lunes, 24 de agosto de 2015

EMOCIONES Y ESPIRITUALIDAD

"Nuestra vida emocional y nuestra vida espiritual poseen dinámicas distintas. Los altibajos de nuestra vida emocional dependen en gran medida de nuestro entorno pasado o presente. Estamos contentos,
tristes, molestos, aburridos o entusiasmados, deprimidos, amorosos, preocupados, llenos de odio o de venganza por cosas que sucedieron hace mucho tiempo o están sucediendo ahora.

Los altibajos de nuestra vida espiritual dependen de nuestra obediencia, es decir, de nuestro atento escuchar, a los impulsos del Espíritu de Dios en nuestro interior. Sin prestar oídos al Espíritu, nuestra vida espiritual puede eventualmente verse sometida a los torbellinos de nuestras emociones."

"Aunque nuestra vida emocional y la espiritual sean distintas, se influyen mutuamente de manera profunda. Nuestros sentimientos son con frecuencia ventanas que nos permiten observar nuestros viajes espirituales. Si no podemos evitar los celos, podemos preguntarnos si no habremos perdido contacto con el Espíritu que exclama en nosotros 'Abba'. Si nos sentimos en paz y centrados, podemos darnos cuenta de que ello es signo de nuestra profunda conciencia de ser amados.

Igualmente, vividas como una fiel respuesta a la presencia del Espíritu dentro de nosotros, nuestras oraciones pueden abrirnos una ventana a nuestras emociones, sentimientos y pasiones, y darnos alguna indicación de cómo ponerlos al servicio de nuestro largo viaje hacia el corazón de Dios."

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