Con Jesús por la mañana.
“Nuestra vida es un jardín por recorrer, en él somos invitados a encontrar las huellas de Dios y los signos más claros de su amor y misericordia. Cada uno de nosotros, lleva impreso en el alma un peregrino dispuesto a andar. En cada uno de nosotros, los acontecimientos de nuestras vidas esperan poder anunciarnos al Dios y Señor de la vida que pasó por nuestra historia derramando amor y gracia.” (Javier Rojas sj). ¿Qué quieres agradecer a Dios especialmente? Comparte un tiempo gratuito con alguien que ames, celebrando la alegría de la vida. Ofrece lo que vivas por la intención del Papa.
Con Jesús por la tarde.
“Les contó otra parábola: El reino de los cielos se parece a la levadura que una mujer toma, la mezcla con tres medidas de harina, hasta que todo fermenta” (Mt 13, 33). Hoy, día en que agradecemos a San Ignacio de Loyola su vida y su obra, pide ser como levadura en la masa para multiplicar de amor la vida de quienes comparten contigo. Reza con San Ignacio: “En todo amar y servir”. Actualiza el propósito de la mañana.
Con Jesús por la noche.
Repasa los acontecimientos. Trae a la memoria los acontecimientos vividos desde las primeras horas del día. NO juzgues, sólo pasa por el corazón lo que has vivido hoy como si fuera una película. ¿En qué acontecimiento reconoces a Dios presente? ¿En qué momento diste lo mejor de ti? ¿Qué te propones para mañana? Pide ayuda a Dios.