jueves, 4 de septiembre de 2014

¿VENGANZA?

¿La venganza puede solucionar conflictos?   

“Si él me hizo eso, yo también lo haré con él”

No siempre es fácil perdonar, principalmente cuando la causa de la ofensa abrió heridas profundas en el corazón. Muchos caminan por la vida con heridas abiertas desde hace años. Buscan el remedio para cicatrizar pero cuando creen que ya cicatrizó, la herida se abre de nuevo causando más dolor.

Jesús nos dice que debemos perdonar a nuestros hermano setenta veces siete, o sea, el perdón no tiene límites para ser concedido. Mientras tanto, nuestra realidad humana frágil y pecadora insiste en dejar que la ofensa sea más grande que el perdón. Todo eso se debe a la profundidad de la herida en nuestra alma. Lo mejor sería poder perdonar siempre y de corazón.

El perdón es un proceso que necesita de nuestra colaboración para ser concedido plenamente.Las razones de las heridas pueden ser varias y pueden ocurrir en diferentes situaciones, desde una palabra mal interpretada hasta una profunda carencia inconsciente. Existen varios motivos por los que las heridas abiertas demoran en cicatrizar.

queganoconvenganza

Mientras más rumiamos en nuestro corazón la ofensa sufrida, más grande será la dificultad de perdonar. La herida alimentada por nuestro corazón no beneficia a nuestro proceso de sanación interior. Al contrario, una herida alimentada constantemente por el sentimiento de rebeldía aumenta los dolores emocionales y dificulta el proceso de cicatrización de una herida abierta.

El deseo de venganza es bastante común en quien sufrió una traición. El primer sentimiento que surge en el corazón de quien pasa por este proceso es: Si él me hizo eso, yo también lo haré con él”. Ese sentimiento siempre es perjudicial porque nunca resolveremos un problema usando las mismas “armas”que hirieron nuestra alma. Guerra de sentimientos destruyen el amor. La solución para los conflictos no está en la venganza, sino en el diálogo sincero, maduro y humano.

De nada sirve que hablemos a todo el mundo y difundamos a los cuatro vientos la rabia que sentimos, si nunca tuvimos el coraje de buscar a quien nos ofendió. Son muchas las situaciones en que el ser humano necesita una platea que aplauda sus críticas para reforzar su autoestima y que el agresor no merece ser perdonado.

En el tumulto de las emociones, toda búsqueda de reconciliación y de paz será infructífera. Es necesario que cultivemos la paciencia y esperemos.Emociones a flor de piel nunca nos ayudarán a encontrar la paz.  El tiempo es un precioso aliado para quien desea hacer del perdón un punto de partida para recomenzar. Espera hasta que las ondas de la furia puedan ceder lugar a la serenidad de las aguas de un lago.

Nunca dejes de orar por la situación que estás enfrentando. La oración es el alimento de nuestra alma y la paz que acalma nuestros sentimientos. Busca en la oración el primer paso para la sanación de tus heridas. Coloca todo lo que sientes en las manos de Dios y deja que El transforme lo negativo de tus emociones en flores de perdón.

Padre Flavio Sobreiro
fuente: CANCION NUEVA PORTAL EN ESPAÑOL

No hay comentarios:

Publicar un comentario