"Hay que permitir a Jesús que actúe cuando El llega a nuestra vida, a mi vida, a nuestra vida, por más que esté muy golpeada, si se lo permitimos lo hace con tal abundancia que se ve reflejada en "multiplicación de panes y de peces". Esto no es otra cosa que la abundancia de la presencia de Dios, es la abundancia del amor de Dios."
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