ¡Aunque sea poco, hazlo! Las personas que tienen anorexia, dejan de comer y se van desnutriendo hasta enfermarse gravemente o hasta morir. Así sucede con la Palabra de Dios. No puedes dejar de leerla, porque es ese alimento necesario para todos los días. La Palabra de Dios está ahí para salvarte continuamente.

=> ¿Cómo hacer un diario espiritual? Método de Monseñor Jonas

También tenemos las órdenes de Dios y las leyes que las rigen en las Sagradas Escrituras. Cuántas personas lastimándose y lastimando a otros porque no siguen el “manual” (de la Palabra de Dios). Dios tiene órdenes y mandamientos que no son pesados. Si tu vida está desordenada es porque no conoces las órdenes de Dios.

La Palabra de Dios tiene que estar encarnada en nuestra vida. Tu vida necesita ser evangelizada, y a partir de ahí tu mente, corazón, voluntad y tus actos lo serán también. De ese modo comenzarás a vivir la transparencia y la justicia.

También tenemos los principios eternos en la Biblia. Por ejemplo: “Todo el que se exalte será humillado, y todo el que se humille será exaltado” (Lc 14,11), este es un principio eterno, es algo natural.

Después de encontrar las promesas, las órdenes y los principios eternos, vas a escribir en tu diario espiritual, a partir de la lectura de la Palabra, la siguiente pregunta “¿Cómo voy a colocar esto en práctica?” Y entonces la Biblia habrá sido “digerida” y “asimilada” por ti. Yo soy resultado del método de la Biblia en mí día a día. Gracias a Dios, conozco las promesas del Señor y me arriesgo en ellas en fe. De la misma forma, intento seguir las órdenes con ahínco. Los principios bíblicos no cambian.

Le pido al Señor que te de un bautismo de la Palabra de Dios. Que te de gusto por la lectura de la Palabra. Jesús te dice: “Guarda mi Palabra, íntegra e irreprensiblemente hasta mi segunda venida”

Monseñor Jonas Abib – Fundador de la Comunidad Canción Nueva
Prédica “La Biblia fue escrita para ti”
FUENTE PORTAL CANCIÓN NUEVA EN ESPAÑOL

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