Haz memoria agradecida del día que termina.
Repasa con detenimiento las actividades que has realizado desde el amanecer.
¿En qué has aprovechado tu tiempo? ¿Cómo te has sentido en cada actividad?
Repasa los momentos de agobio, de paz, de tranquilidad, de aceleramiento, de inquietud, de alegría.
¿Cómo cierras el día? ¿Qué deseas hacer diferente mañana?
Apunta tu propósito.
Ave María.
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