Marcos 10, 13
En la época de Jesús los niños realmente no contaban para la sociedad, aunque su tierno corazón ya comenzaba a percibir la realidad del Reino de Dios.
Jesús presenta a los niños como ejemplo de una total dependencia y disponibilidad: son pequeños, vulnerables, indefensos, carentes de privilegios y lo esperan todo de sus padres.
Sin embargo, cuando el mundo comercial se enfoca en los niños por lo que éstos les pueden beneficiar monetariamente (ropa de marca, juguetes, diversiones, deportes), por otra parte, en muchos países, supuestamente civilizados, se da la tragedia legalizada de la violencia máxima contra los más indefensos: el niño no nacido.
Son muy tristes y lamentables las noticias que a veces llegan de que cientos o miles de seres humanos han perdido la vida por causa de las guerras, las drogas, las enfermedades graves, los desastres naturales y muchas otras causas. Pero existe un estridente silencio cómplice que ensordece: Los niños no nacidos que han sido abortados sólo en los Estados Unidos desde que se legalizó el aborto en 1973 ¡son más de 50 millones!
En el blog del padre Víctor Salomón (www.priestsforlife.org) leemos el siguiente testimonio: “Hace 27 años siendo un muchacho, estuve envuelto en dos abortos, ya que mi vida era la de un ser irresponsable, arrogante, orgulloso, egoísta, egocéntrico. Esos abortos me condujeron a un camino de drogas, alcohol, relaciones sexuales irresponsables, crimen y a otras cosas destructivas. ¿Cómo puede el aborto conducir a todo eso? Lo hace porque causa culpabilidad, y lleva a la persona, lo reconozca o no, a tomar malas decisiones, a sentir odio a sí mismo, cólera hacia otros, violencia y muchas otras clases de emociones sin rumbo ni criterio... Me dijeron que un aborto era simplemente hacer desaparecer un montón de células y no la matanza de un bebé. [Pero] para las tres semanas ya hay latido del corazón. A las ocho semanas todos los sistemas del cuerpo están presentes. El bebé está creciendo rápidamente. Los órganos genitales están claramente diferenciados en 16 semanas y el bebé agarra con sus manos, patea y se voltea. Esto no es un montón de células, pero claramente es un pequeño ser humano.”
“Perdona, Padre amado, a quienes practican el aborto y más aún a quienes lo promueven. No saben lo que hacen o no quieren saberlo.”
Santiago 5, 13-20
Salmo 141(140), 1-3. 8
fuente: Devocionario Católico La Palabra con nosotros
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