jueves, 31 de mayo de 2018

Meditación: Lucas 1, 39-56

Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre.
Lucas 1, 42



Tan pronto como se enteró de que ella había sido escogida por Dios Padre para ser la Madre del Hijo de Dios y que su prima Isabel había recibido también el don de la maternidad, María se dirige decididamente a las colinas de Judea para felicitar a su prima, compartir con ella el gozo de haber sido agraciadas ambas con el don de la maternidad y ayudarle en lo que fuera necesario.

Dios puso así su proyecto de salvación en las manos y el corazón de dos mujeres escogidas. Cuando el hijo de Isabel salta de gozo, María feliz e iluminada por el Espíritu Santo, que ha sido derramado y que lo llena todo, canta la grandeza del Señor, que extiende su misericordia de generación en generación.

La Madre de Dios lleva a Jesús en su seno y es causa de una alegría inefable y profunda. La maternidad, dondequiera que se presente, es un don de Dios que genera alegría, esperanza, amor y felicidad. En efecto, las familias se alegran sobremanera cuando se anuncia que en pocos meses más habrá una nueva vida, como muchos de nosotros lo hemos experimentado personalmente.

Por desgracía, hoy en día, la maternidad no es valorada debidamente y muchos esposos anteponen otros intereses superficiales, manifestación de conveniencia y en realidad algo de egoísmo. Los posibles sacrificios que implica el amor paternal y maternal asustan a muchos matrimonios que, si pensaran más en cuántas bendiciones han recibido de Dios, debieran aceptar las nuevas vidas que el Señor les quiere dar y así muchas familias dejan de ser “santuarios de la vida”.

El Papa San Juan Pablo II reafirma que el uso de anticonceptivos y el aborto “tienen sus raíces en una mentalidad hedonista e irresponsable respecto a la sexualidad y presuponen un concepto egoísta de la libertad, que ve en la procreación un obstáculo al desarrollo de la propia personalidad.”

La Virgen María e Isabel valoraron y agradecieron la obra de Dios en ellas: ¡la maternidad! Es necesario, pues, que todos los católicos reencuentren el significado de la vida como un don sagrado de Dios a los seres humanos.
“Santísima Virgen María, Madre de Dios, gracias por ser también nuestra Madre. Bendice, te rogamos, a todas las madres embarazadas para que opten por la vida y protejan a sus hijos.”
Sofonías 3, 14-18
(Salmo) Isaías 12, 2-6
fuente: Devocionario Católico La Palabra con nosotros

LLAMAMIENTO

“Suceden tantas cosas terribles a diario que empezamos a preguntarnos si lo poco que nosotros hacemos tiene algún sentido. Cuando hay gente muriéndose de hambre a tan sólo unos pocos kilómetros de distancia, cuando hay guerras encarnizadas cerca de nuestras fronteras, cuando las personas que no tienen un hogar para vivir en nuestras ciudades son incontables, nuestras propias actividades se dirían fútiles. Pero tales consideraciones pueden paralizarnos y deprimirnos.Aquí es donde se vuelve importante la palabra llamamiento. No hemos sido llamados para salvar al mundo, resolver todos los problemas y prestar ayuda a toda la gente. Pero cada uno de nosotros tiene su propio llamamiento único, en nuestra familia, en nuestro trabajo, en nuestro mundo. Hemos de seguir pidiéndole a Dios que nos ayude a ver de forma clara cuál es nuestro llamamiento y que nos dé fortaleza para vivir dicho llamamiento con confianza. Entonces descubriremos que nuestra fidelidad en una pequeña tarea es la respuesta más curativa que podemos darle a la enfermedad de nuestro tiempo”.
 (Henri Nouwen; Pan para el viaje)



RESONAR DE LA PALABRA - Evangelio según San Marcos 14,12-16.22-26.

Evangelio según San Marcos 14,12-16.22-26. 
El primer día de la fiesta de los panes Acimos, cuando se inmolaba la víctima pascual, los discípulos dijeron a Jesús: "¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la comida pascual?". El envió a dos de sus discípulos, diciéndoles: "Vayan a la ciudad; allí se encontrarán con un hombre que lleva un cántaro de agua. Síganlo, y díganle al dueño de la casa donde entre: El Maestro dice: '¿Dónde está mi sala, en la que voy a comer el cordero pascual con mis discípulos?'. El les mostrará en el piso alto una pieza grande, arreglada con almohadones y ya dispuesta; prepárennos allí lo necesario". Los discípulos partieron y, al llegar a la ciudad, encontraron todo como Jesús les había dicho y prepararon la Pascua. Mientras comían, Jesús tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: "Tomen, esto es mi Cuerpo". Después tomó una copa, dio gracias y se la entregó, y todos bebieron de ella. Y les dijo: "Esta es mi Sangre, la Sangre de la Alianza, que se derrama por muchos. Les aseguro que no beberé más del fruto de la vid hasta el día en que beba el vino nuevo en el Reino de Dios". Después del canto de los Salmos, salieron hacia el monte de los Olivos. 

RESONAR DE LA PALABRA

Queridos amigas y amigos:

Hoy, al celebrar la fiesta de la Visitación de María, la liturgia nos propone meditar el relato lucano de la Visitación. Destaquemos en el pasaje evangélico tres detalles: el viaje, el diálogo y la bendición.

La espiritualidad del viaje.

María sale de su casa y emprende un viaje, metáfora de todos los viajes del alma y de la vida misma. Contemplemos la libertad de María. Tiene libertad para no aferrarse a su éxtasis contemplativo de Nazaret y marchar deprisa a Ain-Karem para ayudar y servir. En su viaje lleva consigo a Jesús en su corazón y en su seno. Orígenes designó este andar, grávida de Dios por los caminos del mundo, como imagen suprema de todo creyente: “Portare Verbum” (In Exodium 10,3). Es la misión de todo bautizado: Llevar a Aquel que nos lleva a la humanidad entera, siendo uno con Él. María, con su hijo en el seno, es al mismo tiempo una y también dos. Dos vidas distintas y al mismo tiempo inseparables. Unidad y distinción. “Quiero ser uno contigo” es la fórmula de extrema sobriedad y sugerencia con la que algunos monjes se entregan a Dios. Es también nuestro anhelo. En su última expresión, vida cristiana es ser una sola cosa con Él.

El Espíritu de la comunicación.

Al encontrarse, María e Isabel se comprenden antes de hablar. Las dos mujeres entraron en sintonía perfecta, en resonancia recíproca, como las dos cuerdas de un laúd. ¿Qué ocurrió allí? ¿Cómo pudieron entenderse antes de que las palabras se hicieran narración? Tal es el milagro de la comunión: Los otros nos permiten cruzar el umbral de sus secretos sólo si los miramos con ojos que renuncian a competir o a seducir, si nos hemos sacudido el polvo del orgullo y ofrecemos ternura sazonada. Así ocurrió con María e Isabel. El Espíritu de fecundidad que ambas reconocen como gracia en su carne, se volvió en aquel momento Espíritu de comunicación, y el prolongado silencio de dos mujeres estalló en doble canto.

La casa de la bendición.

En el evangelio de Lucas las primeras palabras que se dicen mutuamente dos seres humanos son las que se intercambiaron María e Isabel. En este primer diálogo entre personas, la primera palabra de Isabel es una bendición: “Bendita tú entre las mujeres”. La bendición de Isabel se extiende a todas las hijas de Eva, a todas las madres del mundo, a toda la humanidad en femenino, a todos los fragmentos de María esparcidos por el mundo y que se llaman “mujer”. Eso fue profecía. El primer paso para el encuentro con el misterio y con el corazón del otro es bendecir, poder decirle: “Tú eres una bendición de Dios para mí, tú eres un don de Dios”. Una casa donde no se bendicen unos a otros está destinada a la tristeza,… porque sus inquilinos tratarán de evitarse en lugar de sostenerse.

En este día somos invitados a la casa de María, a “re-cordarla”, a llevarla a lo más nuestro de nosotros, corazón con Corazón. Sea Ella siempre madre, maestra y modelo nuestro.

CR

fuente del comentario CIUDAD REDONDA 

COMPRENDIENDO LA PALABRA 310518

«Magnificar al Señor y saltar en Dios»

        El Ángel  había anunciado a la Virgen  María los misterios. Para afianzar su fe  mediante algún ejemplo, él anunció la maternidad de una mujer estéril y ya entrada en años, manifestando así que Dios puede hacer todo cuanto le place. Desde que lo supo, María se dirige a las montañas... con el regocijo de su deseo, como quien cumple un piadoso deber, presurosa por el gozo...La gracia del Espíritu santo ignora a los lentos... Bien pronto se manifiestan los beneficios de la llegada de María y de la presencia del Señor.«La criatura saltó de gozo en el seno de Isabel, y ella quedó llena del Espíritu Santo...¡Dichosa, dice ella, tú que has creído!»

        Dichosos también vosotros, porque  habéis entendido y creído; pues toda alma creyente concibe y engendra la palabra de Dios y reconoce sus obras. Que en cada uno resida el alma de María para glorificar al Señor; que en cada uno esté el espíritu de María para alegrarse en Dios. Porque si corporalmente no hay más que una madre de Cristo, en cambio, por la fe, Cristo es el fruto de todos; pues  toda alma recibe al Verbo de Dios, a condición de que, sin mancha y preservada de los vicios, guarde castidad con una pureza intachable. Toda alma, pues, que llega a tal estado proclama la grandeza del Señor, igual que el alma de María la ha proclamado, y su espíritu se ha alegrado en Dios Salvador. Nosotros leemos en otro lugar:«Proclamad conmigo la grandeza del Señor»(Ps 33, 4).

        El Señor, en efecto es engrandecido no porque la palabra humana le pueda añadir algo, sino porque él queda engrandecido en nosotros. Pues «Cristo es la imagen de Dios»(2Co 4,4; Col 1,15).Y por esto, el alma que obra justa y religiosamente engrandece esa imagen de Dios, -a cuya semejanza ha sido creada- y, al engrandecerla, también la misma alma queda engrandecida por una participación de la grandeza divina.


San Ambrosio (c. 340-397), obispo de Milán y doctor de la Iglesia 
Tratado sobre el Evangelio de San Lucas, libro 2,19, 22-23, 26-27; PL 15, 1559-1562.

miércoles, 30 de mayo de 2018

Preparados para una Batalla


























¿QUIERES PREPARARTE PARA EL CERCO DE JERICÓ?
Aquí te acercamos un par de "ayudas".

El "Cerco" tiene un ADN de batalla. ´¡Si, es parte de una batalla espiritual! y como toda batalla debe ser preparada previamente.

¿Vendrás a compartirlo aquí, en San Miguel?Recuerda que Biblia y Rosario deben estar en tus manos...

¿Por la distancia lo vivirás en el seno de tu hogar?Utiliza la guía que encontrarás en el Blog, Prepara el lugar para orar. Recuerda orar delante de la Cruz de Cristo, enciende una vela para que tu cuerpo y tu mente recuerden con claridad al Resucitado, ten a mano el Rosario y....

¡déjate guiar por el Espíritu Santo!







FRUTOS DEL ESPÍRITU

«Uno sólo es el Espíritu, (cf. 1 Cor 12,4) pero viniendo a nosotros trae consigo riqueza de dones: sabiduría, inteligencia, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y santo temor de Dios (cf. Rito de la confirmación, 28-29). Hemos escuchado el pasaje de la Biblia con estos dones que trae el Espíritu Santo. Según el profeta Isaías (11: 2), estas son las siete virtudes del Espíritu derramadas sobre el Mesías para el cumplimiento de su misión. También San Pablo describe el abundante fruto del Espíritu que es “amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio de sí” (Gal 5, 22). El único Espíritu distribuye los múltiples dones que enriquecen a la única Iglesia: él es el Autor de la diversidad, pero al mismo tiempo el Creador de la unidad. Así, el Espíritu da todas estas riquezas que son diversas, pero del mismo modo aporta la armonía, es decir la unidad de todas estas riquezas espirituales que tenemos nosotros, los cristianos»

Francisco
Audiencia General 30-05-18
Viñeta: Leonan Faro


TODAVÍA TENGO UN CORAZÓN

Recuerdo una madre que acababa de perder a su hijo de seis años. Me contó que a los tres años y medio el niño tuvo una parálisis en las piernas que, poco a poco, se fue extendiendo por todo su cuerpo y se quedó ciego. Algunos meses antes de su muerte, su madre estaba junto a él y lloraba. Entonces el pequeño le dijo: "No llores mamá; todavía tengo un corazón para quererte".El niño había alcanzado una madurez real; sabía dar gracias por lo que tenía en lugar de lamentarse por lo que no tenía. Tal madurez, proviene, con frecuencia, de la experiencia interior de una presencia de Dios que, así lo creo, ha sido dada a las personas pobres, a los que, como consecuencia de su debilidad, no pueden liberarse de otra manera. Pero, para estar abierto a esta experiencia, es importante que la persona desesperada se encuentre en un medio favorable.
Jean Vanier, Hombre y mujer los creó


Meditación: Marcos 10, 32-45

Van a condenarlo a muerte… y a matarlo; pero al tercer día resucitará.
Marcos 10, 33


Para los que acompañaban a Jesús en su viaje final hacia Jerusalén, la travesía era cuesta arriba, no sólo físicamente, sino emocionalmente también, porque el Señor había dicho muchas veces que allí le aguardaban el sufrimiento y la muerte. Por eso, el gentío lo seguía con una sensación de temor y admiración. Pero Marcos nos dice que, al acercarse a la ciudad, Jesús caminaba resueltamente a la cabeza de todos (Marcos 10, 32).

Los seguidores veían que había llegado el momento decisivo en el ministerio de Jesús: Sabían que de un modo u otro Cristo había venido a Jerusalén a tomar posesión de su Reino. Por eso, quizá nos resulte tan extraño que Santiago y Juan escogieran este momento para pedirle a Jesús que les concediera lugares de honor a su lado cuando inaugurara su Reino. El Señor aprovechó esta petición, aparentemente egoísta, para enseñar a los apóstoles una vez más el significado de la grandeza: “El que quiera ser grande entre ustedes, deberá servir a los demás… porque ni aun el Hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud.”

Los humildes son enaltecidos en el Reino de Dios. El empleado acepta libremente servir a su patrón; el esclavo está obligado. Las necesidades de los demás son prioritarias para los empleados y los esclavos. Precisamente este es el llamado para los ciudadanos del Reino de Dios. Qué contrario es esto al criterio que prevalece en el mundo, donde unos procuran dominar a otros.

El contraste entre los que son grandes a los ojos de Dios y los que lo son ante los gentiles radica en que unos tratan de agradar a Dios y los otros, al mundo y al ego. El que es grande a los ojos de Dios es el que sirve y da su vida por los demás, así como Jesús vino y dio su vida por nosotros.

Este tipo de servicio no es algo que hagamos nosotros mismos; tanto el entendimiento de lo que significa entregarse como la gracia de actuar nos vienen de Jesús. Sin embargo, para que esto se haga realidad, hemos de ser dóciles y estar dispuestos a hacer la voluntad del Señor.
“Amado Jesús, enséñanos a buscar siempre todo lo que es digno de admiración, bueno y fructífero a los ojos de Dios, sirviéndonos unos a otros con amor, como Jesús lo hizo. Así seremos auténticos discípulos tuyos.”
1 Pedro 1, 18-25
Salmo 147, 12-15. 19-20
fuente: Devocionario Católico La Palabra con nosotros

Buen día, Espíritu Santo! 30052018


RESONAR DE LA PALABRA - Evangelio según San Marcos 10,32-45.

Evangelio según San Marcos 10,32-45. 
Mientras iban de camino para subir a Jerusalén, Jesús se adelantaba a sus discípulos; ellos estaban asombrados y los que lo seguían tenían miedo. Entonces reunió nuevamente a los Doce y comenzó a decirles lo que le iba a suceder: "Ahora subimos a Jerusalén; allí el Hijo del hombre será entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas. Lo condenarán a muerte y lo entregarán a los paganos: ellos se burlarán de él, lo escupirán, lo azotarán y lo matarán. Y tres días después, resucitará". Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, se acercaron a Jesús y le dijeron: "Maestro, queremos que nos concedas lo que te vamos a pedir". El les respondió: "¿Qué quieren que haga por ustedes?". Ellos le dijeron: "Concédenos sentarnos uno a tu derecha y el otro a tu izquierda, cuando estés en tu gloria". Jesús les dijo: "No saben lo que piden. ¿Pueden beber el cáliz que yo beberé y recibir el bautismo que yo recibiré?". "Podemos", le respondieron. Entonces Jesús agregó: "Ustedes beberán el cáliz que yo beberé y recibirán el mismo bautismo que yo. En cuanto a sentarse a mi derecha o a mi izquierda, no me toca a mí concederlo, sino que esos puestos son para quienes han sido destinados". Los otros diez, que habían oído a Santiago y a Juan, se indignaron contra ellos. Jesús los llamó y les dijo: "Ustedes saben que aquellos a quienes se considera gobernantes, dominan a las naciones como si fueran sus dueños, y los poderosos les hacen sentir su autoridad. Entre ustedes no debe suceder así. Al contrario, el que quiera ser grande, que se haga servidor de ustedes; y el que quiera ser el primero, que se haga servidor de todos. Porque el mismo Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud". 

RESONAR DE LA PALABRA 

Queridos amigas y amigos:

Este episodio narra la petición que hacen a Jesús los hijos de Zebedeo y un sustancioso monólogo ulterior de Jesús con los discípulos. Está situado estratégicamente: Justamente detrás del tercer anuncio de su Pasión y Resurrección que el Maestro hace a los suyos en su dramática subida a Jerusalén. La carga correctiva que contiene es manifiestamente clara: Mientras Jesús anuncia su inmediato futuro de condena, sufrimiento y muerte, los discípulos están en otra onda, aspirando a puestos de honor y de gloria. Este es el contexto del escalofriante relato que hoy nos propone la liturgia. ¿Qué enseñanzas podemos extraer de este episodio?

La paciencia de Cristo.

Llama poderosamente la atención el hecho de que Jesús lejos de impacientarse y de arrojar a estos codiciosos “hijos del trueno” de su vista, responde a la petición que le proponen encaminándoles sabiamente desde la superficialidad de sus vanidades mundanas y cicateras a la profundidad de la elección suprema de beber su mismo cáliz. A Jesús no le escandaliza la estrechez de miras de aquellos dos discípulos hermanos. Se muestra como el profeta de la misericordia, capaz de corregir con paciencia sin exasperar ni fustigar. Porque el amor todo lo aguanta, Jesús jamás rechazó a nadie… ni siquiera a los que, como estos discípulos, después de tanto tiempo con Jesús no lograban entenderle. Tal vez la paciencia con el corto de miras o con el tardo de entendederas sea una de las formas actuales de decir “Dios” en nuestro mundo de hoy. Y la paciencia…, no se nos olvide, todo lo alcanza. ¡Palabra de Teresa la de Jesús!

La humildad de Cristo.

Servir es rebajarse ante aquel a quien se sirve. El servidor se sitúa al menos un peldaño por debajo de quien es servido. Ello explica que todos busquemos profesiones que no nos obliguen a rebajarnos ante nadie, sino a permanecer autónomos e iguales. Pero parece que en la mente y en el corazón de Jesús las cosas van por otro lado. El no cuestiona sobre dignidades, sino sobre el amor. Un enamorado intenta agradar a su amada y ni se le pasa por la cabeza que con ello es “menos”. Se ha transformado su corazón de manera que la voluntad de la otra persona se ha hecho propia. Jesús habló y, sobre todo, vivió algo así, pero con mayúsculas. Y quiso que los suyos fueran de este linaje. Sabemos que los cargos, sobre todo si son altos, mezclan a los hombres pero no los unen. Y la desigualdad a favor del otro –entiéndase bien- es lo único que de verdad une, aunque ello se logre las más de las veces por vía de la aceptación y no tanto de la elección.

Se ha dicho que una de las carencias más lamentables de nuestra cultura occidental es la falta el trato directo con grandes personalidad, que sean modelos de vida. En efecto, es rarísimo encontrarse con una persona paciente y humilde al estilo de Cristo. Son muchísimos los que no han conocido a una persona verdaderamente servicial, o a alguien con integridad y amor verdaderos. Por eso es fundamental insistir en que la evangelización pasa por la imitación de actos excelentes, no por la aplicación de reglamentos o el respeto a leyes. No se puede aprender el evangelio sin mímesis, sin imitación, sin testigos. ¿Cómo van a entender si no ven? ¿Cómo verán si alguien no se lo muestra? ¿Cómo alguien mostrará el amor si no está seducido previamente? 

CR

fuente del comentario CIUDAD REDONDA

COMPRENDIENDO LA PALABRA 300518

El hijo del hombre vino para dar su vida

    El Señor eterno se ha dignado presentarse ante nosotros, primero como un pequeño niño en un establo, después como un simple obrero en un taller, más tarde como un criminal muriendo en la cruz, y finalmente como pan en una ofrenda. Aspectos numerosos, aspectos intencionales de Jesús, aspectos que no tienen más que un efecto: el de mostrar el amor que tiene por nosotros.

    Oh, Señor, ¿puedes inventar alguna cosa más para que te amemos? “Aquel día diréis: Dad gracias al Señor, invocad su nombre, contad a los pueblos sus hazañas, proclamad que su nombre es excelso” (Isaías 12,4). Almas redimidas, dad a conocer por todas partes las obras de amor de este Dios lleno de amor. Él las concibió y realizó para que todos los hombres se amaran, Él que, tras haberlos colmado de sus favores, se donó a sí mismo, ¡y de tantas maneras!

    “Enfermo o herido, ¿deseas curarte? Jesús es la medicina”: Él te sana con su sangre. ¿La fiebre te quema? Él es la fuente refrescante. ¿Te atormentan las pasiones y problemas de este mundo? Él es la fuente de los consuelos espirituales y del verdadero bienestar. “¿Temes a la muerte? Él es la vida. ¿Aspiras a llegar al cielo? Él es el camino (Juan, 14,6)”: palabra de San Ambrosio. Jesucristo no solo se dio a todos los hombres en general; él se da también a cada uno en particular. Por eso San Pablo dijo: “Él me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Gálatas 2,20). Y San Juan Crisóstomo afirma que “Dios nos ama tanto a cada uno de nosotros como a toda la humanidad”. Así, mi querido hermano, si hubieras estado solo en el mundo, el divino Redentor habría venido, habría dado su sangre y su vida solo por ti.    

San Alfonso María de Ligorio (1696-1787), obispo y doctor de la Iglesia 
Novena de Navidad, discurso 6º

martes, 29 de mayo de 2018

VIVIR CON ESPERANZA

"El optimismo y la esperanza son dos actitudes radicalmente opuestas. El optimismo es la espectativa de que las cosas-el tiempo, las relaciones humanas, la economía, la situación política- mejorarán. La esperanza es confiar que Dios cumplirá sus promesas para con nosotros y que, al hacerlo nos llevará a la verdadera libertad. El optimismo nos habla de cambios concretos en el futuro. La persona con esperanza vive el momento con la conciencia y la confianza de que todo en la vida está en buenas manos.
Todos los grandes guías espirituales de la historia han sido personas con esperanza. Abraham, Moisés, Ruth, María, Rumi, Gandhi, Dorothy Day. Todos vivieron con una promesa en sus corazones que les guió hacia el futuro sin necesidad de saber exactamente cómo sería. Vivamos con esperanza".

Henri Nouwen.



EL POR QUÉ DE ESTE IV CERCO DE JERICÓ

DESTRUYENDO LAS RAÍCES DEL PECADO
(Los siete pecados Capitales)

Hugo de San Víctor, famoso filósofo medieval, teólogo y escritor místico en cuya obra se encuentran espléndidos comentarios y sermones, en uno de sus varios opúsculos trata de los cinco septenarios que hay en el tesoro de la Iglesia:
1 – Las siete peticiones del Padrenuestro2 – Los siete pecados capitales3 – Los siete dones del Espíritu Santo4 – Las siete virtudes5 – Las siete bienaventuranzas
En él explica que los siete pecados capitales son comparables a los siete ríos de Babilonia, que esparcen todo el mal, gota a gota, por toda la tierra, ya que de ellos fluyen todos los pecados. 

Es éste uno de los motivos que nos llevan a tener en el centro del IV CERCO DE JERICÓ la petición clara, continúa, sostenida e imperante: 

¡Sean destruidas, por la Sangre Preciosa del Cordero, las raíces de nuestros pecados!



Por medio de la oración entramos en la vida divina

La oración hacia este Dios del amor y la humildad se eleva desde lo profundo de nuestro ser. Cuando nuestro corazón está lleno de amor a Dios, somos completamente conscientes de nuestra cercanía con Él.


Dios Todopoderoso nos llama desde la nada. Por esencia hemos sido creados de la nada, pero esperamos también consideración y atención por parte de Dios. Entonces, en un momento dado, el Todopoderoso se nos revela en una humildad infinita. Esa revelación inunda nuestro ser entero e instintivamente nos postramos en adoración. Y aún esto no parece ser suficiente: por mucho que intentemos humillarnos ante Él, no podríamos compararnos con Su humildad.

Es así como la oración hacia este Dios del amor y la humildad se eleva desde lo profundo de nuestro ser. Cuando nuestro corazón está lleno de amor a Dios, somos completamente conscientes de nuestra cercanía con Él, aunque sabemos bien que no somos más que polvo y arcilla (Génesis 3, 19).

Con todo esto, en la manifestación visible de nuestro ser, el Dios eterno trazó la semejanza de Su Ser invisible, de forma que pudiéramos conocer la eternidad. Por medio de la oración entramos en la vida divina, y Dios, orando en nosotros, se hace la vida no-creada que nos inunda. Creándonos a Su imagen y semejanza, Dios nos puso ante Él no como una criatura enteramente sometida, sino como un hecho dado (datum) aún para Él, como seres libres. Y, en virtud de este hecho, las relaciones entre el hombre y Dios se basan en el principio de la libertad. Cuando abusamos de esa libertad y pecamos, le estamos volviendo la espalda a Dios. Esta libertad de volverle la espalda a Dios es un aspecto negativo y trágico del libre albedrío, pero es una condición indispensable para que podamos participar de una vida verdaderamente divina, una vida que no puede ser predeterminada.

Luego, tenemos dos alternativas diametralmente opuestas entre sí. Rechazar a Dios, que es la misma esencia del pecado, o volvernos hijos Suyos. Debido a que fuimos creados a semejanza de Dios, naturalmente deseamos alcanzar la perfección divina que está en nuestro Padre. Así, cuando seguimos ese anhelo, no nos sometemos a la dictadura de una fuerza exterior, sino que simplemente obedecemos nuestro impulso de asemejarnos a Su perfección. “Sed pefectos, como vuestro Padre Celestial es perfecto” (Mateo 5 , 48).

fuente: Doxologia

Meditación: Marcos 10, 28-31

Nosotros hemos dejado todo lo que teníamos, y te hemos seguido.
Marcos 10, 28

¡Típica reacción de Pedro, el pescador precipitado, que siempre decía lo primero que pensaba! Podríamos imaginarlo diciendo: “¿Y qué habrá para nosotros? ¿Cómo sabremos que no quedaremos con las manos vacías?” La inquietud de Pedro era válida: si uno lo da todo por el Reino, se queda efectivamente sin nada; y si uno se hace pobre y necesitado, los demás lo desprecian y lo discriminan. Con razón el joven rico se fue triste: ¡Todo aquello que era su fuente de seguridad venía a ser ahora piedra de tropiezo!

La vida de Jesús demuestra claramente lo que experimentarán todos sus discípulos: Él, siendo Hijo de Dios, se despojó de su privilegio divino para morir en la cruz y fue exaltado a lo alto de los cielos (Filipenses 2, 6-11). Esta extraordinaria promesa es la gloria y esperanza de todos los que aceptan el Evangelio y es también una maravillosa fuente de aliento para los que vamos avanzando en el discipulado y aún no podemos ver la luz al final.

Pero la respuesta de Jesús no se refiere en particular al primer grupo de discípulos, sino a todos los seguidores que, en cualquier época, lo abandonan todo para obedecerle, seguirlo y dedicarse a la propagación del mensaje.

El Señor dijo: “Muchos que ahora son los primeros, serán los últimos; y muchos que ahora son los últimos, serán los primeros” y tal vez los mejores ejemplos de esta renuncia total para entregarse a Dios los vemos en los misioneros, que se van a tierras lejanas a llevar el mensaje del amor y el perdón de Dios y que al mismo tiempo se ponen al servicio de nuevas comunidades, sobre todo necesitadas, en diversos países y continentes. Ellos, y más aún los que dan la vida por el Reino, estarán sin duda entre los primeros.

Pero no sólo los misioneros hacen la voluntad de Dios. En la comunidad cristiana, todos hemos de adoptar la actitud de Jesús, de hacernos “últimos de todos” (sin buscar figuración ni protagonismo) y “servidores de todos”. En efecto, si nos dedicamos conscientemente a imitar a Jesús, el Siervo Sufriente, todos podemos avanzar por el camino de la salvación.

Esto podemos hacerlo especialmente en la convivencia familiar y comunitaria, con nuestros hermanos feligreses de la parroquia o del grupo con quienes nos reunimos semana a semana.
“Señor, concédeme la gracia de ser un servidor y estar dispuesto a dejar todo lo que me impida ser un buen discípulo tuyo.”
1 Pedro 1, 10-16
Salmo 98(97), 1-4
fuente: Devocionario Católico La Palabra con nosotros

ÉRIC, EL AMOR REPARADOR

Acogimos a Éric en El Arca hace unos años. Entonces él tenía dieciséis. Le dejaron en el hospital con cuatro años, ciego y sordo, con el cerebro muy dañado y el corazón terriblemente herido por haber sido abandonado por su familia. En el hospital conoció médicos y enfermeras profundamente humanos. Pero ninguno de ellos podía responder a los gritos de su herida. No estaban allí para entablar una relación duradera y amorosa. El hospital no está concebido para ser un lugar de vida; es un lugar de cuidados. Cuando un niño se siente amado y seguro, su cuerpo se distiende. Cuando se siente solo, se pone rígido y se tensa para no experimentar demasiado la angustia, para protegerse contra un entorno que percibe como agresivo. Esta rigidez del corazón en Éric se había convertido en una rigidez de todo el cuerpo. Sus músculos estaban duros, como de madera. Cuando vino con nosotros no podía andar. ¿Cómo podía Éric encontrar el deseo de vivir? Sólo podria conseguirse si él descubría que era amado por otro, y que existían lazos reales y estables entre ellos. 

Jean Vanier, Hombre y mujer los creó, p 32



Buen día, Espíritu Santo! 29052018


RESONAR DE LA PALABRA - Evangelio según San Marcos 10,28-31.

Evangelio según San Marcos 10,28-31. 
Pedro le dijo a Jesús: "Tú sabes que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido". Jesús respondió: "Les aseguro que el que haya dejado casa, hermanos y hermanas, madre y padre, hijos o campos por mí y por la Buena Noticia, desde ahora, en este mundo, recibirá el ciento por uno en casas, hermanos y hermanas, madres, hijos y, campos, en medio de las persecuciones; y en el mundo futuro recibirá la Vida eterna. Muchos de los primeros serán los últimos y los últimos serán los primeros". 


RESONAR DE LA PALABRA
Queridos amigas y amigos:

La continuación del pasaje del joven rico recoge un sustancioso diálogo entre Pedro y Jesús, nacido de un comentario del Señor sobre lo peligrosas que son las riquezas y lo difícil que es desprenderse de ellas. Nos detenemos hoy en tres detalles interesantes de aquella conversación.
“Nosotros lo hemos dejado todo”. En esas palabras de Pedro san Gregorio Magno, hallando unos gramos de arrogancia, comentaba irónicamente: “¿Qué ha abandonado Pedro?... ¡Una vieja barca de pescador! Pero en la historia de la Iglesia ha habido muchos y muchas que han realizado renuncias mucho más importantes”. Y san Gregorio sacaba esta moraleja: lo importante no es “qué” se abandona por Cristo, sino “con qué” espíritu se hace. Suele sucedernos que, a veces, somos capaces de grandes despojos y, sin embargo, nos defendemos con uñas y dientes ante quien nos quiere corregir una pequeña costumbre o critica nuestro modo de pensar. Dejarlo todo nunca será sencillo ni espontáneo. Es de lo más parecido a una operación quirúrgica: Duele pero cura. Y su finalidad, según Jesús, no es otra cosa que la plena libertad interior para seguirle por amor y con amor.
La promesa del céntuplo. A quien lo deje todo por seguirle, Jesús promete el ciento por uno, ya en esta vida. Seguro que hemos oído o repetido en infinidad de ocasiones aquello de: ¡Dios no se deja ganar en generosidad! Con su mentalidad medieval de hidalgo Ignacio de Loyola solía decir que Dios es un “caballero” que no se deja humillar sólo recibiendo, sin regalar. Todo regalo hecho a Él nos es devuelto multiplicado por cien ya en esta vida. El amor, que debe ser siempre gratuito –si no se descalifica y falsea a sí mismo-, es recompensado con largueza por el Señor. Eso sí, cuando Él quiere y a su manera. Pero jamás olvida nada, por pequeño que sea. Quien prueba la verdad de esta afirmación en su vida, entenderá que la propia expropiación por Él es la mejor inversión que cualquiera puede hacer.
Junto con persecuciones. Esta indicación guarda una última advertencia que, por incómoda y turbadora, con frecuencia es ignorada. Más aún, esta frase parece contradecir y anular lo anteriormente dicho: Dios recompensa al ciento por uno por todo lo aquello a lo que se renuncia por su amor, pero si se hace “junto con persecuciones”, ¿no se trata de una nueva pérdida? Posiblemente sí… ¿En qué queda, pues, la ganancia? Tal vez se nos quiere decir que en toda renuncia, libre y consciente, no se da por descontado que la iniciativa venga siempre de nosotros. Puede darse el caso de que se nos prive violentamente de algo que no teníamos intención de donar, como por ejemplo la propia salud, o el tiempo personal disponible. En casos así, solo si convertimos en algo voluntario ese expolio injusto se puede parecer a la pasión que Jesús mismo sufrió en la cruz. Es el camino para llegar a decir con Él: “No me quitan la vida. Soy yo quien la entrego”

CR
fuente del comentario CIUDAD REDONDA

DEJARLO TODO PARA SEGUIRLE

Dejarlo todo para seguirle

    Las riquezas, tanto las materiales como las espirituales, pueden ahogarnos si no las usamos bien. Porque ni siquiera Dios puede poner algo en un corazón que ya está lleno. Un día surge el deseo de tener dinero y todas las cosas que éste puede proporcionar, las cosas superfluas, lujos en la comida, exquisiteces en el vestir. Las necesidades aumentan porque una cosa lleva a la otra, y la consecuencia es una insatisfacción incontrolable. Conservémonos todo lo vacíos que podamos para que Dios pueda llenarnos. 

    Nuestro Dios nos da el ejemplo: desde el primer día de su existencia humana se crío en una pobreza que ningún ser humano podrá experimentar jamás, porque “Siendo rico se hizo pobre” (2 Co 8,9). Siendo rico se vació a sí mismo. En esto es donde está la contradicción. Si deseo ser pobre como Cristo, que se hizo pobre aun cuando era rico, yo debo hacer lo mismo. Sería vergonzoso ser más ricos que Jesús, quien soportó la pobreza para nuestro bien. 

    En la cruz Cristo no tenía nada. La cruz se la dio Pilatos; los clavos y la corona, los soldados. Estaba desnudo. Cuando murió le quitaron la cruz, los clavos y la corona. Lo envolvieron en un trozo de lienzo donado por un alma caritativa y lo enterraron en una tumba que no le pertenecía. Aunque podría haber muerto como un rey e incluso haberse librado de la muerte, eligió la pobreza porque sabía que ése era el auténtico camino para poseer a Dios y para traer su amor a la tierra.


Santa Teresa de Calcuta (1910-1997), fundadora de las Hermanas Misioneras de la Caridad 
El amor más grande, pág. 40

lunes, 28 de mayo de 2018

IV CERCO DE JERICÓ - Junio de 2018

Cada Cerco nos alcanza, del Corazón Eucarístico de Jesús, una gracia particular.
¿Tienes claridad sobre aquella que está siendo necesaria en este tiempo de tu vida?

Tal vez tu sentir, tus pensamientos o tu imaginación te lleven a clamar por una en particular. Lo bueno es saber que aquello que nos será dado por Nuestro Señor, es lo que sin dudas nos hará crecer en gracia, en sabiduría, en fe y en esperanza.

En este cuarto cerco, vamos a pedir al Padre de los Cielos que por los méritos de la Preciosísima Sangre de Jesús, sean destruidas las raíces de los pecados capitales que socavan nuestra vida espiritual, nuestra relación de amistad con Jesús.

























Te esperamos en San Miguel.
Estaremos juntos preparándonos para el nuevo tiempo que se inicia en la arquidiócesis con la llegada de Mons. Sergio Fenoy.

CERCO DE JERICÓ
Inicio: Sábado 2 de Junio - 21 horas.

LA NOVEDAD DEL EVANGELIO

Para la mayor parte de nosotros el Evangelio ha dejado de ser noticia. Y si no es noticia, no es Evangelio: pues el Evangelio es la proclamación de algo absolutamente nuevo, perennemente nuevo; no es un mensaje que fuera antaño nuevo pero que ahora tenga dos mil años. Y sin embargo, para muchos de nosotros, el Evangelio es precisamente el anuncio de algo que no es nuevo: las verdades del Evangelio son viejas, arraigadas, firmemente establecidas, inalterables y, en algún sentido, un refugio contra todo lo que es conturbador por ser nuevo... El mensaje del Evangelio cuando se proclamó por primera vez, era profundamente conturbador para quienes querían aferrarse a cánones religiosos bien establecidos, los modos antiguos y aceptados, los modos que no eran peligrosos ni contenían sorpresas.
El Evangelio se trasmite de generación en generación pero debe llegar a cada uno de nosotros completamente nuevo, o no llega en absoluto. Si es meramente "tradición" y no noticia, no se ha predicado ni oído: no es Evangelio. 
Thomas Merton



UNA ABUELA

Siempre está bien tener en una comunidad una "abuela" que recuerde a las personas que tiene un  cuerpo y una afectividad, que a menudo se hacen montañas de pequeños problemas y que les convendría descansar un poco.

Jean Vanier


Buen día, Espíritu Santo! 28052018


Cerco de Jericó - Sus orígenes

El Poder de la Oración
La muralla de Jericó Es Derribada por Dios a través del Corazón de María


El 8 de diciembre de 1978, Nuestra Señora pidió por boca de una mística polaca que se rezaran 7 días y 7 noches de Rosarios continuos, en la abadía de Czestochowa, del 1º al 7 de mayo del año siguiente (1979), pidiendo por el feliz viaje que el Papa iba a hacer a Polonia y también para que desaparecieran todos los obstáculos que se le oponían. Dice el Señor Kaszczuk, presidente de la Legión de María de Polonia, que el Vicario General, el Obispo de Varsovia y el ya desaparecido Stefan Barela, Obispo de Czestowchowa, aprobaron esa forma de oración, lo mismo que el prior del monasterio de esa ciudad.

El rector de la abadía dijo que era imposible tal campaña de oración, porque se iba a anticipar la visita del Papa y sugirió que no se hiciera en mayo sino en abril anterior. Kaszczuk le dijo al rector: Nuestra Santísima Madre es la Inmaculada Concepción y Trono de la Sabiduría, y es imposible que Ella cometa un error en las fechas. Si el programa no puede ser en esa fecha, no se hará en ninguna. El rector cedió.

Dicha vigilia de oración de 7 días comenzó puntualmente el 1º de mayo de 1979.

Diariamente hubo celebración de muchas Misas, Adoración del Santísimo y Rosarios ante el Santísimo Sacramento expuesto, también cantos y meditaciones.

“A estas oraciones maravillosas, Rosarios en su mayoría, les llamamos “CERCO DE JERICÓ”, que se realizan con el Santísimo Sacramento expuesto. “Teníamos la seguridad de que estábamos destruyendo los muros de tinieblas de satanás y que estábamos pasando sobre las murallas del Jericó del infierno; estábamos cierto de estar peleando contra los príncipes de las tinieblas; así de grande era la fe con que hacíamos nuestras oraciones y meditaciones…” nos dice el Señor Kaszczuk.

Los ‘Cercos de Jericó’

Del 1 al 8 de mayo de 1979, nuestros amigos en Polonia organizaron el Congreso del Rosario antes mencionado en el Santuario nacional de Nuestra Señora de Czestochowa, para obtener el favor de que los comunistas le permitieran al Santo Padre visitar su tierra natal, lo que al principio fue rechazado por las autoridades polacas. El jueves de la semana de oración, nuestros amigos polacos supieron que el Santo Padre había obtenido su visa para ir a Polonia. Bautizaron esta semana como ‘El Cerco de Jericó’. Incluso nos invitaron a ir a Polonia por tal motivo y participar de esta oración incesante frente al Santísimo Sacramento.

Después de esto decidimos celebrar ‘Cercos de Jericó’ en unión con los polacos, para apoyar al Papa y para obtener grandes favores para el mundo. Sabemos que en el Antiguo Testamento, los muros de la ciudad de Jericó cayeron gracias al Poder de Dios.

En 1987, regresando de Roma, Mons. Kraszewski dio respuesta a nuestra carta en la que le informábamos sobre los ‘Cercos de Jericó’ llevados a cabo en Ghana, África y en Rougemont, Canadá.

“Estoy de plácemes al recibir el fantástico reporte del ‘Cerco de Jericó’ llevado a cabo en la Iglesia de Cristo Rey en Accra, Ghana, África Occidental, del 9 al 16 de agosto. Estoy muy contento de saber que el padre Cyprian Kubic y el Sr. Anatol Kaszuck están con ustedes en Canadá y que participaron en su ‘Cerco de Jericó’ del 27 de septiembre al 4 de octubre.

¡Nuestra gran fuerza está siempre en la oración de María, El Santo Rosario! El Año Mariano da a todos los católicos la posibilidad de orar a la Reina Victoriosa, ‘Maria Vincit’. Este es el lema en mi escudo de armas. Estoy convencido que este lema será una realidad. Sinceramente suyo en el Poder de la Reina Victoriosa.”

Z. J. Kraszewski, Obispo.

La Victoria de la Reina

La Reina obtuvo realmente la victoria. El 11 de julio de 1989, le escribimos a Monseñor Kraszewski: “Los Peregrinos de San Miguel de Canadá están conmocionados con los venturosos acontecimientos que están ocurriendo en Polonia. Es el triunfo de la Santísima Virgen María, la Reina que sale victoriosa de cualquier batalla.

En unión con sus amigos de Polonia, una de las peticiones de los Peregrinos de San Miguel durante su ‘Cerco de Jericó’ el pasado marzo fue la liberación de los prisioneros en los campos de concentración. Unos días después de esta semana, supimos que los presos políticos en Polonia habían sido liberados. ¡Qué gran victoria para el Cielo! Y he aquí otra gran victoria más: la fenomenal caída del régimen comunista y su reemplazo por las fuerzas católicas.”

El Jericó del año 2007 fue testigo de otro milagro en Canadá, ganó el partido político pro-familia con una minoría, a pesar de que no tenía ninguna posibilidad de ganar,humanamente hablando.


El primer CERCO en San Miguel Arcángel - Recreo

En Enero de 2015 tuvo lugar en nuestra comunidad el primer "CERCO de JERICÓ"
Hemos orado pidiendo que...

...el Señor derribe y rompa las murallas personales y comunitarias
que nos impiden ser “piedras vivas” en camino a la santidad,
murallas que no nos dejan vivir los carismas
que el Señor sembró para el crecimiento de la comunidad.

Por intercesión de la Virgen de Guadalupe pedimos
las gracias necesarias para ser dóciles instrumentos de intercesión.

Que se derriben los muros que conducen,
generan y causan el mundo de la droga,
los problemas familiares, económicos y de salud.


Somos testigos de poderosos testimonios de hermanos que vivieron en nuestra comunidad éste poderoso tiempo de oración e intercesión. Familias reconstituidas, vidas que han vuelto al camino de la Fe; gracias de sanación interior, sanación de relaciones y vínculos.

QUÉ ES EL CERCO DE JERICÓ

QUÉ ES EL CERCO DE JERICÓ
Es una oración para rezarse ante el Santísimo Sacramento.

Originalmente consistía en rezar el Santo Rosario ininterrumpidamente ante el Santísimo Sacramento durante 7 días. Aunque a lo largo de los años ha ido adquiriendo formas y expresiones diversas, debemos decir que su esencia -con las libertades que tiene-, se mantiene. Lo importante es hacerlo con fe y desde el corazón para que sea un verdadero diálogo con el Señor, Vivo y Presente en el Sagrario.

Es una oración esencialmente comunitaria, pero también puede rezarla una sola persona; y aunque se recomienda rezar en el templo, ante Jesús Sacramentado, si no es posible de esta forma es permitido rezarla en casa, en lo posible ante un Crucifijo.

Es una oración que se basa en lo escrito en el libro de Josué:
“A la señal dada (…) todo el pueblo prorrumpirá en fuertes gritos de guerra. Entonces los muros de la ciudad caerán sobre sí mismos” (Jos 6, 5)

Meditación: Marcos 10, 17-27

Vende lo que tienes,
da el dinero a los pobres
y así tendrás un tesoro en los cielos.
Marcos 10, 21


El hombre que nos presenta el Evangelio de hoy seguramente jamás se imaginó escuchar tales palabras. Sin duda pensaba que tenía todo a su favor, pero no estaba dispuesto a arriesgar su respetabilidad frente a los de su círculo social para tratar de imitar a Cristo. Simplemente no podía renunciar a sus muchos bienes materiales y esto le impidió disfrutar de la vida plena que Jesús le ofrecía para esta vida y la próxima.

El Señor estaba invitando a este joven a experimentar una transformación completa, a iniciar una vida guiada y fortalecida por el Espíritu Santo, una vida para la cual tenía que renunciar a su dependencia de las riquezas materiales a fin de encontrar la felicidad. Es posible que este hombre haya tenido el sincero deseo de encontrar una vida más completa y satisfactoria, pero el apego a lo material se lo estaba impidiendo y Jesús, ofreciéndole librarlo de toda atadura, le mostró el camino hacia la libertad, pero él no pudo aceptarlo.

En realidad, Cristo quiere elevar a todos sus hijos a una vida iluminada por el Espíritu Santo, porque para eso vino, para darnos vida y vida en abundancia (Juan 10, 10), y el Señor sabe qué es lo que cada cual necesita para adoptar esa vida. Por eso, a veces pone el dedo en la llaga que nos duele, tal como lo hizo con el joven rico. La interrogante que todos hemos de afrontar es si estamos dispuestos a confiar en Jesús en forma tan radical. ¿Estás tú, hermano, dispuesto a ser una persona que quiera imitar a Cristo en todas tus actitudes?

A veces se nos ocurre que jamás podríamos hacer lo que Jesús nos pide, pero el Señor quiere darnos la seguridad de que con Dios todo es posible. Si Jesús nos pide hacer algo difícil, podemos confiar plenamente que también nos mostrará el camino y nos concederá la gracia necesaria para cumplirlo. Si nos pide que nos vaciemos de nosotros mismos un poco más, lo hace porque desea crear un espacio en nuestro corazón para que él deposite allí su vida y su amor. Ten la confianza de que esto es lo que el Señor hará.
“Cristo, Salvador mío, sé que tú escudriñas mi corazón y me conoces perfectamente bien, porque ves los aspectos de mi vida que necesito cambiar. Muéstramelos, Señor, para que yo me transforme más por el poder de tu Espíritu Santo.”
1 Pedro 1, 3-9
Salmo 111(110), 1-2. 5-6. 9-10
fuente: Devocionario Católico La Palabra con nosotros

RESONAR DE LA PALANBRA - Evangelio según San Marcos 10,17-27.

Evangelio según San Marcos 10,17-27. 
Cuando Jesús se puso en camino, un hombre corrió hacia él y, arrodillándose, le preguntó: "Maestro bueno, ¿qué debo hacer para heredar la Vida eterna?". Jesús le dijo: "¿Por qué me llamas bueno? Sólo Dios es bueno. Tú conoces los mandamientos: No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no perjudicarás a nadie, honra a tu padre y a tu madre". El hombre le respondió: "Maestro, todo eso lo he cumplido desde mi juventud". Jesús lo miró con amor y le dijo: "Sólo te falta una cosa: ve, vende lo que tienes y dalo a los pobres; así tendrás un tesoro en el cielo. Después, ven y sígueme". El, al oír estas palabras, se entristeció y se fue apenado, porque poseía muchos bienes. Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: "¡Qué difícil será para los ricos entrar en el Reino de Dios!". Los discípulos se sorprendieron por estas palabras, pero Jesús continuó diciendo: "Hijos míos, ¡Qué difícil es entrar en el Reino de Dios!. Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de Dios". Los discípulos se asombraron aún más y se preguntaban unos a otros: "Entonces, ¿quién podrá salvarse?". Jesús, fijando en ellos su mirada, les dijo: "Para los hombres es imposible, pero no para Dios, porque para él todo es posible". 


RESONAR DE LA PALABRA

Queridos amigas y amigos:

El evangelio de hoy recoge, probablemente, uno de los episodios más tristes de la vida pública de Jesús: una vocación frustrada. Tras su mirada amorosa y la invitación a su seguimiento, se encuentra con el tristísimo rechazo de aquel hombre que antes había corrido a su encuentro de Jesús y se había arrodillado ante él. Según los evangelios de Mateo y de Lucas se trataba de un “joven”. La juventud, edad de las grandes elecciones, lo es también de rechazos y miedos. Cuando Quevedo hablaba de “juventud, robusta y altiva”, tal vez estuviera pensando en aquella ingenua autosuficiencia que esconde la edad dorada, esa que según dos evangelistas hermoseaba a nuestro joven personaje.
Una pregunta mal formulada. El hombre que en aquella ocasión corrió al encuentro de Jesús y se arrodilló ante él… no formuló bien su primera pregunta. Tenía trampa. Utilizó el verbo “tener” que en el seguimiento de Jesús está de sobra. Y menos si el sujeto agente del mismo es el “yo”. Se equivocó. O mejor dicho, quedó manifiestamente a la vista su intención. En las cosas del Reino uno ni es protagonista, ni debe tratar de añadir otra propiedad más a las que ya se tienen. No es cuestión prioritariamente de hacer para tener, sino de entrar. El Reino siempre es un don gratuito, un regalo inmerecido, una meta inalcanzable. Por eso, Jesús le corrigió con delicadeza, pero sin adular ni hacer concesiones.
Comenzar por los mandamientos. A continuación, Jesús le recomendó empezar por el principio, esto es, por hacer lo justo y debido: lo mandado por Dios. Hablar hoy de mandamientos nos resulta algo molesto y ya superado. Soportamos mal las imposiciones y por eso no nos gusta hablar de mandamientos, sobretodo cuando son incómodos. Y sin embargo son imprescindibles. Particularmente aquellos que cumplen tres requisitos que los acreditan: proteger valores fundamentales, evitar el subjetivismo y preservar en la debilidad. Tal vez tendríamos que recordarnos con más frecuencia que ésta fue la primera llamada de Jesús: A ser buenos. En el sentido machadiano del término. Sin esto, no se puede iniciar otros vuelos más altos.
Y después, venderlo todo. Esta es la segunda llamada. No se trata de una praxis ascética, ni de un desprecio de las realidades creadas, en particular de las más queridas o necesarias. Venderlo todo sólo puede entenderse desde la acogida de la propuesta de seguir a Jesús. O en términos de Pablo, hacer la “experiencia de la basura”, esto es, comprobar que todo lo que existe, y que en tantas ocasiones nos roba el corazón, es nada comparado con la suerte de conocer personalmente a Jesús, amarle intensamente y seguirle sin mirar atrás.



Seguro que muchos de nosotros estaremos de acuerdo en que siguen existiendo personas como este personaje: buenas pero sin pasarse… y también sus contrarias. Pero, ¿y yo?... suponiendo que sea una persona “decente” y buen cristiano, ¿me queda algo por vender?

CR

 fuente del comentario CIUDAD REDONDA