lunes, 29 de noviembre de 2010

Tiempo de Escucha


"Yo conozco tus obras,
a pesar de tu debilidad has cumplido
mi Palabra sin renegar de mi Nombre.
Conserva firmemente lo que ya tienes,
así nadie podrá arrebatarte la Corona"
Ap 3,8

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Tiempo de Escucha



"Cuando pienso que voy a resbalar,
tu misericordia Señor me sostiene.
Cuando estoy cargado de preocupaciones
tus consuelos me llenan de alegría"
Salmo 94.18

domingo, 7 de noviembre de 2010

María Mediadora de todas la Gracias



María es mi Madre!
Bajo su manto me amparo, con sus frutos me alimento, con el Pan Eucarístico que me proporciona.
Ella es mi Madre!
Me arrojo en sus brazos y Ella me estrecha contra su corazón.
La escucho y su palabra me instruye.
La miro y su belleza me alumbra.
Ella es mi Madre!
Si estoy débil me sostiene, la invoco y su bondad me atiende.
Ella es mi Madre!
Si enfermo me sana, si muerto por el pecado me da la vida de la gracia.
Ella es mi Madre!
En la lucha me socorre, en la tentación me auxilia, en la angustia me consuela, en el trabajo me sostiene, en la agonía me acompaña.
Ella es mi Madre!
Cuando voy a Jesús, me conduce, cuando llego a sus pies, me presenta.
Cuando le pido favores, me protege.
Ella es mi Madre!
Si soy constante en mi súplica, me escucha. Si la visito me atiende.
En la vida me guía al cielo y en la muerte recibiré de sus manos la eterna corona.
Ella es mi Madre!
Que buena es María, que dulce y hermosa es!
Ella es mi Madre!
Nuestra Señora del Santísimo Sacramento.
Ruega por nosotros !

Tiempo de Escucha



"Después que el Señor les haya dado el pan del sufrimiento y el agua de la aflicción,
él, que es su educador, ya no se ocultará más y ustedes verán al que les educa.
Cuando tengan que tomar el camino ya sea a la derecha o a la izquierda,
tus oídos oirán sus palabras resonar detrás de ti: «Este es el camino que deben seguir».
Encontrarás que son impuros la cubierta de plata de tus ídolos y el revestimiento de oro de tus estatuas.
Los tirarás como unas inmundicias y les dirás: «Váyanse de aquí.»
El Señor te dará la lluvia para las semillas que hayas sembrado en el campo,
y el pan que te producirá la tierra será sustancioso y nutritivo.
Tu ganado pastará entonces en grandes potreros.
Los bueyes y los burros que trabajan en el campo,
comerán buen pasto aventado a pala y horqueta."
Isaias 30,20-24

viernes, 5 de noviembre de 2010

Virgen de la Escucha y de la Plegaria


Miércoles 10 de Noviembre - 21 horas
Comunidad de Oración - Parroquia San Miguel Arcángel - Recreo

SANTA MARIA DE LA PALABRA,
Virgen de la Escucha y de la Plegaria
Fuente: revista ecclesia
Si a lo largo de la historia, tantos y tantos cristianos han sobresalido en su vivencia de la Palabra de Dios, sin duda alguna, que entre todos ellos sobresale María de Nazaret, la Santísima Virgen María, la Madre de la Palabra hecha carne. Parafraseando a su Hijo Jesús, bien podemos decir "dichosos quienes, como María, escuchan la Palabra de Dios y la cumple". Ella es la Madre de la Palabra, la Virgen de la escucha, el Modelo de la fidelidad a las Sagradas Escrituras y la prueba de su fecundidad y de su amor.

Inmaculada desde su concepción, María vivió inserta y absorta en la Palabra Dios, en su escucha y en su acogida. Conservaba y meditaba en su corazón todo lo que había visto y oído, permaneciendo siempre fiel porque creyó en la Palabra: "Dichosa, tú, María, que es ha creído porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá".

Solo Desde la escucha orante y atenta de la Palabra de Dios fueron posibles su "sí" en la Encarnación y posterior visita de caridad a su prima Santa Isabel. Solo porque se fió de esta Palabra, la misma Palabra floreció en sus entrañas y germinó en el Hijo de Dios e Hijo suyo, Jesucristo nuestro Señor. Solo desde la confianza y la espera en el Dios de la Palabra, María recorrió los valles oscuros de su vida como la huida a Egipto, las palabras del anciano Simeón -que le anunciaba que un espada de dolor atravesaría su alma- y la escena de la perdida y hallazgo de su Hijo, todavía Niño, en el templo.

Y María siguió en la escuela de la Palabra durante los largos, cotidianos y anodinos años de la vida oculta de Jesús, recreando en su corazón aquellas palabras de la Anunciación, de la Visitación, de la Natividad y de la Presentación. En el silencio de aquellos interminables años, María siguió sintiendo y experimentado que Dios habla en soledad sonora y fecunda en el silencio, en la cotidianeidad y en la prueba.

María se convirtió, desde el tamiz de la Palabra, en la primera anunciadora e intercesora de su Hijo en las bodas de Caná cuando, por su mediación, se obró el milagro de la transformación del agua vino mediante aquel su "Haced lo que El diga".
María fue presentada por Jesús como modelo de aquellos que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen y que, por ello, se convierten también en su nueva familia.

Fiel a la Palabra, María acompañó a su Hijo en las horas más amargas del Vía Crucis y del Calvario, donde fue entregada al apóstol San Juan como Madre de la Iglesia, la nueva humanidad. Y a pie de la cruz y del descendimiento más doloroso permaneció María con el cuerpo muerto de su Hijo entre sus manos en plegaria viva y lacerada de esperanza. Y en una nueva escucha de la Palabra, tras la Resurrección de Cristo, María guió y acompañó a los apóstoles en Pentecostés.

Y sin duda, meditando todas estas cosas en su corazón, María fue hallada en el crepúsculo por el arcángel Gabriel, quien, en aquella hora de la tarde y del fin de labores, le reclamaba, de nuevo, el "sí" ya definitivo para su Asunción.

Por ello, por todo ello, Santa María de la Palabra, Virgen de la Escucha y de la Plegaria, ruega por nosotros.

Jesús de las Heras Muela
Fuente Portal Revista Ecclesia

lunes, 1 de noviembre de 2010

Tiempo de Escucha


"Se te ha indicado que es lo bueno
y lo que espera de ti el Señor:
practica la justicia,
ama la fidelidad
y camina humildemente con tu Dios".
Miqueas 6,8
¡Nada es imposible para El!