“Estamos convencidos que Jesús
conocía nuestras necesidades.
Ahora comprendemos que lo único
que hizo fue mirarnos con misericordia y
vino por nosotros, y sin preguntar o dar demasiadas opciones nos arrastro hacia el…
Pero no nos puso en cualquier
lugar, nos puso en la Comunidad Piedras Vivas donde experimentamos lo que
jamás imaginamos: amor del verdadero, contención, enriquecimiento
espiritual… allí aprendimos a conocer a
Dios, a amarlo, a confiarle, hablarle y seguirlo. A saber que
lo es todo, que está en todo, que solos no podemos.
Aprendimos a aceptar su
voluntad, sabiendo que el siempre quiere el bien , que de todo se sirve para
llevar adelante su obra.
Reconocemos y avisamos su
poder. Le agradecemos cada instante por haberse presentado y deseamos
que jamás permita nos apartemos de su
camino.
Él tenia un plan para nosotros… era venir por nosotros, el conjunto familiar completo. Es tan sorprendente como maravillosa su
presencia en nuestras vidas.
En nuestro hogar, como consecuencia
de este paso acalorado del Señor , se alaba, se bendice, se agradece, se ruega,
se ora y reza conjuntamente .
Sabemos que Él viene por todos,
que tiene para todos un plan acorde con las necesidades individuales,
que debemos abrirle nuestro ser para que nos penetre, abandonarnos a su
voluntad otorgándole todo tipo de
dominio sobre nosotros, dejarnos llevar y seguirlo sin miedo porque es en Él donde hallaremos la paz y
venceremos todas las aflicciones.
No decimos que ahora somos santos ni estamos lejos del pecado, decimos
que Dios nos mostró este camino y nos
sometemos a Él frente a las dificultades o tentaciones del mal.”
María Soledad Scarafía y Martín Valli
Comunidad Piedras Vivas.
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