Mostrando entradas con la etiqueta 24 Horas para el Señor. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta 24 Horas para el Señor. Mostrar todas las entradas

sábado, 10 de marzo de 2018

Mayor que nuestro corazón

9 de marzo de 2018.
El Papa Francisco dio inicio a la jornada“24 horas para el Señor” con una liturgia penitencial en la que confesó a varios fieles en la Basílica de San Pedro.
Por quinto año consecutivo, el Pontífice presidió esta celebración a la que asistieron miles de fieles y que comenzó con una procesión. Después continuó con la Liturgia de la Palabra. A continuación, el Pontífice dio inicio al Sacramento de la Reconciliación. Primero se confesó él mismo como un simple penitente y después confesó a los fieles.
En su homilía el Pontífice recordó que “es tal el amor que Dios nos tiene que nos hizo sus hijos”. “Cuando podamos verlo cara a cara descubriremos la grandeza de su amor”, afirmó Francisco recordando que “El amor de Dios es siempre más grande que lo que podamos imaginar”.
Según explicó el obispo de Roma, el amor de Dios es “un amor que no conoce límites ni fronteras”. No tiene obstáculos,“esos obstáculos que nosotros solemos poner a una persona por temor a que nos quite la libertad”.
En su homilía reflexionó sobre el pecado que “tiene como consecuencia el alejarse de Dios”, pero explicó el Papa“esto no significa que se aleje de nosotros”.
“En caso de que nos condene nuestro corazón, Dios es mayor que nuestro corazón. Nunca seremos privados de su amor a pesar de cualquier pecado que hayamos cometido”,afirmó el Pontífice que recordó cómo Pedro quería morir por Jesús y sin embargo lo que ocurrió fue al contrario:“Pedro quería enseñar a su maestro, en cambio es Jesús quien va a morir por Pedro. Pedro no lo había querido entender”.
Finalmente explicó Papa Francisco: “Pedro se encuentra con la caridad del Señor y se da cuenta de que se había negado a dejarse amar, a salvarse por Jesús. Qué difícil es dejarse amar verdaderamente. Dios es el primero y nos salva completamente con amor”.  


Queridos hermanos y hermanas:

Cuánta alegría y consuelo nos dan las palabras de san Juan que hemos escuchado: es tal el amor que Dios nos tiene, que nos hizo sus hijos, y, cuando podamos verlo cara a cara, descubriremos aún más la grandeza de su amor (cf. 1 Jn 3,1-10.19-22). No sólo eso. El amor de Dios es siempre más grande de lo que podemos imaginar, y se extiende incluso más allá de cualquier pecado que nuestra conciencia pueda reprocharnos. Es un amor que no conoce límites ni fronteras; no tiene esos obstáculos que nosotros, por el contrario, solemos poner a una persona, por temor a que nos quite nuestra libertad.

Sabemos que la condición de pecado tiene como consecuencia el alejamiento de Dios. De hecho, el pecado es una de las maneras con que nosotros nos alejamos de Él. Pero esto no significa que él se aleje de nosotros. La condición de debilidad y confusión en la que el pecado nos sitúa, constituye una razón más para que Dios permanezca cerca de nosotros. Esta certeza debe acompañarnos siempre en la vida. Las palabras del Apóstol son un motivo que impulsa a nuestro corazón a tener una fe inquebrantable en el amor del Padre: «En caso de que nos condene nuestro corazón, [pues] Dios es mayor que nuestro corazón» (v. 20).

Su gracia continúa trabajando en nosotros para fortalecer cada vez más la esperanza de que nunca seremos privados de su amor, a pesar de cualquier pecado que hayamos cometido, rechazando su presencia en nuestras vidas.

Esta esperanza es la que nos empuja a tomar conciencia de la desorientación que a menudo se apodera de nuestra vida, como le sucedió a Pedro, en el pasaje del Evangelio que hemos escuchado: «Y enseguida cantó un gallo. Pedro se acordó de aquellas palabras de Jesús: “Antes de que cante el gallo me negarás tres veces”. Y saliendo afuera, lloró amargamente» (Mt 26,74-75). El evangelista es extremadamente sobrio. El canto del gallo sorprende a un hombre que todavía está confundido, después recuerda las palabras de Jesús y por último se rompe el velo, y Pedro comienza a vislumbrar, a través de las lágrimas, que Dios se revela en ese Cristo abofeteado, insultado, renegado por él, pero que va a morir por él. Pedro, que habría querido morir por Jesús, comprende ahora que debe dejar que muera por él. Pedro quería enseñar a su Maestro, quería adelantársele, en cambio, es Jesús quien va a morir por Pedro; y esto Pedro no lo había entendido, no lo había querido entender.

Pedro se encuentra ahora con la caridad del Señor y entiende por fin que él lo ama y le pide que se deje amar. Pedro se da cuenta de que siempre se había negado a dejarse amar, se había negado a dejarse salvar plenamente por Jesús y, por lo tanto, no quería que Jesús lo amara por totalmente.

¡Qué difícil es dejarse amar verdaderamente! Siempre nos gustaría que algo de nosotros no esté obligado a la gratitud, cuando en realidad estamos en deuda por todo, porque Dios es el primero y nos salva completamente, con amor.

Pidamos ahora al Señor la gracia de conocer la grandeza de su amor, que borra todos nuestros pecados.

Dejémonos purificar por el amor para reconocer el amor verdadero.

Francisco

El amor de Dios siempre es más grande

«Cuánta alegría y consuelo nos dan las palabras de san Juan que hemos escuchado: es tal el amor que Dios nos tiene, que nos hizo sus hijos, y, cuando podamos verlo cara a cara, descubriremos aún más la grandeza de su amor (cf. 1 Jn 3,1-10.19-22). No sólo eso. El amor de Dios es siempre más grande de lo que podemos imaginar, y se extiende incluso más allá de cualquier pecado. ¡Qué difícil es dejarse amar verdaderamente! Siempre nos gustaría que algo de nosotros no esté obligado a la gratitud, cuando en realidad estamos en deuda por todo, porque Dios es el primero y nos salva completamente, con amor. Dejémonos purificar por el amor para reconocer el amor verdadero»
Francisco
Celebración Penitencial 
09.03.2018
24 Horas para el Señor.
viñeta del Papa: Leonan Faro


jueves, 8 de marzo de 2018

24 Horas para el Señor 2018

En comunión con el Santo Padre Francisco,
y unidos a cientos de hermanos este viernes 9 y sábado 10 de Marzo
viviremos "24 HORAS PARA EL SEÑOR"
 bajo el lema: "De Tí procede el perdón".
"24 horas para que el Señor" no es un eslogan pegadizo sino un llamado a despertar nuestras conciencias, de volver al Señor donde reside la misericordia y el perdón.

¿Cómo puedes participar?¿Vives cerca de nuestra comunidad parroquial?
Acércate al Santísimo Sacramento y reza el Santo Rosario.

¿Quieres unirte y la distancia te impide llegar?
Puedes unirte en familia, desde tu hogar,
y de la mano de María ofrecer el Santo Rosario.

INICIO: VIERNES 9 - 12 HORAS
hasta las 12 horas del SÁBADO 10 de Marzo



jueves, 4 de mayo de 2017

“Permanezcan en mi Amor”


Acostumbrados a los continuos cambios, Habituados a todo tipo de cambios.
A cambiar para no aburrirnos; Cambiar por moda, cambiar por cambiar. Cambiar porque sí, hoy, la Palabra que orienta nuestra adoración, nos enfrenta con la realidad opuesta: el “permanecer”.

Es real que nuestra vida necesita de determinados cambios. Los necesitamos para crecer, para avanzar. Los necesitamos porque vivir anclados en eternas, invariables y arraigadas situaciones no nos permiten alcanzar la madurez humana, la madurez espiritual a la que estamos llamados. También es cierto que, con la misma fuerza y demanda, existen realidades, estructuras y verdades que imperiosamente deben “permanecer”.

Nosotros, hombres y mujeres de fe, sabemos y entendemos que todo cambio provechoso debe llevarnos por el camino de nuestra santificación. Sabemos que no existe nada que pueda “proclamarse como bueno” si no conduce a los brazos del Padre de los Cielos.

Bien lo entendía Benedicto XVI cuando nos decía que en nuestro tiempo de inquietudes e indiferencias, en el que tanta gente pierde el rumbo y el fundamento, en el que el amor y la amistad es frágil y efímera, sólo el “permanecer-en-Cristo” ofrece refugio, luz, esperanza y confianza.

¿Cómo y dónde permanecer?

Fijemos la atención en las Palabras de Jesús:
“En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: Como el Padre me amó, yo también los he amado a ustedes; permanezcan en mi amor. Si guardan mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. Les he dicho esto, para que mi gozo esté en ustedes, y su gozo sea perfecto”.
“Señor, aquí estoy, de rodillas ante Ti.
Dame en éste día la gracia de rendirte todo mi ser.
Dejo todo ante Ti y en Ti espero y aguardo. 
Sé que todo lo haces nuevo.
Viviendo Contigo permanecer es cambiar.
Sé que aquel que entró y aquí, de cara a tu Cuerpo y Sangre te habla, al salir no será ya el mismo, porque Tú, Dios de infinita Misericordia estás obrando y trabajando sin cesar para hacer nuevo mi corazón y mis entrañas.
Quiero permanecer Contigo.
Dame la gracia de vivir Tu Palabra.
La Gracia de permanecer en Tu Amor y, con los Ángeles y los Santos cantar para Ti himnos de alabanza, porque Tu Amor es Grande y Permaneces para siempre.
Amén!

Miguel
Comunidad Piedras Vivas
Viernes de Adoración – Mayo de 2017

miércoles, 22 de marzo de 2017

24 HORAS DESDE TU HOGAR

DESDE TU HOGAR...
El próximo viernes 24 desde las 7 hs. estaremos viviendo en comunión con toda la Iglesia las "24 HORAS PARA EL SEÑOR" propuestas por el Santo Padre Francisco.
Un tiempo propicio para descubrir el Amor Misericordioso de Jesús en el Sacramento de la Reconciliación,
un tiempo de gracia para sumergirnos en el Amor Misericordioso del Corazón Eucarístico de Jesús en la contemplación del Santísimo Sacramento,
un tiempo de intercesión por las necesidades, dolores y alegrías, de tantos hermanos nuestros desde la CORONILLA a la Divina Misericordia o el Santo Rosario recitado desde el Corazón de Nuestra Madre del Cielo.

¿QUIERES UNIRTE?

Si vives cercano a nuestra parroquia, te esperamos en la Capilla del Santísimo Sacramento desde las 7 del viernes 24 hasta las 7 horas del sábado 25.
¿Vives lejos? Visita al Santisimo en tu parroquia.

¿Quieres unirte en familia?
¡REZA EL SANTO ROSARIO o la CORONILLA!


lunes, 20 de marzo de 2017

24 HORAS para el Señor - Quiero misericordia

En comunión con el Santo Padre Francisco,
y unidos a cientos de hermanos el próximo viernes 24 y sábado 25 de Marzo
viviremos "24 HORAS PARA EL SEÑOR".
Este año bajo el lema: "Quiero Misericordia",  "24 horas para que el Señor" no es un eslogan pegadizo sino un llamado a despertar nuestras conciencias.

¡Quiero misericordia! es como un eco que quiere resonar en nuestras conciencia, 
haciéndonos despertar del sueño y las sombras del egoísmo que tienen consecuencias con nuestros hermanos.

¿Cómo puedes participar?
¿Vives cerca de nuestra comunidad parroquial?
Acércate a la Capilla de Adoración. Desde las 7 horas del viernes 24
hasta las 7 horas del sábado 25.

¿Quieres unirte y la distancia te impide llegar?
El corazón misericordioso de Jesús se refleja en el corazón misericordioso de Su Madre, 
nuestra madre del cielo.
Puedes unirte orando el Santo Rosario.