sábado, 13 de enero de 2018

RESONAR DE LA PALABRA Evangelio según San Marcos 2,13-17.

Evangelio según San Marcos 2,13-17. 
Jesús salió nuevamente a la orilla del mar; toda la gente acudía allí, y él les enseñaba. Al pasar vio a Leví, hijo de Alfeo, sentado a la mesa de recaudación de impuestos, y le dijo: "Sígueme". El se levantó y lo siguió. Mientras Jesús estaba comiendo en su casa, muchos publicanos y pecadores se sentaron a comer con él y sus discípulos; porque eran muchos los que lo seguían. Los escribas del grupo de los fariseos, al ver que comía con pecadores y publicanos, decían a los discípulos: "¿Por qué come con publicanos y pecadores?". Jesús, que había oído, les dijo: "No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos. Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores". 

RESONAR DE LA PALABRA

Luis Manuel Suárez CM
Queridos amigos:
La llamada de Jesús es personal, concreta y gratuita.
Jesús llama personalmente. No lo dice en general, ni a ver si alguien se da por aludido. De entre todo el gentío, al pasar Jesús ve a Leví y le llama. Es una llamada personal e intransferible. En este momento es a él a quien llama. Por eso la respuesta sólo puede ser personal, aunque sea junto a otros.
Jesús llama concretamente. No llama para nada, ni para algo abstracto. “Sígueme”. Ahí está el contenido de la llamada: seguir sus huellas, caminar sus caminos… hacer lo que Él hace, decir como Él dice, sanar como Él sana, anunciar como Él anuncia… amar como Él ama… y todo esto en movimiento, porque no será lo mismo hacerlo en Cafarnaún que en Jerusalén… en el siglo I que en el XXI…
Jesús llama gratuitamente. Porque Leví no era precisamente un modelo de conducta para sus paisanos. Y puestos a pensar en alguien influyente, podía haber habido otros muchos.
Pero Jesús llama de forma gratuita, porque quiere. Y se ha fijado en él. Porque no ve las apariencias, sino el corazón. Y sabe que en ese hombre aparentemente indigno, hay escondido un hijo de Dios y un apóstol que puede salir a la luz a lo largo del camino. “No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores”. Para evitar cualquier tentación de “dignidad” mal entendida.
Señor Jesús, Tú me llamas
por el nombre,
de manera concreta,
por pura gracia.
Que yo te pueda responder
desde lo que tú vas generando en mi.
Gracias por tu confianza.
Tu confianza me construye.

Vuestro hermano en la fe:
Luis Manuel Suárez CMF (@luismanuel_cmf)

fuente del comentario CIUDAD REDONDA

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