sábado, 29 de diciembre de 2012

Venciendo la depresión navideña



¿Deprimido por Navidad? ¡Parece contradictorio!, sin embargo he observado que en estos días del año, entre celebraciones, regalos,…, algunas personas experimentan un estado de abatimiento o tristeza, una realidad que puede agudizarse en el contexto de la crisis que padecemos.

Las razones son diversas. Por una parte, la "felicidad" que pregonan los carteles publicitarios tiene precio: sólo está al alcance de quienes disponen de suficientes ingresos para darse un atracón de compras. Nos condicionan, igual que a los perros de Pavlov,  para que hagamos de la Navidad un festín de consumismo y derroche. Ese es el ideal de "felicidad" que intentan inocular en nuestras pobres almas.

Por supuesto, la otra cara de la moneda es que si nuestro bolsillo no dispone de excedentes suficientes para gastos superfluos, si estamos sin trabajo, o en una situación de precariedad económica, estamos condenados, siempre según los carteles publicitarios, a pasar unas navidades tristes.

Ese es el contra-mensaje de la publicidad. Esa es la no-felicidad que nos quieren imponer.

Pero no sólo es una cuestión de economía, es en este tiempo cuando más echamos en falta a familiares y amigos que quizás ya no están con nosotros, o viven lejos, lo que hace aflorar el sentimiento de la soledad.

Otros en cambio tienen recuerdos o heridas emocionales de navidades pasadas, experiencias traumáticas de la niñez, decepciones,…o están resentidos con otras personas, o por situaciones difíciles de la vida.

Algunos hacen un balance, con saldo negativo, de los resultados del año vivido; o en plena Navidad se encuentran inmersos en situaciones de angustia por enfermedades, problemas económicos, deudas, etc.

¡Pues bien! Sea cual sea nuestra situación,… ¡cambiemos el“chip”! No estamos destinados a vivir esta fiesta en un estado depresivo, ¡no, señor!... plantemos cara a las dificultades, con una actitud nueva, con autoestima, dignidad y esperanza.

¿Quieres convertir tu Navidad en una oportunidad y vencer la depresión navideña?

He reunido aquí una pequeña lista de 10 cosas que podemos hacer para lograrlo:

1. No te dejes envolver por el ambiente de consumismo y los excesos de estos días: Convéncete, ¡eso no es Navidad! Si tienes que hacer algún presente, opta por los regalos alternativos, mejor si los haces tú mismo. En este enlace encontrarás algunas ideas: Recuperar la auténtica Navidad

2. Haz una lista de agradecimiento: Anota todas las personas que te han ayudado en el camino del año, y, por supuesto, agradece a Dios las bendiciones recibidas

3. Participa en alguna actividad solidaria, ya sea en tu comunidad, o parroquia: visitar enfermos, campañas de recogida y distribución de alimentos, etc. Darse a los demás es bendición y vida para nosotros mismos.

4. Perdona las ofensas recibidas: ¡Libérate del veneno de los resentimientos! Piensa en quienes te han herido, y, con la ayuda de Dios, perdónalos. El perdón es siempre sanación y liberación.

5. Ora: La oración es fuente de paz, fortaleza y consuelo. Para empezar puedes leer un salmo antes de acostarte y al levantarte. Habla con Jesús, entrégale tus cargas y preocupaciones, pídele por tus necesidades,…

6. Pon el belén y el arbolito en casa: Aunque la situación económica o familiar sea difícil, no dejes de poner en casa los adornos propios de Navidad: el arbolito, el belén,… Sí, claro que vale la pena.

7. Celebra con la familia y los amigos: Aprovecha estos días para encontrarte con tus familiares y amigos. Ellos también te necesitan. No te aísles con la excusa de que estas pasando una mala racha.

8. Evita escuchar discursos pesimistas y no te afilies al"club de las lamentaciones"“el año que viene será peor”, “no hay nada que hacer”, “a donde vamos a parar”,… ¡hombre, ya está bien!

9. Mantente activo: Decían los antiguos que la ociosidad es enemiga del alma,… ¡hay tantas cosas por hacer!,… Colaborar en casa, alguna actividad interesante acorde a tus talentos,… ¡Venga, a levantarse del sillón!

10. Si eres católico, te invito a acudir a los sacramentos: una buena confesión en Navidad, la Eucaristía,…son siempre un encuentro con la gracia de Dios que te sana, te restaura y te llena de alegría y paz verdadera.


Fuente: El Blog de Marcelo, catequista

Feliz Navidad!








miércoles, 19 de diciembre de 2012


Estaba equivocado, ¡perdóneme!

Perdón

¿Por qué motivo tenemos dificultades para pedir perdón?

En muchas situaciones de desentendimiento y desconfianza en las relaciones humanas, como en las separaciones, peleas en el trabajo y en los ambientes sociales, es importante que reconozcamos una de nuestras grandes faltas: no pedir perdón. No reconocer nuestros errores es un gran obstáculo en la calidad de la convivencia.
¿Por qué tenemos estas dificultades? Uno de ellos es admitir la “pérdida de nuestra dignidad” al tener que pasar por encima de nuestro orgullo, nos sentimos amenazados al exponer nuestros puntos débiles, o que, al pedir disculpa el otro “nos pase por encima” o use esto como una venganza, o que encima “seamos recordados por los errores o culpados por ser honesto”. (Powell, J. 1985). Creo que, muchas veces, ya viviste eso, ¿verdad?
En varias situaciones, nos sentimos inferiores al pedir disculpas; tenemos la necesidad de pasar parte de nuestra vida probando que somos siempre perfectos, que somos siempre capaces, que somos fuertes e invencibles. De alguna forma, esta necesidad se nos va imponiendo y puede ser una gran trampa en nuestras vidas.
En otras situaciones, puedo usar el siguiente pensamiento “si no recibí las disculpas del otro, ¿Porque me voy a sujetar a pedir disculpas?” Esto no es más que un gran proceso de inmadurez, al dejar que los comportamientos de la otra persona determinen nuestros comportamientos y actitudes. Es como creer que esta bien robar, porque alguien ya robó, nunca fue descubierto y no fue preso.
Para que podamos llegar al punto de pedir disculpas, es válido encontrar un punto de honestidad con nosotros mismo, asumiendo las fallas y limitaciones. Esta honestidad interior hace que veamos, verdaderamente, nuestra responsabilidad en las situaciones; que podamos reconocer lo que hicimos y entrar en una actitud de reconciliación con el otro. Tal vez, no siempre consigamos el perdón, pero la actitud de reconocer es totalmente tuya y, ciertamente, muy liberadora.
Pide disculpas, pero libérate de los que te llevan a pensar: “tú provocaste esto”, “reaccioné así por tu culpa”, “te trato a vos como vos me trataste a mí”. Tales formas “racionales” de explicar un hecho, solo alimentan en nosotros más rabia y resentimiento. Hace que cubramos nuestros errores y no permite que, honestamente, podamos admitir lo que se hizo de errado.
El perdón es instrumento de vida” (Cencini, A. 2005) y “fuerza que puede cambiar al ser humano”. Ciertamente, “la falla en pedir disculpas” y en perdonar sólo servirán para prolongar la separación entre dos personas. Para esto, “la verdad necesita estar presente en todos los sinceros pedidos de disculpas” (Powell, J. 1985) comprendiendo la extensión de los prejuicios que nuestras actitudes, a veces desordenadas y desmedidas, puedan haber provocado en la vida del otro.
A veces, necesitamos quebrar nuestras barreras interiores y realizar un gran esfuerzo al decir: “Estaba equivocado ¡Perdóneme!”, pues este esfuerzo hará tu vida mucho mejor, a pesar que el otro no acepte, de inmediato, su pedido, pero tu vida ya fue cambiada a partir de este gesto.
Piensa en este: ¿A quién te gustaría pedir perdón hoy?
Traducido: Exequiel Alvarez
Elaine Ribeiro

¿Cómo educar a mi hijo adolescente?


Algunos tips...

Educar
  • Mantener una relación personal positiva con los hijos y una fuerte vida de familia.

  • Si hay un problema, tratar de resolverlo, no olvide que el diálogo es la mejor herramienta.
  • Pasar tiempo juntos y estar en contacto físico y verbalmente.
  • Ayudarles a desarrollar un sentido de identidad en la familia.
  • Ayudarle a desarrollar un auto concepto positivo.
  • Trate a su hijo con amor, firmeza y respeto.
  • No compare a su hijo con otros.
  • Trate a sus hijos e hijas de igual manera, pero recuerde que cada uno es diferente.
  • Apoye los esfuerzos de sus hijos para encontrar amigos que les ayuden a sentirse bien consigo mismos.
  • Ayúdelos a desarrollar sus intereses y habilidades.
  • Ayúdelos a terminar con el mal hábito de posponer las cosas.
  • Enseñe a sus hijos valores morales, especialmente el de la independencia.
  • Guarde el equilibrio entre independencia y control.
  • Base su autoridad en el amor, pero recuerde que la familia no es una democracia.
  • Diga si cuando si pueda y no cuando tenga que hacerlo.
  • Compagine el control con las necesidades de sus hijos.
  • No controle a través de la culpabilidad.
  • Use un control indirecto.

Fuente: ALMAS . portal en español







La obra preferida de Dios: CONSOLAR


Querida Comunidad:
¡Cómo no dar gracias a Dios en estos 10 años de sacerdote, si me permite celebrar la Navidad con ustedes!
Estoy transitando mis primeros pasos en Recreo y me consuelan, ante el temor del desafío, las muestras de cariño filial que estoy recibiendo. Y lo expreso, porque el consolar es la obra preferida de Dios. “CON-SOLAR”, es: “estar con el que se siente solo”, y Jesús, el Emmanuel (“Dios-con-nosotros”), ha nacido para “consolarnos”.
Este incipiente temor a lo nuevo se va diluyendo; en tanto que la certeza de la cercanía de ustedes se va cristalizando. ¡Gracias por permitirme caminar, como Pastor, conduciendo tan noble rebaño!
Que este Cristo que ha venido para que no estemos solos, huérfanos de Dios, nazca en cada familia recreína, así el consuelo que brilla en la gruta de Belén, se transforme, en nuestra comunidad, en signo de comunión.
María, desde su Santuario en Guadalupe, sea la Estrella de la Mañana que ilumine nuestro compartir, a fin de que todo lo que hagamos, sea para gloria de Dios.

¡Feliz Navidad, nueva y querida Familia!
Padre Leonardo.






En el Umbral


viernes, 14 de diciembre de 2012

Juntos somos más!


Cuenta Regresiva: Faltan 2 días



Misterio de vida y de amor.
Son dos... pero son uno.
Gisela y... Santiago !! de nuestra comunidad Santa Rosa de Lima.
Gracias Gisela porque ¡juntos somos más!
Cuenta Regresiva: Faltan dos días!
 



Cuenta Regresiva: Faltan 3 días


Tres son los días que faltan para comenzar a transitar
juntos éste tiempo de nuestra historia...
A las tres de la tarde de éste jueves 13
quisimos interceder ante el Señor de la Misericordia por vos,
por tu vida consagrada, por tu ministerio sacerdotal.
Por las comunidades que te acompañaron
y por los que asumimos el compromiso de acompañarte.
¡Jesús, Fuente de Misericordia, en Vos confiamos!
 —



Camino de Adviento - Día 14 de Diciembre


Camino de Adviento - Día 13 Diciembre


Camino de Adviento - 12


Cuenta Regresiva: Faltan 4 días


¡Ven Espíritu de los cuatro vientos a edificar nuestras vidas fortalecidos en La Palabra!"
Gracias Aurora, Lucrecia, Eduardo y Claudio,
catequistas, misioneros, hombres y mujeres de la Palabra por unirse a ésta "cuenta regresiva".
¡Faltan 4 días!

Cuenta Regresiva: Faltan 5 días


5 Misterios, 5 corazones, 5 vidas forjadas en la lucha,
la esperanza, la oración, la devoción a Nuestra Madre.
5 mujeres que representan aquello que construye comunidad...
ternura, entrega, esperanza, vida en crecimiento.
Gracias Telly, Pepa, Marta, Graciela y Aida por sumarse a la "cuenta regresiva" ¡Faltan 5 días! — 

Cuenta Regresiva: Faltan 6 días


En un alto a los preparativos de fin de curso, Mónica, Nancy, Ema, Alicia, María del Carmen, Laura, Nadia, Georgina, Gerardo, María José, Marilin, Mónica, Gabriela, Silvia, María Lujan, Bety, Lorena, Claudia y Noelia, personal y docentes de las Escuelas Parroquiales, participando de la "Cuenta Regresiva".. ¡Faltan 6 DÍAS! — 

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Vivir el carisma de la unidad


La vida del hombre no debería estar hecha de compartimentos estancos, como desgraciadamente sucede a menudo. Nada de vidas dobles, triples o cuádruples. Nada de comportamientos diferentes cuando se está en familia, en el trabajo o en la parroquia, en el club deportivo, la escuela o la universidad.

La “cultura de la unidad” que surge del “carisma de la unidad” lleva a la persona que se adhiere a una plena realización de su potencial humano, a la luz de los principios del Evangelio.Este modo de vivir unitario no puede dejar de tener un reflejo en cada uno de los ámbitos en los cuales la persona se encuentra, vive y actúa.

Escribía Chiara Lubich en 1968: “El amor es luz, es como un rayo de luz que, cuando atraviesa una gota de agua, se despliega en un arco iris, en el que se pueden admirar sus siete colores. Son todos colores de luz que, a su vez, se despliegan en infinitas gradaciones. Y así como el arco iris es rojo, naranja, amarillo, verde, azul, índigo/añil y violeta, el amor, que es la vida de Jesús en nosotros, asumiría distintos colores, se expresaría de varias maneras, diferente una de otra.

rosso«El amor, por ejemplo, es comunión, lleva a la comunión.
Jesús en nosotros, porque es Amor, realizaría la comunión.

arancioEl amor no se encierra en sí mismo, es difusivo de por sí.
Jesús en nosotros, el Amor, sería irradiación de amor.

gialloEl amor eleva el alma.
Jesús en nosotros elevaría nuestra alma a Dios. Y esto es la oración.

verdeEl amor sana.
Jesús, el centro del amor, sería la salud de nuestra alma.

azzurroEl amor reúne a las personas en asamblea.
Jesús en nosotros, porque es Amor, reuniría los corazones.

indacoEl amor es fuente de sabiduría.
Jesús en nosotros, el Amor, nos iluminaría.

violettoEl amor compone a muchos en uno, es unidad.
Jesús en nosotros nos fundiría en uno.

Éstas son las siete expresiones principales del amor que teníamos que vivir. El siete sirve para indicar un número al infinito”.


fuente: www.focolare.org