domingo, 30 de agosto de 2015

Buen día, Espíritu Santo!

En la mañana de Tu Resurrección,
Bendícenos Dios de la Vida!
Tú eres el eternamente Santo,
el eternamente presente.
El que permanece siempre,
Eres el Manantial de Agua Fresca,
Eres el Pan de Vida que sustenta.
Necesitamos de Tí, Señor,
queremos vivir en el perdón,
queremos aprender a perdonar,
tomar la decisión, esa decisión que transforme nuestro ser.
Muéstranos el camino de retorno!
De rodillas, clamando al cielo...
¡Danos Tu Espíritu Santo!
Danos ese Fuego que purifica,
ese Viento que levanta del suelo,
que lleva a Tus alturas,
y Santifica.
Con su Dulce presencia, ¡Santifica!


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