Somos de Dios, pertenecemos a Él. Es justo que Dios tenga lo que es de Él. Justicia es dar a cada uno lo que le corresponde, lo que le es propio. Tú eres de Dios. Es justo que te entregues a Dios y vivas enteramente para Él. Vivas para los intereses de Él. Y el interés de Dios son las almas: muchas almas!Cuando nos volvemos a Dios, Él también se vuelve hacia a nosotros. Cuando buscamos al Señor, la Palabra nos dice que Él nos dará todo en abundancia. Y todo es todo. Necesitamos abandonarnos a la acción de la Divina Providencia. Dios se sirve de hechos, acontecimientos y situaciones para trabajar en nuestro crecimiento y en nuestra sanación. No podemos perder de vista que Dios quiere solamente nuestro bien.Es importante creer y esperar en Dios que tiene un plan de amor para nuestra vida, es por eso que necesitamos entregarle nuestra vida, nuestra familia, nuestro trabajo, nuestros sueños, en definitiva, ¡todo! Dios nos toma de la mano, nos sostiene, nos ampara. Él nos ama, Él te ama. ¡Tú eres especial para Dios! Comienza a observar a partir de hoy los cariños de Dios en tú vida. ¡Alégrate: Dios te ama!
Tu hermano,
Monseñor Jonas Abib
Fundador de la Comunidad Canción Nueva
Adaptación del original en portugués
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