viernes, 30 de noviembre de 2018

Por la tarde... 30112018

A lo largo del mes de noviembre hemos orado en este momento de la tarde, con Jesús y su misión de compasión.
Tú has sido invitado a sumarte y colaborar con Él. Tómate unos momentos, reflexiona y apunta
¿Qué novedades descubriste? ¿Dónde está puesto el énfasis o el acento? ¿Qué relación tienen contigo, tu vida, tu historia? Agradece la invitación a la misión.
Jesús espera por tu respuesta.

Por la noche... 30112018

Busca un sitio tranquilo y comienza a cerrar el día.
¿Qué tienes para agradecer? Toma contacto con tu corazón y fíjate qué deseos se han movido dentro de ti.
Los deseos mueven tu voluntad.
¿Hacia dónde te dirigen tus deseos? ¿Qué sentimientos te despiertan?
Hay deseos que te llevan a crecer y a obrar el bien y otros no. Identifica en ti la diferencia.
¿Qué deseos tienes para mañana?
Apúntalos.
Ave María...

Por la mañana... 30112018

 “Ellos, dejando la barca y a su padre, lo siguieron.” Mt. 4, 20

Jesús nos llama a seguirle, a ser discípulos. Toma conciencia de lo que implica. Elegir es tomar la decisión de imitar a Jesús en sus actitudes sin soltarte de su mano, con la confianza de que Él es el camino, dejando a un lado lo que te aleja de su propósito divino.
Descubre a Dios en tu día, escucha su voz, en la palabra amiga, en la letra de una canción, en un consejo. Abandona lo que te aleja de Dios y déjate encontrar por Él. Ofrece lo de hoy por la intención del mes. Padrenuestro.

¡ ES LA HORA DE LA GRACIA !


Hay en nuestra vida, tiempos fuertes en que Dios se manifiesta concretamente. Algunos son programados, pero existen otros en que la iniciativa es únicamente de Dios. Estos momentos son muy preciosos para nosotros. Cuando el Señor toma la iniciativa es porque tiene objetivos muy concretos. ¡Es la hora de la gracia!Hay momentos en que el Señor nos "visita" personalmente. Otras veces visita un grupo, toda una comunidad, toda familia. Es necesario ser sensible a estas visitas. Es sabio ceder tiempo y espacio para que el Señor nos visite. Un momento de esos que cedemos ante la iniciativa del Señor, vale más días enteros de búsqueda y empeño personal. ¡Es una gracia incalculable!Son estos momentos que el Señor utiliza para grandes revelaciones, para la sanación profunda, para grandes desarraigos, rupturas, giros, grandes cambios, en nuestra vida personal o la del grupo.Tiempo fuerte, verdadera "visita de Dios", aunque velada por los momentos de dolor, de enfermedad, de cruz. Ellos no pueden ser dejados de lado. Ellos necesitan ser vistos en una verdadera perspectiva de fe: preciosas "visitas de Dios".
Tu hermano,
Monseñor Jonas Abib 
Fundador de la Comunidad Canción Nueva
Adaptación del original en portugués


BUSCAR EL AMOR DE DIOS


«Buscar a Cristo en el Decálogo sirve para fecundar nuestro corazón para que esté henchido de amor y se abra a la obra de Dios… Al contemplar la vida descrita en el Decálogo, o sea una existencia agradecida, libre, bendecidora, adulta, defensora y amante de la vida, fiel, generosa y sincera, nos encontramos ante Cristo, casi sin darnos cuenta de ello. El Decálogo es su “radiografía”, lo describe como un negativo fotográfico que deja que su rostro aparezca, como en la Sábana Santa. Y así, el Espíritu Santo fecunda nuestro corazón poniendo en él los deseos que son un don suyo, los deseos del Espíritu. Desear según el Espíritu, desear al ritmo del Espíritu, desear con la música del Espíritu. Mirando a Cristo vemos la belleza, el bien, la verdad. Y el Espíritu genera una vida que, secundando estos deseos, activa en nosotros la esperanza, la fe y el amor»

Francisco
Audiencia General 28-11-18
Viñeta: Leonan Faro

RESONAR DE LA PALABRA - Evangelio según San Mateo 4,18-22.

Evangelio según San Mateo 4,18-22.
Mientras caminaba a orillas del mar de Galilea, Jesús vio a dos hermanos: a Simón, llamado Pedro, y a su hermano Andrés, que echaban las redes al mar porque eran pescadores.Entonces les dijo: "Síganme, y yo los haré pescadores de hombres".Inmediatamente, ellos dejaron las redes y lo siguieron.Continuando su camino, vio a otros dos hermanos: a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca con Zebedeo, su padre, arreglando las redes; y Jesús los llamó.Inmediatamente, ellos dejaron la barca y a su padre, y lo siguieron.

RESONAR DE LA PALABRA

Queridos amigos:

Casi al final del año litúrgico celebramos la fiesta de uno de los discípulos de primera hora, Andrés, hermano de Pedro, natural de Betsaida. Según la tradición, predicó el evangelio en muchas regiones y fue crucificado en Acaya.

La primera lectura es un fragmento muy conocido de la carta a los romanos. En el contexto de una reflexión sobre el papel salvador de Cristo, Pablo introduce una primitiva fórmula kerigmática: "Si proclamas con tu boca que Jesús es el Señor y crees con tu corazón que Dios lo ha resucitado de entre los muertos te salvarás".

En la segunda parte del fragmento se reconstruye el itinerario que conduce a esta invocación. Para invocar es necesario creer. Y para creer hay que anunciar el evangelio. No hay anuncio sin envío. Por eso es tan necesaria la tarea del evangelizador. Son hermosos los pies del que anuncia la buena noticia. La fe, en definitiva, brota del anuncio del mensaje.

El evangelio narra la llamada de los primeros discípulos según la versión de Mateo. El evangelista sitúa el relato antes de que Jesús comience a predicar el Reino. De esta manera los discípulos pueden ser testigos directos de ese anuncio y pueden irse adiestrando para continuarlo después.

El escenario del relato es la ribera del lago de Galilea, también llamado lago de Tiberíades o de Genesaret. No resulta difícil imaginarse a Jesús paseando por este hermoso lugar, contemplando a los pescadores en sus faenas ordinarias. Aquí vio a dos hermanos (Simón y Andrés) y los invitó a seguirlo. La acción de Jesús comienza por la mirada y prosigue con la palabra. El resultado de la invitación es fulminante. Estos dos primeros y más adelante los hermanos Zebedeos (Santiago y Juan), dejan la barca y a su padre y siguen a Jesús.

Recordar a un apóstol es abrir el álbum en el que se encuentran los retratos de los primeros seguidores de Jesús. En ellos contemplamos lo que nos ha pasado a nosotros o lo que nos puede pasar si nos dejamos alcanzar por su mirada y por su palabra. Hay dos signos que nos ayudan a comprender la fuerza de la llamada. Fueron signos ayer y lo siguen siendo hoy: la relativización de la familia y de la profesión. Para la mayor parte de las personas, la familia y el trabajo son las dos principales fuentes de seguridad. A ellas dedican su tiempo y su atención. De ellas reciben lo fundamental para vivir.

¿Por qué la llamada de Jesús afecta tanto a estas dos realidades? No sé responder bien, pero creo que tiene que ver con el "centro" de nuestra vida. No puede haber dos centros. Ya sé que, con Jesús, se recupera la familia y se recupera el valor del trabajo; más aún, se redescubren de un modo nuevo y profundo, pero, ¿cómo se puede llegar a esta experiencia sin dejar primero la barca y la familia?

Creo que este mensaje no se capta fácilmente. Más aún, de entrada produce una especie de rechazo espontáneo. Pero creo también que algunos y algunas lo entienden muy bien, ¿verdad? Pues, ¡ánimo!

CR

fuente del comentario CIUDAD REDONDA

COMPRENDIENDO LA PALABRA 301118


“Inmediatamente, dejando sus redes, lo siguieron”

De la misma manera que el ojo sano y puro recibe el rayo luminoso que se le envía, así el ojo de la fe del hombre con la pupila de la simplicidad, reconoce la voz de Dios inmediatamente que la oye. La luz que emana de su palabra se levanta en él, y le levanta gozosamente ante ella y la recibe, tal como lo ha dicho el Señor en su Evangelio: “Mis ovejas escuchan mi voz y me siguen” (Jn 10,27)…

     Es con esta pureza y simplicidad que los apóstoles han seguido la palabra de Cristo. El mundo no se lo ha podido impedir, ni les han retenido las costumbres humanas, ni ninguno de los bienes que pasan les ha sido impedimento para ser alguna cosa en el mundo. Estas almas habían sentido a Dios y vivían de la fe, y en ellas nada del mundo predomina sobre la palabra de Dios. Ésta no tiene fuerza en las almas muertas; es precisamente porque el alma está muerta que la Palabra se convierte de poderosa, en débil, y la enseñanza de Dios, siendo válida, pasa a no tener en ellas ninguna fuerza. Porque toda la actividad del hombre se concentra allá donde vive; el que vive para el mundo pone todos sus pensamientos y sus sentidos al servicio del mundo, mientras que el que vive para Dios se gira hacia sus mandamientos poderosos en todas sus acciones.

     Todos los que han sido llamados han obedecido, en la situación en que se encontraban, a la voz que les llamaba cuando su alma no estaba pendiente del amor a las cosas terrestres. Porque los lazos del mundo son un peso para la inteligencia y los pensamientos, y los que están atados e impedidos por estos, difícilmente escuchan la voz de Dios que los llama. Pero los apóstoles y, antes que ellos, los justos y los padres, no eran así; obedecieron como vivientes y vencieron, porque nada del mundo les privaba de vivir ligeros. Nada puede atar y dificultar al alma que siente a Dios; está abierta y dispuesta, de manera que la encuentra en estado de recibirla, cada vez que viene la luz de la voz divina.

Filomeno de Mabboug (¿-c. 523)
obispo de Siria
Homilía 4, 77s

jueves, 29 de noviembre de 2018

Por la noche... 29112018

Haz silencio interior.
Recupera la calma. Agradece un día más. Recorre los momentos vividos desde el amanecer hasta ahora.
¿Cuál has sido el momento más importante? ¿Por qué?
Trae al presente las sensaciones corporales, las emociones y las ideas de ese momento. ¿Cómo cierras el día?
Apunta un propósito para mañana.
Ave María.

Por la tarde... 29112018

Es en tu corazón donde habitan la bondad, el bien y la belleza.
Para que ellas puedan mostrarse en tus actitudes tienes que ser consciente de ellas y descubrirlas en el silencio interior, para dejarlas salir en el trato con tus hermanos.
Es necesario entrar en el silencio del corazón y hacerte consciente de lo que pasa en él. Tómate un momento para meditar lo vivido hasta ahora y lo que pasa por tu corazón.
Apunta lo que descubras.
La compasión es una actitud del corazón.

La Acción del Espíritu Santo

Muchos personajes del Antiguo Testamento (AT) (Moisés, Saúl, Elías y otros) parece que han tenido experiencias poderosas del Espíritu Santo. ¿Cómo se diferencia eso de Pentecostés y de la visión del Nuevo Testamento (NT) de la acción del Espíritu Santo?
Con toda seguridad, el Espíritu Santo estaba activo en la historia humana mucho antes del Nuevo Testamento. Como has afirmado correctamente, el Espíritu obró con poder con Sus siervos en el Antiguo Testamento. 




















Esto puede ser una simplificación excesiva, pero la diferencia principal entre la actividad del Espíritu Santo en el Antiguo Testamento y en el Nuevo Testimonio, es que en el Antiguo obraba sobre, o desde fuera del individuo; mientras que en el Nuevo, el Espíritu realmente habita dentro de la persona. Existen signos y prodigios realizados por el Espíritu como en los días antiguos, pero además de eso, una parte significativa de Su obra es la transformación interior de la persona. La morada interior del Espíritu causa la conversión, la sanación interior, la autoridad, las actitudes correctas, la inspiración y por supuesto, esos dulces frutos del Espíritu (Gal 5, 22).

Aunque el Espíritu obre profundamente dentro de nosotros, no deberíamos utilizar eso como una excusa para encerrarnos en nosotros mismos y desarrollar una vida de fe privada y a nuestro sólo servicio. ¡Todo lo contrario! Las gracias que el Espíritu sitúa dentro de nosotros están pensadas para capacitarnos, forzarnos a salir y ayudar a establecer el reino de Dios.

Hay un dicho antiguo: “No puedes dar de lo que no tienes”. El Espíritu Santo obrando profundamente dentro de nosotros, nos da algo para que tengamos algo que dar a los otros. Tanto en el AT como en el NT, el Espíritu Santo está obrando para la gloria de Dios y la mejora de la humanidad. 


Por la mañana... 29112018

“Verán venir al Hijo del hombre en una nube, con gran poder y majestad”
Lc 21, 27.
“Al mundo de hoy le falta llorar; lloran los marginados, lloran los que son dejados de lado, lloran los despreciados, pero aquellos que llevamos una vida más o menos sin necesidades no sabemos llorar”
(Papa Francisco).
El poder de Dios nos sostiene en las circunstancias más dolorosas de nuestra vida. Te invito a sentir profundamente; conecta el corazón con lo que pasa a tu alrededor. ¡Empatiza!
Ofrece lo que vivas por la intención del mes. Padrenuestro.

Meditación: Lucas 21, 20-28

Levanten la cabeza, porque se acerca la hora de su liberación.
Lucas 21, 28

La lectura del Evangelio de hoy tiene una doble enseñanza. Primero, que Jesús profetizó que la ciudad de Jerusalén sería destruida completamente, lo cual ocurrió en el año 70 d.C. La ciudad santa quedaría vacía, pisoteada por los invasores paganos y reducida a ruina absoluta. Segundo, que Jesús describió los sobrecogedores hechos que se suscitarán cuando se concrete su Segunda Venida, y añadió que, al final de los tiempos, todos los seres del cielo y de la tierra “verán venir al Hijo del hombre en una nube, con gran poder y majestad” (Lucas 21, 27).

Probablemente el temor se apoderó de los oyentes al escuchar semejantes perspectivas de ruina y devastación. Nosotros también podemos sentir temor o inseguridad ante los rápidos cambios y sucesos que ocurren actualmente, no solo cuando la familia crece o fallece algún ser querido, sino también cuando hay incendios, inundaciones, terremotos, disturbios políticos, guerras y trastornos sociales. Ante tan drásticos eventos, difícilmente pensamos en la Segunda Venida de Cristo.

Si deseamos paz y quietud en nuestra vida, debemos confiar en “Jesucristo… el mismo, ayer, hoy y siempre” (Hebreos 13, 8), y no en las cosas de este mundo, que son pasajeras. La vida en esta tierra significa un tiempo de preparación, una oportunidad para conocer a Cristo, con quien esperamos pasar la eternidad. Nos sentimos tan cautivados por las cosas terrenales que nos cuesta mucho centrar la atención y llegar a conocer la magnificencia del amor de Cristo.

El Espíritu Santo desea enseñarnos todas las cosas, hablarnos en la oración y las Escrituras, y darnos muchas oportunidades para acercarnos al Señor con confianza y amor. La fiel participación en la liturgia de la Iglesia, especialmente en la santa Misa , nos unirá aún más con los bienaventurados del cielo en sus alabanzas y adoración a Dios. El servicio en nuestra parroquia nos llevará a la comunión fraterna con otros cristianos, para que todos juntos lleguemos al conocimiento de Cristo, apoyándonos en él cada vez con mayor firmeza y seguridad.

Entonces, cuando Jesús vuelva para llevarse a los suyos a la gloria eterna, no hemos de tener miedo, sino por el contrario estar gozosos de presenciar su venida y podremos levantar la cabeza, porque sabremos que ya estará cerca nuestra redención.
“¡Maranatha! ¡Ven Señor Jesús! Te esperamos con los brazos abiertos, porque sabemos que vendrás a buscar a tus fieles para llevarlos contigo al cielo.”
Apocalipsis 18, 1-2. 21-23; 19, 1-3. 9
Salmo 100(99), 1-5
fuente: Devocionario Católico La Palabra con nosotros

Vuelve a casa

Hay dos realidades a las que debes aferrarte. Primero, Dios ha prometido que recibirás el amor que has estado buscando. Y segundo, Dios es fiel a esa promesa.

Entonces, deja de dar vueltas. Mejor vuelve a casa y confía en que Dios te traerá lo que necesitas. Toda tu vida has estado corriendo, buscando el amor que deseas. Ahora es tiempo de terminar con esa búsqueda. Confía en que Dios te dará ese amor plenamente satisfactorio, y te lo dará de una manera humana. Antes de que mueras, Dios te ofrecerá la satisfacción mas profunda que puedas desear. Solo deja de correr, y empieza a confiar ya recibir.

Tu casa es donde estas verdaderamente a salvo. Es donde puedes recibir lo que deseas. Necesitas manos humanas que te sostengan allí para que no vuelvas a escaparte. Pero, cuando vuelvas a casa y te quedes en ella, encontraras el amor que traiga alivio a tu corazón.

Henri Nouwen

RESONAR DE LA PALABRA - Evangelio según San Lucas 21,20-28.

Evangelio según San Lucas 21,20-28.
Jesús dijo a sus discípulos: "Cuando vean a Jerusalén sitiada por los ejércitos, sepan que su ruina está próxima.Los que estén en Judea, que se refugien en las montañas; los que estén dentro de la ciudad, que se alejen; y los que estén en los campos, que no vuelvan a ella.Porque serán días de escarmiento, en que todo lo que está escrito deberá cumplirse.¡Ay de las que estén embarazadas o tengan niños de pecho en aquellos días! Será grande la desgracia de este país y la ira de Dios pesará sobre este pueblo.Caerán al filo de la espada, serán llevados cautivos a todas las naciones, y Jerusalén será pisoteada por los paganos, hasta que el tiempo de los paganos llegue a su cumplimiento.Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, los pueblos serán presa de la angustia ante el rugido del mar y la violencia de las olas.Los hombres desfallecerán de miedo por lo que sobrevendrá al mundo, porque los astros se conmoverán.Entonces se verá al Hijo del hombre venir sobre una nube, lleno de poder y de gloria.Cuando comience a suceder esto, tengan ánimo y levanten la cabeza, porque está por llegarles la liberación".

RESONAR DE LA PALABRA 

Queridos amigos y amigas:

Juan pide gritar a pleno pulmón junto a la muchedumbre que canta: "Aleluya, la victoria, la gloria y el poder pertenecen a nuestro Dios". Para cantar es preciso tener el corazón reconciliado y en armonía con todo lo creado. Hay dos formas de vivir, pero sólo una para quien canta la belleza de Dios. Valga la explicación con la siguiente historia.

"Había dos hombres en un pueblo y uno siempre estaba en los lugares públicos y siempre estaba calumniando a sus vecinos y levantando testimonios falsos de sus hermanos del pueblo, y nada más llegar algo a sus oídos lo agrandaba diez veces cuando salía de su boca, y nada más saber algo que dejaba mal a alguien, decía: ya lo sabía... si esto no podía salir bien... Y siempre estaba colérico y los días eran amargos para él y las noches eran tristes. Sólo le escuchaban aquellos que en sus corazones eran iguales que él, y entre ellos se justificaban y no echaban en ver sus torpezas.

Y había otro que todas las mañanas se sentaba en la plaza pública y sonreía a todos y a todos les daba ánimo, y a todos sus hermanos que le pedían ayuda los socorría con el corazón y no pedía nada a cambio. Y cuando se enteraba de algún problema iba y, en silencio, pedía por el que lo tenía para que le vinieran fuerzas y los trascendiera. Y su rostro se llenaba de virtud cuando estas cosas hacía. Y cuando le preguntaban de qué parte sacaba tanta felicidad, él respondía: Cuando levanto mi cuerpo por la noche, no debo nada al día por venir. Cada día me trae lo que necesito y se lleva lo que no necesito. Cuando mi mente quiere volar, me monto en ella, pero nunca la dejo ir sola: éste es el secreto".

El salmo 99 despierta el gozoso recuerdo de nuestro origen: "Sabed que el Señor es Dios: que él nos hizo y somos suyos, su pueblo y ovejas de su rebaño", y la promesa de Dios con nosotros: "El Señor es bueno, su misericordia es eterna, su fidelidad por todas las edades".

Tu vida, tu casa, los que más quieres, tu Jerusalén, puede estar cercada por ejércitos y amenazada por la desolación. Puede que te sorprendan señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, angustia de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y de las olas, muriéndose los hombres de terror y de ansiedad por las cosas que vendrán sobre el mundo; puede que las fuerzas de los cielos sean sacudidas… A lo que hemos de temer es a no vernos sorprendidos por la sacudida del corazón que ha perdido sensibilidad para descubrir la bondad y la fidelidad del Señor. Lucas nos pide cobrar ánimo y levantar la cabeza ante aquello que nos trae liberación. Es posible el adormecimiento del corazón deslumbrado con tanta luz que nos obliga a consumir, y puede ser que la verdadera estrella -no de neón- pase por nuestro cielo y pase desapercibida. No vendría nada mal en esos momentos una sacudida de nuestro cielo.

Dichoso quien entiende que la posesión de un bien no es grata si no se comparte (SÉNECA, Epístolas 6, 4). "Si quieres vivir para ti, debes vivir para otro" (SÉNECA, Epístolas 48, 2)

Hoy se cumplen ocho años de la muerte del obispo Vicente Enrique y Tarancón, creyente y pastor comprometido -con más o menos acierto- en la búsqueda de lugares de diálogo y de tolerancia. Leyó las señales del tiempo que le tocó vivir y aceptó su reto, por eso el Señor lo hizo bueno.

CR

fuente del comentario CIUDAD REDONDA

COMPRENDIENDO LA PALABRA 291118


«Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del hombre» (Mt, 24,30)

¿Quieres saber por qué la cruz puede ser signo del Reino? ¡Es con este signo que Cristo debe venir en su segundo y glorioso advenimiento! Para que aprendas hasta qué punto la cruz es digna de veneración, él mismo ha hecho de ella un título de gloria...

     Sabemos que su primera venida se realizó en secreto, y esa discreción estaba justificada: venía a buscar lo que estaba muerto. Pero su segunda venida no ocurrirá de la misma manera... Aparecerá a todos a la vez y nadie tendrá necesidad de preguntar si Cristo está aquí o allí (Mt 24,26)...; no tendremos necesidad de saber si verdaderamente Cristo está allí, sino que lo que deberemos buscar es si viene con la cruz...

     «Cuando aparecerá el Hijo del hombre, el sol se oscurecerá y la luna no ya brillará más» (Mt 24,27). Será tan grande la gloria de su luz que ante ella quedarán empañados los astros más brillantes. «Entonces caerán las estrellas y aparecerá en el cielo el signo del Hijo del hombre». ¿Te das cuenta de cuál es el poder de la señal de la cruz? «El sol oscurecerá y la luna se esconderá», y, por el contrario, la cruz brillará, bien visible, para que sepas que su resplandor es más grande que el del sol y la luna. De la misma manera que al entrar el rey en una ciudad los soldados cargan sobre sus hombros los estandartes reales y los llevan delante de él para anunciar su venida, así también, cuando el Señor descenderá del cielo, la cohorte de los ángeles y de los arcángeles llevaran su signo sobre sus hombros, y de esta manera seremos prevenidos de la llegada de este rey que es Cristo.

San Juan Crisóstomo (c. 345-407)
presbítero en Antioquía, después obispo de Constantinopla, doctor de la Iglesia
Homilía sobre la cruz y el ladrón

miércoles, 28 de noviembre de 2018

Obediencia

# 225
“La obediencia madura y se perfecciona en el seno de la santa indiferencia. Esta consiste en una firme y tranquila disposición de la voluntad que no quiere nada que no sea querido por Dios, y no rechaza nada que Dios quiere o permite. Por lo tanto es un acuerdo constante del alma con Dios; ella puede decir: Dios y yo queremos siempre la misma cosa”



Beata Elena Guerra
Pensamientos de Fuego 

Hacer espacio


Por la noche...

Haz memoria agradecida del día que termina.
Repasa con detenimiento las actividades que has realizado desde el amanecer.
¿En qué has aprovechado tu tiempo? ¿Cómo te has sentido en cada actividad?
Repasa los momentos de agobio, de paz, de tranquilidad, de aceleramiento, de inquietud, de alegría.
¿Cómo cierras el día? ¿Qué deseas hacer diferente mañana?
Apunta tu propósito.
Ave María.

NECESITAMOS ABANDONARNOS A LA ACCIÓN DE LA DIVINA PROVIDENCIA


Somos de Dios, pertenecemos a Él. Es justo que Dios tenga lo que es de Él. Justicia es dar a cada uno lo que le corresponde, lo que le es propio. Tú eres de Dios. Es justo que te entregues a Dios y vivas enteramente para Él. Vivas para los intereses de Él. Y el interés de Dios son las almas: muchas almas!Cuando nos volvemos a Dios, Él también se vuelve hacia a nosotros. Cuando buscamos al Señor, la Palabra nos dice que Él nos dará todo en abundancia. Y todo es todo. Necesitamos abandonarnos a la acción de la Divina Providencia. Dios se sirve de hechos, acontecimientos y situaciones para trabajar en nuestro crecimiento y en nuestra sanación. No podemos perder de vista que Dios quiere solamente nuestro bien.Es importante creer y esperar en Dios que tiene un plan de amor para nuestra vida, es por eso que necesitamos entregarle nuestra vida, nuestra familia, nuestro trabajo, nuestros sueños, en definitiva, ¡todo! Dios nos toma de la mano, nos sostiene, nos ampara. Él nos ama, Él te ama. ¡Tú eres especial para Dios! Comienza a observar a partir de hoy los cariños de Dios en tú vida. ¡Alégrate: Dios te ama!

Tu hermano,
Monseñor Jonas Abib 
Fundador de la Comunidad Canción Nueva
Adaptación del original en portugués


Por la tarde... 28112018

No sólo el hambre, la violencia o la marginación producen dolor. También la indiferencia.
Nuestros ambientes están enfermos de indiferencia “naturalizada”, esa que produce acostumbramiento. Valoramos poco la presencia del otro, sonreímos poco en los encuentros con los que amamos, no nos damos cuenta lo que al hermano le pasa.
La vorágine cotidiana nos absorbe y vamos dejando de lado el cuidado de nuestros vínculos. Cuidar con amor cotidiano a las personas es signo de compasión.

¡Ten cuidado con lo que piensas e imaginas!

La imaginación juega un rol enorme en la vida espiritual. Si no la purificas de todo pensamiento perverso y de figuraciones infames, todo eso terminará ensuciándote por completo.


Alguien podría creer que al imaginarse escenas lujuriosas no está ensuciando su alma, argumentando que pensar en el fuego no representa ningún riesgo de quemarse. Pero nada de esto es cierto. Si te imaginas que te estás acercando al fuego, desde luego que no te quemarás ni tus pensamientos se encenderán. Sin embargo, si te imaginas los pecados del desenfreno, tu mente arderá con el pecado y tu mismo te encenderás en deseos impuros.

La imaginación juega un rol enorme en la vida espiritual. Si no la purificas de todo pensamiento perverso y de figuraciones infames, todo eso terminará ensuciándote por completo. La imaginación, que ensucia nuestro día con toda clase de escenas de pecado, nos las devuelve por la noche con un interés añadido, proyectándolas en la pantalla de nuestros sueños. Y es que lo impuro que soñamos por la noche es el resultado de nuestras vergonzosas figuraciones duante el día. Ocultas la mayor parte del tiempo, esas imágenes se revelan ante nuestro subconsciente durante la noche, ya sin las ataduras del rubor que experimentamos durante el día, libres de nuestra razón, justamente cuando descansamos.

Si apartamos nuestra imaginación del pecado y la sometemos al anhelo de una vida virtuosa, nos libraremos de sus impuras e infelices consecuencias, que nos arrastran a la miseria de los pecados carnales, y la transformaremos, de un instrumento de pecado, en un arma de la virtud.

La imaginación puede convertirse en un tirano y movilizar nuestro ser entero, tanto el alma como el cuerpo, buscando la realización del pecado. Espoleado por su imaginación, y una vez hallado el objeto de sus impuros deseos, el hombre olvida toda vergüenza, temor y honor. Hasta la representación de los tormentos eternos le resulta inútil, y el fuego del infierno no es nada en comparación con el fuego de sus pasiones, avivadas por su propia imaginación…

Escapando del control de la razón y la voluntad, la imaginación se vuelve nuestro peor enemigo, se convierte en un descarado traidor. Por eso, no le otorguemos la libertad de adentrarse en los caminos del pecado... ¡mejor, como lo haríamos con un cachorro, atémosla con el lazo del temor de Dios! Sólo así dejará de pactar traicionarnos con nuestros enemigos, los demonios, sino que, al contrario, protegerá la casa de nuestra alma de ladrones y asaltantes.

fuente: Doxologia

No te enojes con quienes no sean sinceros contigo

¿Es que tú mismo eres sincero con todos? ¿O es posible que también tú seas un falso?

No te enfades con aquellos que te hablen o se comporten contigo con falsedad... ¿Es que tú mismo eres sincero con todos? ¿O es posible que también tú seas un falso? Respóndeme: cuando te presentas ante Dios, cuando oras, cuando hablas con Él, ¿eres sincero y veraz? ¿Cuántas veces dices la verdad con tu boca, mientras tu corazón miente? ¿Vives ante Dios con el corazón abierto, sin dobleces? Si ante Dios y ante tus semejantes no te presentas con rectitud, sino muchas veces siendo un mentiroso, un falaz, no te asombres cuando los otros no sean sinceros contigo, o te sean hipócritas: “Por donde uno peca, por allí es castigado” (Sabiduría 11, 16). Entonces, en lo que te sepas un pecador, sé indulgente con los demás.

fuente: Doxología

Meditación: Apocalipsis 15, 1-4

Grandes y maravillosas son tus obras, Señor, Dios todopoderoso. 
Apocalipsis 15, 3

En esta lectura del Libro del Apocalipsis, se aprecia que San Juan tuvo una visión celestial de los que habían vencido al monstruo, de pie junto a la orilla de un mar de cristal y con arpas que Dios les había dado. Al leer este pasaje pensamos que se refiere a los cristianos santos que murieron y resucitaron a una nueva vida; pero el autor también se refiere a los cristianos victoriosos que aún viven ahora en este mundo. Por la fe en Jesucristo y el Bautismo, ellos han vencido el pecado y son llevados al cielo en espíritu, mientras esperan en esta tierra la llamada final.

Hermano, ¿te consideras tú parte de este inmenso grupo de fieles? ¿Crees que por la vida de fe y el Bautismo puedes llegar a presentarte ante el Altísimo? Este fue el plan de Dios desde el comienzo, que se cumplió con la muerte y la resurrección de Jesús. El Señor nos resucita para que estemos con él delante de Dios y lleguemos a habitar en el cielo por el Espíritu, aunque todavía vivamos físicamente en la tierra. Así como el cántico de Moisés proclamaba que Dios liberó a su pueblo haciéndolo pasar por el Mar Rojo, nosotros también somos liberados gracias a la obra de la redención que Dios cumplió en Cristo Jesús.

Jesús está en el cielo, a la diestra del Padre. Como hermanos y hermanas suyos, nosotros heredamos la misma posición, porque somos hijos de Dios y herederos de su Reino (Romanos 8, 16-17). La fe y el Bautismo en la muerte y la resurrección de Cristo nos hacen partícipes de esta gloriosa herencia. Pero, ¿es esto algo que realmente creemos? ¿Nos parece que esta verdad es un auténtico tesoro en nuestra vida? ¿Reafirmamos constantemente esta realidad para que refuerce nuestra esperanza en todo momento, incluso en las circunstancias más difíciles?

No hay duda de que debemos afianzar en nuestra mente la verdad de que somos más que vencedores y que nadie podrá separarnos del amor de Dios en Cristo Jesús (Romanos 8, 37-39), para que también cantemos el cántico de alegría del Apocalipsis, porque habremos experimentado la victoria de Jesús sobre el pecado y la muerte, aquí mismo, en esta vida.
“Grande y maravilloso es todo lo que tú has hecho, Señor, Dios todopoderoso. Pues solamente tú eres santo; todas las naciones vendrán y te adorarán, porque tus juicios han sido manifestados.”
Salmo 98(97), 1-3. 7-9
Lucas 21, 12-19

fuente: Devocionario Católico La Palabra con nosotros

Por la mañana... 28110218

“Si perseveran, se salvarán.”
(Lc 21, 19)
“Nada hay de lo hecho por los hombres que no sea destruido por la vejez, o derribado por la fuerza, o consumido por el fuego. Sin embargo, hay otro templo, el que se encuentra en cada uno de nosotros, que se destruye cuando falta la fe…” (San Ambrosio).
La fe es una forma de vida, que espera y confía en la promesa de Dios mientras trabajas con fidelidad. ¿Qué acciones concretas dan cuenta de tu fe? Confía en medio de dificultades y continúa con tus propósitos.
Ofrece tu día por la intención del Papa.
Padrenuestro...

Da en forma gratuita

Tu amor, en cuanto deriva de Dios, es permanente. Puedes reclamar la permanencia de tu amor como un regalo de Dios. Y puedes darles a otros ese amor permanente. Cuando los demás dejan de amarte, tu no tienes que dejar de amarlos. En un nivel humano, los cambios pueden ser necesarios pero, a nivel de lo divino, puedes seguir siendo fiel a tu amor.

Un día seras libre de dar amor gratuito, un amor que no pide nada a cambio. Un día incluso seras libre de recibir amor gratuito. A menudo se te ofrece amor, pero no lo reconoces. Lo descartas porque estas acostumbrado a recibirlo de la misma persona a quien se lo dabas.

La gran paradoja del amor es que, precisamente cuando te has proclamado como hijo amado de Dios, has fijado los limites de tu amor y así has contenido tus necesidades, comienzas a crecer en la libertad de dar en forma gratuita.

Henri Nouwen

RESONAR DE LA PALABRA - Evangelio según San Lucas 21,12-19.

Evangelio según San Lucas 21,12-19.
Jesús dijo a sus discípulos: «Los detendrán, los perseguirán, los entregarán a las sinagogas y serán encarcelados; los llevarán ante reyes y gobernadores a causa de mi Nombre,y esto les sucederá para que puedan dar testimonio de mí.Tengan bien presente que no deberán preparar su defensa,porque yo mismo les daré una elocuencia y una sabiduría que ninguno de sus adversarios podrá resistir ni contradecir.Serán entregados hasta por sus propios padres y hermanos, por sus parientes y amigos; y a muchos de ustedes los matarán.Serán odiados por todos a causa de mi Nombre.Pero ni siquiera un cabello se les caerá de la cabeza.Gracias a la constancia salvarán sus vidas.»

RESONAR DE LA PALABRA

Queridos amigos y amigas:

Recuerdo la ilusión que me hizo de pequeño acercarme al final de la eucaristía para recibir la medalla de la Milagrosa. Hoy recordamos aquella entrega que pertenece a la familia Paúl e Hijas de la Caridad. Oración convertida en medalla, en la que mis padres pedían la protección de la Virgen para cada uno de sus cinco hijos. Quizá hoy la palabra nos invite a perseverar en los buenos deseos de nuestros mayores para vivir la bienaventuranza.

"Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas". Lucas nos invita a la perseverancia, a vivir con tensión, en guerra con la vulgaridad que usurpa nuestra identidad. La Palabra nos pide ser quien somos para que en la dificultad no desfallezcamos. "Os echarán mano y os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y cárceles y llevándoos ante reyes y gobernadores por mi nombre; esto os sucederá para que deis testimonio. Proponed pues, en vuestro corazón no preparar la defensa, porque yo os daré una elocuencia y una sabiduría a la que no podrán resistir ni contradecir todos vuestros adversarios".

Juan ve un mar de vidrio veteado de fuego y a los que habían vencido a la bestia, cantando: "Grandes y admirables son tu obras, Señor, Dios soberano. Justos y verdaderos son tus caminos".

Ellos son los bienaventurados que siguen a Dios y comprenden que a Dios no se le puede manejar. Son los bienaventurados que descubren la enseñanza que la vida les trae a cada momento y la hacen suya y después la reparten sin quedarse nada para sí. Son los bienaventurados que conocen las leyes de la existencia y las hacen "suyas". Son los bienaventurados que llegan a las causas de las cosas y con esfuerzo inician nuevos caminos de comprensión y abren nuevas ventanas hacia la Verdad.

Si te sientes dispuesto a vencer el mal de hoy con el bien, éste será tu cántico nuevo.

El Señor te dará a conocer su victoria y regirá tu mundo con justicia y rectitud.
Pero, antes de todo esto, recuerda, con tu perseverancia salvarás tu alma. En la cultura del fragmento no está bien vista otra perseverancia que no sea la del máximo beneficio. Lo gratuito, lo solidario, la entrega a largo plazo no es rentable para ella. Y sin embargo es la solidez de la propia vida. En este mundo de enlaces subterráneos, de túneles, importa excavar en la profundidad que nos asegura el aguante ante la dificultad para perseverar en la propia verdad.

CR

fuente del comentario CIUDAD REDONDA

COMPRENDIENDO LA PALABRA 281118


“Ni un solo cabello de vuestra cabeza se perderá”

Si somos llamados al martirio, hemos de confesar con constancia el Nombre precioso, y si somos castigados por ello, alegrémonos porque corremos hacia la inmortalidad. Si somos perseguidos, no nos entristezcamos, “no nos enamoremos del mundo presente”, ni de “las alabanzas de los hombres” (2Tm 4,10; Rm 2,29), ni de la gloria y el honor de los príncipes, como lo hacen algunos. Estos admiran las acciones del Señor, pero no creen en él por temor a los grandes sacerdotes y a otros dirigentes, porque antes “prefieren la gloria de los hombres que la de Dios” (Jn 12,42). “Combatiendo el buen combate de la fe” (1Tm 6,12), no tan sólo aseguramos nuestra salvación, sino que damos firmeza a los nuevos bautizados y consolidamos la fe de los catecúmenos…

    El que sea juzgado digno del martirio que se goce en imitar a su maestro, puesto que está prescrito: “Un discípulo no es más que su maestro” (Lc 6,40).  Ahora bien, nuestro maestro, Jesús, el Señor, fue maltratado por causa nuestra, soportó pacientemente calumnias y ultrajes, lo cubrieron de salivazos, lo abofetearon, lo molieron a golpes; después de haber sido flagelado, fue clavado en la cruz, le dieron a beber vinagre y hiel, y después de haberse cumplido las Escrituras, dijo a Dios Padre: “En tus manos encomiendo mi espíritu” (Lc 23,46). Así pues, el que pide ser discípulo suyo, que se prepare a luchar como él, que imite su paciencia, sabiendo que…, sea lo que fuere lo que tenga que soportar, será recompensado por Dios si cree en el único y solo verdadero Dios…

    Porque el Dios todopoderoso nos resucitará por medio de nuestro Señor Jesucristo, según su infalible promesa, juntamente con todos los que han muerto desde el principio… Aunque muramos en el mar, aunque seamos dispersados por tierra, aunque seamos destrozados por las bestias feroces o rapaces, con su poder él nos resucitará, porque todo el universo es sostenido por la mano de Dios: “Ni un solo cabello de vuestra cabeza, dice, se perderá.” Por eso no exhorta con estas palabras: “Con vuestra perseverancia alcanzaréis la vida”.

Las Constituciones apostólicas (380)
compilación canónica y litúrgica.
Sacada de la Didascalia de los apóstoles, texto de principios del siglo III

martes, 27 de noviembre de 2018

NO TENGAS MIEDO DE ENTREGARTE A JESÚS


Dios te escogió para ÉL. La iniciativa es de Él. Él quiere consagrarnos. Tu respuesta debe ser decir “Sí” al llamado de Dios. El Señor no te elije por la apariencia, Él ve tu corazón. Cree: "Los ojos de Dios están vueltos hacia ti". El Señor te ve y ve tu corazón.Hoy día, Él te invita a entregarle tu corazón, tu familia y todo lo que estás viviendo. No tengas miedo de entregarte todo a Jesús. Aguanta firme, hijo mío. Él está contigo.

Tu hermano,
Monseñor Jonas Abib 
Fundador de la Comunidad Canción Nueva
Adaptación del original en portugués


Vivir la compasión

Como cristianos, somos invitados todos los días a vivir la compasión con nuestros hermanos desfavorecidos que nos rodean. Las necesidades son numerosas; desde una moneda o un abrazo, hasta invitar a alguien o escucharlo; conocer el nombre del mendigo que cruzas, sonreír al que está triste.
Puedes estar atento a estos gestos sencillos y vivir la compasión cotidianamente. Observa y actualiza el propósito de la mañana.
Entrégate a vivir para los demás.

Por la noche...

Mira el día que termina. Agradece alguna gracia especial que hayas recibido.
Haz memoria de las cosas que hoy formaron parte de tu día.
¿Cómo usas tus cosas? ¿Eres medido?
Presta atención a esas cosas de las que usas y abusas. ¿Has compartido con generosidad? ¿Has cedido el uso de cosas a otros que necesitaban?
Haz un propósito para crecer en el uso del dinero y de las cosas, para mañana.
Ave María.

Cuestionar


Por la mañana... 27112018

“Estén atentos para que no los engañen.” (Lc 21, 10).
Muchas noticias diarias del mundo pueden alarmarnos y angustiarnos. El engaño sucede cuando pensamos que no podemos hacer nada para resolver conflictos y guerras, desfalcos y abusos, pobreza y desesperanza. Estar atento es mirar alrededor, sentir compasión por el que nos necesita y ayudar la necesidad. La compasión sana cuerpo, mente y alma. Es desde nuestros hermanos cercanos que podemos cambiar el mundo. ¿Cómo te involucras en las necesidades de los demás? Ayuda al que necesita. Ofrece lo de hoy por la intención del Papa.

Padrenuestro....

Pensamientos de Fuego - Beata Elena Guerra #220

# 220
Con la buena voluntad y con la gracia Divina, son vencidos todos los obstáculos. Y no te asustes con la multiplicidad de estos obstáculos: basta que tú los venzas uno a uno cuando se presenten; después, cuando quieras abatirlos todos con un solo golpe, haz temblar con ese golpe tu amor propio y con él caerán todos los enemigos que te impiden amar a Dios con todas las fuerzas.

Beata Elena Guerra
Pensamientos de Fuego


Fija los limites de tu amor

Cuando la gente te muestra sus limites (“No puedo hacer esto por ti”), te sientes rechazado. No aceptas el hecho de que los demás no puedan hacer por ti todo lo que esperas de ellos. Deseas un amor sin limites, un cuidado sin limites, una entrega sin limites.

Parte de tu lucha es fijar los limites de tu propio amor; algo que nunca has hecho. Das lo que la gente te pide, y cuando piden mas, das mas, hasta que te sientes exhausto, usado y manipulado. Solo cuando puedas fijar tus propios limites, podrás reconocer, respetar y hasta estar agradecido a los limites de los demás.

En presencia de las personas que amas, tus necesidades aumentan y aumentan, hasta que ellas se sienten tan agobiadas por tus necesidades que prácticamente están obligadas a dejarte para sobrevivir.

La gran tarea es reclamarte a ti mismo para ti, de manera de poder contener tus necesidades dentro de los limite de tu propio ser y controlarlas en presencia de aquellos a quienes amas. La verdadera reciprocidad en el amor necesita de personas que se controlen y que se puedan entregar al otro sin dejar de seguir aferradas a sus propias identidades. Entonces, para entregarte mas efectivamente y también para contener mas las propias necesidades, debes aprender a fijar limites a tu verdadero amor.

Henri Nouwen

RESONAR DE LA PALABRA - Evangelio según San Lucas 21,5-11.

Evangelio según San Lucas 21,5-11.
Como algunos, hablando del Templo, decían que estaba adornado con hermosas piedras y ofrendas votivas, Jesús dijo:"De todo lo que ustedes contemplan, un día no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido".Ellos le preguntaron: "Maestro, ¿cuándo tendrá lugar esto, y cuál será la señal de que va a suceder?".Jesús respondió: "Tengan cuidado, no se dejen engañar, porque muchos se presentarán en mi Nombre, diciendo: 'Soy yo', y también: 'El tiempo está cerca'. No los sigan.Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones no se alarmen; es necesario que esto ocurra antes, pero no llegará tan pronto el fin".Después les dijo: "Se levantará nación contra nación y reino contra reino.Habrá grandes terremotos; peste y hambre en muchas partes; se verán también fenómenos aterradores y grandes señales en el cielo."

RESONAR DE LA PALABRA

Queridos amigos y amigas:

¡Alégrese el cielo, goce la tierra, el Señor ya llega a regir la tierra!. Las palabras del salmo 95 no quitan dramatismo a la visión que hoy nos ofrece Juan pero la enmarcan en un contexto de esperanza.

Juan ve una nube blanca y a uno sentado con aspecto de hombre llevando en la mano una hoz afilada para segar la tierra. Y ve un ángel del templo celeste llevando también una hoz afilada para vendimiar la viña de la tierra y echar las uvas en el gran lagar de la ira de Dios.

Lo realmente importante es la llegada definitiva de Dios a su tierra. La consecuencia, la tarea de despojamiento que supone. Si nos desvivimos por limpiar y poner detalles en nuestra casa ante la llegada de un ser querido, ¡cuánto más ante la llegada inminente de quien nos da la posibilidad de habitar en su casa!. La tierra pertenece al Señor y se alegra por su presencia. Se nos ha dado el encargo de salvaguardar la creación hasta su vuelta, y ésta es inminente. También nosotros nos alegramos por su presencia, porque el Señor toma las riendas de su propiedad y hará inútil la pregunta ¿dónde está tu Dios?. Pero ¿cuál ha de ser nuestro despojo?.

En la imitación de Cristo (1,15,2) se lee: "Mucho hace quien mucho ama". El amor es el mejor de los maestros. Tanto haremos cuanto en verdad amemos aquello-Aquel por quien nos afanamos. Los últimos días del año litúrgico ponen al descubierto la verdad de nuestro amor. Si es verdad que el amor es el mejor de los maestros, las palabras de Jesús del evangelio de hoy las podemos meditar en esta clave: Lo importante no es la decoración externa sino la calidez de nuestro amor, esa Verdad sostén de nuestra alma y de nuestras convicciones que sobrevive a los cambios de decorado. "Esto que veis, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea derruida… Mirad no os dejéis engañar. Porque vendrán muchos usurpando mi nombre y diciendo: "Yo soy" y "el tiempo está cerca". No les sigáis… Habrá grandes terremotos, peste y hambre en diversos lugares, habrá cosas espantosas, y grandes señales del cielo". ¿Hay mejor señal en el cielo que las provocadas por el amor?.

Es posible que alguna vez hayan llegado a tu vida señales de éstas, de las que dan sed de cielo:
Bienaventurados son los que dan, mas cien veces bienaventurados los que dan aquello que aun quieren.
Bienaventurados los que predican Amor, mas cien veces bienaventurados los que lo llevan en su pecho y lo hacen con sus manos porque es Cristo quien lo hace a través de ellos.
Bienaventurados los que alaban a Dios, mas cien veces bienaventurados son los que sabiendo su "Plan para el Mundo" trabajan en su realización.
Bienaventurados los que abren los ojos y contemplan al mundo, mas cien veces bienaventurados los que abriendo más aún los ojos contemplan el Universo del cual el mundo apenas es una mota. Y viendo su pequeñez se hacen grandes.
Bienaventurados los que se limpian los oídos de las voces vacías de este mundo, mas cien veces bienaventurados son los que oyendo se hacen sordos para estar con los sordos y entenderlos hasta limpiarlos.
Hermoso camino.

CR

fuente del comentario CIUDAD REDONDA