jueves, 23 de julio de 2015

Intercesión - Parte I

PETICIÓN E INTERCESIÓN

En la oración de petición una persona o un grupo de personas oran por alguna o algunas necesidades especiales de otra persona o grupo de personas o por una situación. El término petición tiene un ámbito limitado. Es como una petición presentada a una autoridad. Puede que pasemos al lado de una mujer embarazada mientras vamos caminando por la calle y hacemos una oración silenciosa a Dios para que bendiga a su hijo por nacer y para que tenga un parto seguro. Cuando pasamos por un hospital, pedimos por los pacientes que están allí sufriendo de males terribles. Cuando vemos un mendigo tirado en la calle, además de ofrecerle limosna, pedimos al Señor que lo bendiga. Es también una petición cuando hacemos oración por alguna necesidad durante la reunión de oración. Por otro lado, la intercesión es mucho más que una oración breve y hecha una sola vez.

La intercesión va más allá de las necesidades personales. Su ámbito abarca la iglesia, la ciudad, la nación y el mundo que necesita oración. En la oración de los fieles durante la eucaristía dominical tenemos unas cuantas oraciones de petición. Sin embargo, el Viernes Santo la Iglesia intercede también por la unidad de los cristianos, por el pueblo judío, por aquellos que no creen en Dios, por aquellos que no creen en Cristo, etc. Hay una exhortación primero, luego toda la asamblea ora en silencio y el celebrante hace una plegaria en nombre de la asamblea. Tiene un ámbito mucho más amplio. En la petición Dios hace algo por nosotros; en la intercesión Dios hace algo por medio de nosotros. ¡Dios nos hace uno con Cristo, el gran Intercesor, en su oración por el mundo entero!

Comúnmente se hace una distinción entre oración de alabanza, petición y acción de gracias. La alabanza y la acción de gracias con frecuencia están entrelazadas en el mismo movimiento del alma. Puesto que Dios se revela como digno de alabanza en todos sus actos benevolentes hacia el hombre, la alabanza con toda naturalidad se convierte en agradecimiento y bendición, y se expresa con alegría, sobre todo en la oración común. La petición o intercesión, por otro lado, se relaciona más con el plan salvífico de Dios; se reza pidiendo que la salvación de Dios sea concedida a toda la tierra.

Cyril John

Vice-presidente ICCRS

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