domingo, 30 de septiembre de 2018

El que no está contra nosotros, está con nosotros

El Evangelio de este domingo nos presenta uno de esos detalles muy instructivos de la vida de Jesús con sus discípulos. Estos habían visto que un hombre, que no formaba parte del grupo de los seguidores de Jesús, echaba a los demonios en nombre de Jesús, y por eso querían prohibírselo. Juan, con el entusiasmo vigoroso, típico de los jóvenes, refiere esto al Maestro buscando su apoyo; pero Jesús, al contrario, responde: «No se lo impidan, porque nadie puede hacer un milagro en mi Nombre y luego hablar mal de mí. Y el que no está contra nosotros, está con nosotros»”...

“Juan y los demás discípulos manifiestan una actitud de cerrazón ante un acontecimiento que no entra en sus esquemas, en este caso la acción, aún buena, de una persona “externa” al círculo de los seguidores. En cambio Jesús aparece muy libre, abierto plenamente a la libertad del Espíritu de Dios, que en su acción no está limitado por algún confín o recinto. Jesús quiere educar a sus discípulos, también a nosotros hoy, a esta libertad interior”.

Santo Padre Francisco
Ángelus Domingo 30092018



Atentos a lo Bueno, lo Bello y lo Verdadero

Jesús "nos llama a no pensar según las categorías de “amigo/enemigo”, “nosotros/ellos”, “quien está dentro/ quien está fuera”, “mío/tuyo”, sino a ir más allá, a abrir nuestro corazón para poder reconocer su presencia y la acción de Dios incluso en ambientes insólitos e impredecibles y en personas que no forman parte de nuestro círculo. Se trata de estar más atentos a la autenticidad del bien, de lo bello y de lo verdadero que se realiza, que al nombre y al origen de quien lo hace. Y -como sugiere la parte restante del Evangelio de hoy- en lugar de juzgar a los demás, debemos examinarnos a nosotros mismos y “cortar” sin compromisos todo lo que pueda escandalizar a las personas más débiles en la fe."

Santo Padre Francisco
Ángelus Domingo 30092018




Buen día, Espíritu Santo! 30092018


San Luis M G de Montfort en 15 frases - # 10


RESONAR DE LA PALABRA - Evangelio según San Marcos 9,38-43.45.47-48.

Evangelio según San Marcos 9,38-43.45.47-48.
Juan le dijo a Jesús: "Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu Nombre, y tratamos de impedírselo porque no es de los nuestros".Pero Jesús les dijo: "No se lo impidan, porque nadie puede hacer un milagro en mi Nombre y luego hablar mal de mí.Y el que no está contra nosotros, está con nosotros.Les aseguro que no quedará sin recompensa el que les dé de beber un vaso de agua por el hecho de que ustedes pertenecen a Cristo.Si alguien llegara a escandalizar a uno de estos pequeños que tienen fe, sería preferible para él que le ataran al cuello una piedra de moler y lo arrojaran al mar.Si tu mano es para ti ocasión de pecado, córtala, porque más te vale entrar en la Vida manco, que ir con tus dos manos a la Gehena, al fuego inextinguible.Y si tu pie es para ti ocasión de pecado, córtalo, porque más te vale entrar lisiado en la Vida, que ser arrojado con tus dos pies a la Gehena.Y si tu ojo es para ti ocasión de pecado, arráncalo, porque más te vale entrar con un solo ojo en el Reino de Dios, que ser arrojado con tus dos ojos a la Gehena,donde el gusano no muere y el fuego no se apaga.

RESONAR DE LA PALABRA

El Reino es más grande que la Iglesia

La parroquia, la diócesis, la Iglesia, el movimiento al que pertenezco. Esos son los grupos básicos a los que pertenece un cristiano. A través de ellos recibe la formación que necesita y canaliza el compromiso de su vida. A través de ellos se relaciona con otros grupos, con otras comunidades, con otras parroquias, con la Iglesia toda. Es maravilloso ver esas concentraciones masivas. Un día se reúnen los catequistas. Otro día se reúnen los miembros del grupo tal o de las comunidades cual. O el obispo convoca una concentración diocesana. Nos juntamos, oramos juntos, celebramos juntos nuestra vida cristiana y nos sentimos animados a seguir trabajando y esforzándonos por vivir mejor nuestro compromiso. 

Pero, a veces, tenemos la tentación de mirar a todos los que no pertenecen a nuestro grupo como extranjeros y enemigos. Ellos no piensan exactamente como nosotros. Tienen un estilo y una forma diferente de hacer las cosas. Quizá –y esto se dio antiguamente en el caso de las congregaciones religiosas– hasta visten de forma diferente. Eso que sucede dentro de la Iglesia Católica sucede también en relación con las otras Iglesias, con las otras religiones... Miramos a los otros como extraños y, de entrada, les condenamos porque no son como nosotros. Y esa diferencia nos lleva a condenarlos. 

El Evangelio de hoy nos recuerda algo muy importante: el Reino de Dios es más grande que el pequeño grupo que formamos los discípulos de Jesús, que los que estamos en nuestra parroquia, nuestra comunidad, nuestro grupo o nuestra Iglesia. El Reino abarca a todos los hombres de buena voluntad. Sin excepción. Basta con que abramos los ojos, habiéndolos limpiado previamente de prejuicios, filtros negativos y gafas oscuras, y miremos a nuestro alrededor. Nos sorprenderemos al ver la cantidad de hombres y mujeres que, aún pensando muchas veces de forma muy diferente a como nosotros pensamos o utilizando un nombre diferente para llamar a Dios o, incluso, afirmando con sus labios que Dios no existe, han hecho de su vida un servicio a los demás, a su bienestar, a su felicidad, a la justicia, a la fraternidad. Es clarísimo: ellos también pertenecen al Reino. Jesús nos trajo el mensaje de un Dios que está a favor de la vida del hombre. Y todo el que esté a favor del hombre y de su vida, está de su lado. “El que no está contra nosotros está a favor nuestro”. 

Los cristianos tendríamos que aprender a jugar el juego de la inclusión y evitar a toda costa el juego de la exclusión. Porque Jesús no excluyó a nadie. Sino que juntó a todos. Hoy es día para sentirnos hermanos y hermanas de todos aquellos que, bajo cualquier fe o ideología, se han dedicado a hacer el bien. Jesús está con ellos y nosotros también. 

Para la reflexión
¿Cómo miro a mis hermanos de otros grupos y movimientos? ¿Y a los de otras iglesias? ¿Y a los de otras religiones? ¿Les excluyo o les incluyo en el Reino? ¿Creo en su buena voluntad?

Fernando Torres cmf

fuente del comentario CIUDAD REDONDA

COMPRENDIENDO LA PALABRA 300918


«Tengan todos un mismo lenguaje, y no haya cismas entre ustedes» (1 Cor 1:10).

  Las diversas partes de la Iglesia no permanecen enteras cuando una de ellas sufre y muere. Si todas las Iglesias fueran por ellas mismas un cuerpo completo, habría asambleas y numerosas reuniones; sin embargo la Iglesia forma un solo cuerpo por lo que el cisma destruye su unidad…Después de haber denunciado este mal utilizando la amarga palabra «cisma», el apóstol Pablo suaviza agregando: «estén todos unidos en el mismo espíritu y en el mismo sentimiento.» No se trata solamente de ponerse de acuerdo con palabras sino de una unión de pensamiento y de sentimientos. Y como puede ocurrir que estemos unidos en un punto pero divididos en otros, Pablo insiste: «Estén unidos de una manera perfecta»…, perfectos en la caridad.

      Podemos estar unidos de pensamiento y divididos en la acción, tener una misma fe y no estar más unidos por una misma caridad. Es lo que ocurría en Corinto, en dónde unos se apegaban a tal maestro, y los demás a otro. Pablo no les reprochaba alguna diferencia en la fe, sino su manera de actuar, las rivalidades humanas…« ¿Que me han informado? ¡Que existen discordias entre ustedes!... ¿Está dividido Cristo? (1 Cor 1:13)

San Juan Crisóstomo (c. 345-407)
presbítero en Antioquía, después obispo de Constantinopla, doctor de la Iglesia
Tercera homilía sobre la Primera carta a los Corintios
« De esos ninguno nos sigue»: las divisiones hacen tropezar a los pequeños (Trad. ©Evangelizo.org©)

sábado, 29 de septiembre de 2018

Meditación: Juan 1, 47-51

Te vi cuando estabas debajo de la higuera.
Juan 1, 48

¿Qué estaría pensando Natanael aquel día cuando estaba sentado bajo la higuera? Conocía muy bien las Escrituras así que es posible que estuviera recordando las palabras de Miqueas, en las que el profeta promete: “Cada cual podrá descansar a la sombra de su… higuera” (Miqueas 4, 4). Tal vez Natanael rezó diciendo: “¡Señor, haz que llegue pronto ese día!”

Encontrándose en medio de sus reflexiones, su amigo Felipe lo llamó para que viniera a conocer a Jesús, que ya se había fijado en él y conocía muy bien su corazón. Al ver a Natanael, el Señor le prometió que un día vería el cielo abierto y “cosas mayores”, incluso los ángeles (Juan 1, 50).

Así como Jesús vio a Natanael cuando éste estaba sentado bajo la higuera, así nos ve a nosotros también, y tal como conocía el corazón de Natanael, también conoce nuestros pensamientos más íntimos. El Señor nos ve cuando rezamos y también cuando lo que menos se nos ocurre es hacer oración. Conoce los anhelos más profundos que tenemos y quiere concedérnoslos, y así como lo hizo con Natanael, también nos promete abrir el cielo para que un día también lleguemos a ver “cosas mayores”, cosas que jamás nos habríamos imaginado.

Hermano, hoy celebramos la fiesta de los Santos Arcángeles, por eso te invito a que recuerdes que Jesús te está mirando. Él sabe cuándo te sientas y cuándo te levantas; desde lejos puede ver tus pensamientos (Salmo 139, 2) y sabe qué es lo que más anhelas y cuáles son tus temores más profundos y te ofrece su gracia y su ayuda divina. Él te dará fuerzas para hacer realidad tu vocación, tal como se la dio a María cuando envió al arcángel San Gabriel a anunciarle que ella sería la Madre de Dios (Lucas 1, 28). Él te abrirá los ojos para que lo veas más claramente, así como curó la ceguera de Tobit por medio del arcángel San Rafael (Tobit 11). Y luchará a tu lado contra el pecado, al igual que envió a Miguel a combatir contra Satanás y defender al pueblo de Dios (Apocalipsis 12, 7; Daniel 12, 1). Así, pues, ya sea que estés sentado bajo una higuera, o en la cocina de tu casa, o en tu automóvil, recuerda que Jesús está cerca de ti.
“Señor mío Jesucristo, te doy gracias por conocerme, por amarme y por caminar a mi lado cada día.”
Daniel 7, 9-10. 13-14
Salmo 138(137), 1-5

fuente: Devocionario Católico La Palabra con nosotros

Buen día, Espíritu Santo! 29092018


San Luis M G de Montfort en 15 frases - # 9


RESONAR DE LA PALABRA - Evangelio según San Juan 1,47-51.

Evangelio según San Juan 1,47-51.
Al ver llegar a Natanael, Jesús dijo: "Este es un verdadero israelita, un hombre sin doblez"."¿De dónde me conoces?", le preguntó Natanael. Jesús le respondió: "Yo te vi antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera".Natanael le respondió: "Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel".Jesús continuó: "Porque te dije: 'Te vi debajo de la higuera', crees . Verás cosas más grandes todavía".Y agregó: "Les aseguro que verán el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre."

RESONAR DE LA PALABRA

Está difícil esto de hablar de los ángeles. ¿Seres míticos o seres reales? ¿Andan por ahí, poblando el cielo y jugando con nosotros? Podemos perder el tiempo pensando y reflexionando en la esencia de los ángeles, en sus categorías y clases. No hacemos más que poner en el cielo la idea que tenemos de la corte de un señor de nuestro mundo. Como nuestros presidentes y reyes tienen cortes y gobiernos con muchos secretarios y asesores, también nos imaginamos que Dios, el todopoderoso por excelencia, tiene miríadas de secretarios, asesores y ayudantes de todo tipo.

Y de tanto mirar al cielo, nos puede salir tortícolis. Se nos olvida que el centro de nuestra fe está precisamente en la encarnación. Dios mismo se hizo hombre. Se vino a estar con nosotros. Desde aquel momento la salvación no se juega en las alturas sino en la bajuras de nuestra vida diaria y cotidiana, en la relación con los demás, en el trabajo, en la familia, en el esfuerzo por hacernos libres y responsables como corresponde a lo que somos: hijos e hijas de Dios, amados y queridos por él. En Jesús Dios se nos mostró cercano. Para llegar a él no nos hacen falta intermediarios. No es como aquellos emperadores a los que había que acercarse de rodillas y no se podía levantar la vista para mirarlos. Tampoco es como los presidentes de hoy que tienen tantos filtros entre ellos y el mundo de la calle que se nos hacen inalcanzables. Jesús puso a Dios a nuestro lado, en nuestras calles, en nuestras tiendas, en nuestras salas de televisión. Y vino para quedarse porque es de la familia. Es nuestra auténtica familia.

Por eso los ángeles nos tienen que hablar sobre todo de un Dios que quiere nuestro bien, que se preocupa por nosotros. Si tuviéramos que buscar una figura en nuestro mundo para pensar a Dios, tendríamos que pensar mucho más en el Defensor del Pueblo que en el presidente del Tribunal Supremo. Lo suyo es escuchar, atender, sentir con los dolores y alegrías de nuestros corazones. La Fuerza de Dios (Gabriel), la Medicina de Dios (Rafael) nos hablan de un Dios que está con nosotros y por nosotros, que quiere nuestra vida, nuestra felicidad, nuestro bienestar. ¿Qué Dios hay como éste? O como dijo Miguel: “¿Quién como Dios?”

CR

fuente del comentario CIUDAD REDONDA

COMPRENDIENDO LA PALABRA 290918


“Los ángeles de Dios suben y bajan encima del Hijo del hombre”

“Creo en un solo Dios…, creador del cielo y de la tierra, de todas las cosas visibles e invisibles.” La existencia de seres espirituales, no corporales, que la Sagrada Escritura llama habitualmente ángeles, es una verdad de fe. El testimonio de la Escritura es tan claro como la unanimidad de la Tradición. San Agustín dice respecto a ellos: “El nombre de ángel indica su oficio, no su naturaleza. Si preguntas por su naturaleza, te diré que es un espíritu; si preguntas por lo que hace, te diré que es un ángel. Con todo su ser, los ángeles son servidores y mensajeros de Dios. Porque contemplan “constantemente el rostro de mi  Padre que está en los cielos” (Mt 18,10), son “agentes de sus órdenes, atentos a la voz de su palabra” (Sl 103,20). En tanto que criaturas puramente espirituales, tienen inteligencia y voluntad: son criaturas personales e inmortales. Superan en perfección a todas las criaturas visibles. El resplandor de su gloria da testimonio de ello.

    Cristo es el centro del mundo de los ángeles. Los ángeles le pertenecen: “Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles… (Mt 25,31). Le pertenecen porque fueron creados por y para él: “Porque en él fueron creadas todas las cosas, en los cielos y en la tierra, las visibles y las invisibles: tronos, dominaciones, principados, potestades; todo fue creado por él y para él” (Col 1,16). Le pertenecen más aún porque los ha hecho mensajeros de su designio de salvación: “¿Es que no son todos ellos espíritus servidores con la misión de asistir a los que han de heredar la salvación?” (Hb 1,14)

    Desde la creación y a lo largo de toda la historia de la salvación, los encontramos, anunciando de lejos o de cerca, esa salvación y sirviendo al designio divino de su realización.

Catecismo de la Iglesia Católica
§ 328-332

viernes, 28 de septiembre de 2018

LA ORACIÓN ES FUNDAMENTAL EN LA VIDA DE UN CRISTIANO


En el Evangelio según Mateo, Jesús nos enseña a tener una vida de oración y nos enseña, también, la oración del Padre Nuestro. Quiero decirte que el Padre Nuestro está por encima de cualquier modelo de oración y que, con sencillez , nos dirigimos al Padre, en primer lugar, hablando de las cosas de ÉL, las cosas del Reino: " Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre y venga a nosotros tu Reino ".Después, nos dirigimos al Padre, pidiendo por nuestras necesidades: "Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a quien nos ofenden; y no nos dejes caer en la tentación, más líbranos del mal."Es una oración sencilla, en la que nos dirigimos al Padre a sus cosas, las cosas del Reino; y a las cosas que necesitamos, con confianza de hijos. ¡Debemos ser hombres y mujeres de oración!

Tu hermano
Monseñor Jonas Abib 
Fundador de la Comunidad Canción Nueva
Adaptación del original en portugués


En camino

Si la vida fuera una obra de teatro o un videojuego estaría acotada por un tiempo preciso, un comienzo y un final donde se baja el telón o alguien gana la partida. Pero la vida mide otros tiempos, no con los tiempos del teatro o del videojuego; la vida se juega en tiempos parecidos al corazón de Dios; a veces se avanza, otras se retrocede, se ensayan e intentan caminos, se cambian. La indecisión pareciera que nace del miedo a que caiga el telón, a que el cronómetro me deje fuera de la partida, o a que no pueda pasar de nivel en el juego. En cambio, la vida es siempre caminar, la vida se hace en camino, no está parada; la vida es siempre un caminar buscando la dirección correcta, sin miedo a volver si me equivoqué. Lo más peligroso es confundir el camino con un laberinto: ese andar dando vueltas por la vida, sobre sí mismos, sin atinar por el camino que conduce hacia adelante. Por favor, no seáis jóvenes de laberinto, del cual es difícil salir, sino jóvenes en camino. ¡Nada de laberinto, sino en camino!

Santo Padre Francisco
Lituania - Encuentro con jóvenes


Puerta de la Aurora

Que al contemplar los misterios del rosario le pidamos ser una comunidad que sabe anunciar a Cristo Jesús, nuestra esperanza, a fin de construir una patria que sabe acoger a todos, que recibe de la Virgen Madre los dones del diálogo y la paciencia, de la cercanía y la acogida que ama, perdona y no condena (cf. Exhort. ap. Evangelii gaudium, 165); una patria que elige construir puentes y no muros, que prefiere la misericordia y no el juicio. 

Santo Padre Francisco
Santuario Mater Misericordiae


Meditación: Lucas 9, 18-22

Es necesario que el Hijo del hombre sufra mucho.
Lucas 9, 22

Habiendo relatado las obras de Jesús en Galilea, San Lucas se concentra en el sufrimiento y rechazo que esperaban a Jesús en Jerusalén. Cuando el Señor preguntó a los discípulos quién decía la gente que era él, ellos dijeron lo que habían oído de la multitud. Entonces, Jesús les preguntó: “Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?” No bastaba saber lo que decían los demás; ellos mismos tenían que decir quién era él para ellos.

Pedro, respondiendo por todos, dijo que Jesús era el Cristo, “el Mesías de Dios.” Aunque la respuesta de Pedro fue claramente correcta, Jesús les encomendó guardar silencio. En el Antiguo Testamento, el Mesías debía salvar al pueblo de Dios de sus enemigos y restituir su heredad. Jesús era el Mesías prometido y enviado por Dios para liberar a todos de sus enemigos, para hablar y realizar obras con la autoridad de Dios y hacer sentir su presencia en medio del pueblo. Pero mientras los discípulos no entendieran el sufrimiento y la muerte de Jesús, no estarían en condiciones de hablar acerca de él.

De modo que, en lugar de darse a conocer como Mesías, Jesús prefirió usar el enigmático título de “Hijo del hombre”. En el Antiguo Testamento, este título fue usado tanto para hacer resaltar la condición humilde del ser humano (Salmo 11, 4), como para referirse, en los escritos apocalípticos, a Aquel que se identificaría perfectamente con Dios, es decir, uno investido de gloria y poder celestial y digno de ser venerado (Daniel 7, 13-14). Usando este título, Jesús daba a conocer su propia naturaleza divina y rechazaba al mismo tiempo la idea del poder pasajero y la gloria mundana que la gente le atribuía al título de “Mesías”.

Jesús sabía que tenía que aceptar la cruz y que su gloria provendría de su propia sumisión incondicional a la voluntad de su Padre. Nosotros, los discípulos de Cristo, también necesitamos esta perspectiva celestial y reconocer que el Reino de Dios quedó establecido gracias al sacrificio de la cruz. Querido lector, nosotros también debemos aceptar la cruz como él lo hizo, dejando que ella dé muerte a nuestros deseos egoístas para que podamos hacer la voluntad de Dios.
“Espíritu Santo, enséñame a conocer íntimamente a Jesús, mi Señor y Salvador. Abre mi entendimiento para llegar a comprender el verdadero significado de la cruz, y ayúdame a aceptarla de todo corazón.”
Eclesiastés 3, 1-11
Salmo 144(143), 1-4

fuente Devocionario Católico La Palabra con nosotros

Buen día, Espíritu Santo! 28092018


Novena a San Miguel Arcángel - Día 9

+ En el Nombre del Padre,
+Del Hijo y del
+Espíritu Santo. Amén

Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de los Ángeles, que Dios Nuestro Señor nos conceda la gracia de ser protegidos por ellos durante esta vida mortal, y nos guíen a la Gloria Eterna. Amén.
1 Padre Nuestro
3 Avemarías


Oración

Eterno Dios, te adoramos y bendecimos.
En tu maravillosa bondad, y con el misericordioso deseo
de salvar las almas,
has escogido al Glorioso Arcángel, San Miguel,
como Príncipe de tu Iglesia.
Humildemente te suplicamos, Padre Celestial,
que nos libres de nuestros enemigos.
En la hora de la muerte, no permitas que ningún espíritu maligno
se nos acerque, para perjudicar nuestras almas.
Dios y Señor Nuestro, guíanos por medio de nuestro Santo Patrono.
Envíalo para que nos conduzca a tu Divina Presencia y Majestad.
Lo pedimos por los méritos de Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.

+ En el Nombre del Padre,
Del Hijo y del Espíritu Santo. Amén


San Luis M G de Montfort en 15 frases - # 8


RESONAR DE LA PALABRA - Evangelio según San Lucas 9,18-22.

Evangelio según San Lucas 9,18-22.
Un día en que Jesús oraba a solas y sus discípulos estaban con él, les preguntó: "¿Quién dice la gente que soy yo?".Ellos le respondieron: "Unos dicen que eres Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, alguno de los antiguos profetas que ha resucitado"."Pero ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy yo?". Pedro, tomando la palabra, respondió: "Tú eres el Mesías de Dios".Y él les ordenó terminantemente que no lo dijeran a nadie."El Hijo del hombre, les dijo, debe sufrir mucho, ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser condenado a muerte y resucitar al tercer día".


RESONAR DE LA PALABRA

Hay tiempo para todo. Y es de sabios saber hacer cada cosa a su tiempo. Ya conté hace unos días la historia de san Francisco de Asís que, cuando envió a sus frailes a evangelizar a los musulmanes les dijo: “Evangelizad siempre. Hablad sólo cuando sea necesario.”

No hay que dudar que Jesús es el modelo del evangelizador. Los creyentes tenemos que mirar a él para saber cómo comportarnos. Pues bien, dedicó muy poco tiempo en su relación con los discípulos a meditaciones del tipo de la del evangelio de hoy. Jesús no se centra en conseguir que sus discípulos confiesen expresamente su fe. Tampoco suele pedir muchas precisiones teológicas a las personas con las que se encuentra. Él multiplica los panes, cura a los enfermos, libera a los endemoniados, ataca sin piedad a los fariseos y escribas que cargan a los demás con pesos insufribles, pero no exige a sus seguidores que se aprendan un catecismo entero, con sus preguntas y respuestas. Lo único que hace es estar con ellos, dejar que le acompañen, que vayan viendo y que vayan descubriendo su mensaje.

Hay veces que ni siquiera los apóstoles entienden a Jesús. El ejemplo de Pedro es palmario. En un momento determinado le tiene que decir con fuerza que se parte de él porque no ha entendido nada. Si tan cortos de entendederas eran los apóstoles, cuánto más los otros que se encontraban accidentalmente con él. Y sin embargo, a nadie echa de su compañía. A todos los acoge, les regala buenas palabras y les llena de esperanza.

Hoy podemos intentar responder a la pregunta que Jesús hace a sus discípulos. Quizá no nos salga una respuesta tan clara y contundente como la de Pedro. Quizá en el fondo no entendamos bien a este galileo ni su forma de comportarse. Quizá a veces nos parezca poco prudente o demasiado radical. Pero lo que tenemos que seguir escuchando es su invitación a seguirle, a estar con él, a escucharle. Aunque no respondamos perfectamente, aunque nuestra vida tampoco sea la traducción práctica de la respuesta perfecta, Jesús no nos expulsa de su lado. Tiene mucha paciencia. La que tuvo con todos los que se encontró. La que tuvo con los apóstoles. Nos da tiempo. Porque sabe que el amor de Dios terminará haciendo su trabajo y haciéndonos descubrir que el amor es lo único que vale verdaderamente la pena en nuestra vida.

CR

fuente del comentario CIUDAD REDONDA

COMPRENDIENDO LA PALABRA 280918


 «El Abandono es el fruto delicioso del amor»

«'Y yo cuando sea levando de la tierra, atraeré a todos hacia mí'. Decía esto para significar de qué muerte iba a morir.» (Jn 12,32-33)

Hay en la tierra 
un árbol maravilloso, 
cuya raíz  ,¡oh misterio!, 
se encuentra en el cielo...

     Acogido a su sombra, 
nada herirte podría; 
sin miedo a la tormenta, 
bajo él puedes descansar.

     El árbol inefable 
lleva por nombre «amor». 
Su fruto deleitable 
se llama «el abandono». 

     Ya en esta misma vida 
este fruto me felicidad da,
mi alma se recrea 
con su divino aroma.

     Al tocarlo mi mano, 
me parece un tesoro.
Al llevarlo a la boca, 
me parece más dulce todavía. 

     Un mar de paz me da 
ya en este mundo,
y en esta paz profunda 
descanso para siempre...

     Sólo el abandono me entrega
a tus brazos, ¡oh Jesús!
y es el que me hace vivir 
la vida de tus elegidos.

Santa Teresa del Niño Jesús (1873-1897)
carmelita descalza, doctora de la Iglesia
(Trad. ©Evangelizo.org)
Poesía 52

jueves, 27 de septiembre de 2018

Entrañas

Danos entrañas de misericordia
frente a toda miseria humana
Inspíranos el gesto y la palabra oportuna
frente al hermano solo y desamparado.
Ayúdanos a mostrarnos disponibles
ante quien se siente explotado y deprimido.
Que tu Iglesia, Señor, sea un recinto
de verdad y de amor, de libertad,
de justicia y de paz,
para que todos encuentren en ella´
un motivo para seguir esperando.
Que quienes te buscamos sepamos discernir
los signos de los tiempos
y crezcamos en fidelidad al Evangelio;
que nos preocupemos de compartir en el amor
las angustias y tristezas,
las alegrías y esperanzas
de todos los seres humanos,
y así les mostremos tu camino
de reconciliación, de perdón, de paz...

Tomado de las plegarias eucarísticias Vb y Vc


RECOMENZAR ES POSIBLE


Siento que el Señor nos quiere restaurar a partir de nuestra vida de oración. No es cuestión de orar y cumplir una series de obligaciones con relación a nuestra espiritualidad, sino un verdadero retomar la vida en oración. Una vida de relación personal con Dios. Una vida de intimidad con el Padre, con el Espíritu Santo, con María.No son simples palabras, presta atención: es intimidad, relación personal, es vida. Ahí está el secreto y la fuente de nuestro recomenzar. Si somos fieles, el recomenzar sucederá.Este recomenzar es muy simple: sólo tienes que buscar hacer todas las cosas con Dios, en Dios y para Dios. San Pablo nos recomienda: "Oren sin cesar" (1Tes 5,17). La oración es LO que nos mantiene conectados al corazón de Jesús.Orar sin cesar es mantener el corazón siempre abierto en diálogo con Dios, en cualquier lugar, en cualquier tiempo. ¡Vale la pena retomar nuestra vida de oración! 

Tu hermano,
Monseñor Jonas Abib 
Fundador de la Comunidad Canción Nueva 
Adaptación del original al portugues


LA LUZ DEL EVANGELIO


«En los últimos días he efectuado un viaje apostólico a Lituania, Letonia y Estonia, con motivo del centenario de la independencia de estos Países llamados Bálticos. Mi misión era anunciar de nuevo a esos pueblos la alegría del Evangelio y la revolución de la  ternura, de la misericordia, porque la libertad no es suficiente para dar sentido y plenitud a la vida sin el amor, amor que siempre viene de Dios. En las tres celebraciones eucarísticas – en Kaunas, Lituania, en Aglona, ​​Letonia, y en Tallin, Estonia – el santo pueblo fiel de Dios en su camino a esas tierras ha renovado su “sí” a Cristo nuestra esperanza; lo renovó con María, que siempre se muestra Madre de sus hijos, especialmente de los que  más sufren; lo renovó como pueblo elegido, sacerdotal y santo, en cuyo corazón Dios despierta la gracia del bautismo»

Francisco
Audiencia General 26-09-18
Viñeta: Leonan Faro

Novena de San Miguel - Día 8

+ En el Nombre del Padre,
+Del Hijo y del
+Espíritu Santo. Amén
Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de Los Arcángeles, que Dios Nuestro Señor nos conceda la gracia de la perseverancia final en la Fe, y en las buenas obras, y así nos lleve a la Gloria del Paraíso.Amén.
1 Padre Nuestro
3 Avemarías


Oración

Eterno Dios, te adoramos y bendecimos.
En tu maravillosa bondad, y con el misericordioso deseo
de salvar las almas,
has escogido al Glorioso Arcángel, San Miguel,
como Príncipe de tu Iglesia.
Humildemente te suplicamos, Padre Celestial,
que nos libres de nuestros enemigos.
En la hora de la muerte, no permitas que ningún espíritu maligno
se nos acerque, para perjudicar nuestras almas.
Dios y Señor Nuestro, guíanos por medio de nuestro Santo Patrono.
Envíalo para que nos conduzca a tu Divina Presencia y Majestad.
Lo pedimos por los méritos de Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.

+ En el Nombre del Padre,
Del Hijo y del Espíritu Santo. Amén



Meditación: Lucas 9, 7-9

Herodes… tenía curiosidad de ver a Jesús.
Lucas 9, 9

Los cristianos sufren oposición y persecución cuando predican la Palabra de Dios, algo que ha caracterizado siempre la proclamación del Evangelio; incluso hoy, muchos que llevan el mensaje de Cristo siguen siendo atacados y martirizados en diversas partes del mundo, especialmente en el Oriente.

El Rey Herodes no tenía la conciencia tranquila, tanto por sus actos de inmoralidad como por haber mandado matar a Juan el Bautista. Pero lo que oye decir acerca de Jesús, su predicación, las señales que realiza, su poder sobre los espíritus malignos y las curaciones milagrosas, le causan inquietud y molestia. Por eso quiere conocerlo, no para admirarlo, sino para neutralizarlo, porque en la persona de Cristo ve una amenaza para su propia seguridad. El que vive en la oscuridad no quiere salir a la luz porque teme que se descubran los actos de maldad e injusticia que comete a diario.

¿Por qué se siente amenazado Herodes? Porque la Palabra de Dios revela la condición espiritual del ser humano y le hace ver la necesidad de cambiar de vida, reconocer sus maldades y corregir su conducta. Esta fue precisamente la razón por la cual, no solo Herodes, sino las autoridades religiosas, los maestros de la ley y los fariseos rechazaban a Jesús. El poder prolongado casi siempre corrompe y la arrogancia se ve amenazada por la humildad de Cristo y de sus seguidores fieles.

Hoy la Iglesia se fortalece cuando predica el mensaje de Cristo con valentía y fidelidad. Cuando la Palabra de Dios se proclama con toda claridad y pureza produce fruto y realiza la obra para la cual ha sido pronunciada (Isaías 55, 11). En efecto, no se puede diluir el Evangelio por miedo a represalias ni para hacerlo más aceptable a la mentalidad del mundo. Cuando se presenta la verdad de Dios con amor, bajo la guía del Espíritu Santo, la gente reconoce a Jesús y encuentra la vida en él.

Recemos por nuestros obispos, sacerdotes y diáconos para que siempre prediquen la verdad del Evangelio sin rodeos, con claridad y con valentía, sin querer agradar a los hombres, sino a Dios, para que la luz de la verdad resplandezca desde el púlpito y alumbre a todas las personas, familias, comunidades y la Iglesia entera.
“Señor Jesucristo, renueva la unción del Espíritu Santo en tus ministros consagrados y concédeles una nueva fortaleza para que anuncien claramente el Evangelio de palabra y de obra.”
Eclesiastés 1, 2-11
Salmo 90(89), 3-6. 12-14. 17

fuente: Devocionario Católico La Palabra con nosotros

San Luis M G de Montfort en 15 frases - # 7


Lo que tú quieras

Señor,
como tú quieras, debe sucederme,
y como tú quieras, así quiero caminar,
ayúdame sólo a comprender tu voluntad.

Señor,
cuando tú quieras, entonces es el momento,
y cuando tú quieras, estoy preparado,
hoy y en toda la eternidad.

Señor,
lo que tú quieras, eso lo acepto,
y lo que tú quieras, es para mí ganancia,
basta con que yo sea tuyo.

Señor,
porque tú lo quieres, por eso es bueno,
y porque tú lo quieres, por eso tengo valor,
mi corazón descansa en tus manos.

Beato Rupert Meyer


RESONAR DE LA PALABRA - Evangelio según San Lucas 9,7-9.

Evangelio según San Lucas 9,7-9.
El tetrarca Herodes se enteró de todo lo que pasaba, y estaba muy desconcertado porque algunos decían: "Es Juan, que ha resucitado".Otros decían: "Es Elías, que se ha aparecido", y otros: "Es uno de los antiguos profetas que ha resucitado".Pero Herodes decía: "A Juan lo hice decapitar. Entonces, ¿quién es este del que oigo decir semejantes cosas?". Y trataba de verlo.

RESONAR DE LA PALABRA

Al menos Herodes mantenía la curiosidad, quería conocer a Jesús. La verdad es que su motivación no era demasiado buena ni sus intenciones muy caritativas. Su frase empieza con un “A Juan lo mandé decapitar yo.” Así que debía tener una manera un poco especial de tratar con las “novedades” que aparecían en su reino.

Lo nuestro no es una novedad. Lo nuestro es una tradición de más de veinte siglos. ¿O no? Tenía un profesor en teología que decía muchas veces que a los cristianos, a los seguidores de Jesús, Dios nos espera en el futuro, nunca en el pasado. Quizá eso forme parte del hecho de ser “seguidores”, que Jesús va por delante de nosotros y que no le alcanzamos nunca. Él va abriendo camino, desbrozando el terreno. Allí donde nosotros estamos convencidos de que es imposible, él nos abre un camino a la vida y a la esperanza. Así lo hizo con su resurrección. Y así lo hace tantas veces en nuestra vida.

La primera comunidad cristiana se vio obligada a buscar caminos nuevos. La novedad del Evangelio no cabía en el estrecho mundo judío. Descubrieron, aunque con algunas dificultades, que para ser cristiano no hacía falta ser judío. Más adelante, entraron en contacto con el mundo griego y romano y los padres de la Iglesia, los Santos Padres de los primeros siglos, no tuvieron problema en utilizar la lengua griega o latina para expresar el mensaje evangélico. No sólo utilizaron la lengua sino también la cultura, la filosofía, todo. Así llegó el Evangelio a lo que por entonces era “todo el mundo.”

Lo nuestro es una tradición que siempre se está rehaciendo, reinventando, porque lo fundamental no es mantener las formas de la tradición sino ser capaces de expresar lo fundamental de la tradición, el mensaje del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús, en todos los medios que sean necesarios para que todos lo escuchen, comprendan y tengan la posibilidad de acogerlo en sus corazones.

Por eso, cuando leemos la primera lectura, nos podemos decir a nosotros mismos que sí, que estamos en lo de siempre, que seguimos en el mismo empeño de los cristianos de todos los siglos, anunciar el Evangelio, pero que estamos llenos de esperanza porque Dios mismo es el que anima nuestro esfuerzo.

CR

fuente del comentario CIUDAD REDONDA

HERODES TENIA INTERÉS EN VERLE


«Herodes tenia interés en verle»

Dios está en todas partes, de manera total, inmensa. En todas partes está cercano tal como Él mismo da testimonio de ello : « Soy un Dios cercano, y no un Dios lejano » (Jr 23,23). El Dios que buscamos no es un Dios que esté lejos de nosotros. Lo tenemos entre nosotros. Habita en nosotros como el alma en el cuerpo si somos para Él, por lo menos, miembros sanos a quienes el pecado no ha muerto… « En Él, dice el apóstol Pablo, tenemos la vida, el movimiento y el ser » (Hch 17,28).

    Más, ¿quién podrá seguir al Altísimo hasta llegar a su ser inexpresable e incomprensible? ¿Quién escrutará las profundidades de Dios? ¿Quién se atreverá tratar sobre el origen eterno del universo? ¿Quién se gloriará de conocer al Dios infinito que lo llena todo, lo envuelve todo, lo penetra todo y lo sobrepasa todo, lo abraza todo y se esconde a todo, «a Él a quien nadie ha visto jamás » tal cual es ? (1Tm 6,16). Que nadie, pues, tenga la presunción de sondear la impenetrable profundidad de Dios, el qué, el cómo, y el por qué de su ser. Todo lo cual no se puede expresar, ni escrutar, ni penetrar. Cree simplemente, pero con fuerza, que Dios es tal como ha sido y tal como será porque en Él no hay cambios.

San Columbano (563-615)
monje, fundador de monasterios
Instrucción 1,2-4 ; PL 80, 231-232

miércoles, 26 de septiembre de 2018

¡NO PODEMOS DESANIMARNOS!


"En fin, mis hermanos, todo lo que es verdadero y noble, todo lo que es justo y puro, todo lo que es amable y digno de honra, todo lo que haya de virtuoso y merecedor de alabanza, debe ser el objeto de sus pensamientos." (Fil 4.8). Esto es lo que debe ocupar nuestros pensamientos: todo lo que es verdadero, lo que significa ser portador de la verdad, que trae la verdad y no la mentira .Todo y sólo lo que es noble, opuesto a lo que es bajo, todo y sólo lo que es justo, todo y sólo lo que es puro, que se opone al sucio, al "contaminado". Todo y sólo lo que es bueno, que proviene del amor, nunca del desamor; todo y sólo lo que es buena reputación .Presta atención, se trata de un ejercicio continuo . ¡No podemos desanimarnos! Todos podemos tener buenos pensamientos: la sabiduría es saber cultivar los pensamientos hablando bien de todos, pensando bien de todos y queriendo EL bien para todos.

Tu hermano,
Monseñor Jonas Abib 
Fundador de la Comunidad Canción Nueva
Adaptación del original al Portugues


Novena a San Miguel Arcángel - Día 7

+ En el Nombre del Padre,
+Del Hijo y del +Espíritu Santo. Amén

Por la intercesión de San Miguel y el Coro Celestial de los Principados, que Dios Nuestro Señor se digne llenar nuestras almas con el verdadero espíritu de obediencia. Amén.

1 Padre Nuestro
3 Avemarías

Oración

Eterno Dios, te adoramos y bendecimos.
En tu maravillosa bondad, y con el misericordioso deseo
de salvar las almas,
has escogido al Glorioso Arcángel, San Miguel,
como Príncipe de tu Iglesia.
Humildemente te suplicamos, Padre Celestial,
que nos libres de nuestros enemigos.
En la hora de la muerte, no permitas que ningún espíritu maligno
se nos acerque, para perjudicar nuestras almas.
Dios y Señor Nuestro, guíanos por medio de nuestro Santo Patrono.
Envíalo para que nos conduzca a tu Divina Presencia y Majestad.
Lo pedimos por los méritos de Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.

+ En el Nombre del Padre,
Del Hijo y del Espíritu Santo. Amén


Meditación: Lucas 9, 1-6

Ellos se pusieron en camino
Lucas 9, 6

Haz una pausa y piensa que estás entre los Doce Apóstoles mientras Jesús les otorga poder y autoridad para anunciar el Reino, expulsar demonios y curar enfermedades. Imagínate que el Señor te mira a los ojos y te dice: “Ve a proclamar el Reino de Dios y sanar a los enfermos. No lleves nada para comer ni para beber, ni ropa ni dinero.” Es posible que ante semejantes palabras, algunos de los presentes estén impacientes por partir de inmediato; pero tal vez otros estén pensando simplemente: Pero ¿cómo puedo hacerlo?

Mira cómo reaccionaron los Doce. Ellos no llevaron provisiones; posiblemente no tenían idea de cómo hacer lo que Jesús les había ordenado, y sin embargo, decidieron dar el primer paso. Lo que hicieron fue compartir su experiencia del amor de Dios, sanar a un enfermo y expulsar demonios. Por su parte, Dios les proveyó todo lo que necesitaban: palabras, sabiduría, poder.

Hermano, hoy Jesús te envía a ti de la misma manera en que envió a sus apóstoles. ¿No te sientes bien preparado? Posiblemente no; pero saberlo es un buen punto de partida. Los discípulos no estaban preparados, pero emprendieron decididamente el camino cuando Jesús les dijo: “¡Vayan!” Así que tú también puedes dar el primer paso y ver que Dios te da exactamente lo que necesitas para llevar a cabo tu misión.

Esto puede suceder de muchas maneras, pero veamos un solo ejemplo: Si escuchas que uno de tus amigos perdió el trabajo, te sientes sorprendido y lamentas el caso, así que decides rezar por él. Ese es el primer paso. Luego, un día te lo encuentras en el supermercado y te acercas a él. Le preguntas por su situación y notas lo desanimado que está. Se te viene un pensamiento: reza con él. Así que le preguntas si quiere rezar contigo. Tu amigo acepta y los dos rezan juntos para que pronto encuentre otro trabajo.

Es posible que en la mañana de ese día no te hayas imaginado que ibas a rezar con tu amigo en el supermercado; pero diste el primer paso y Dios te capacitó para hacer el resto. Así que no te preocupes si tienes o no lo que necesitas, solo decídete a dar el primer paso. El Señor te equipará con lo que te haga falta.
“Amado Jesús, no sé cómo ser tu mensajero, pero confío en que hoy estarás conmigo cuando yo dé el primer paso.”
Proverbios 30, 5-9
Salmo 119(118), 29. 72. 89. 101. 104. 163

fuente: Devocionario Católico La Palabra con nosotros

San Luis M G de Montfort en 15 frases - # 6


LOS ENVIÓ A PROCLAMAR EL REINO DE DIOS


“Los envió a proclamar el Reino de Dios”

Nuestra época, con la humanidad en movimiento y búsqueda, exige un nuevo impulso en la actividad misionera de la Iglesia. Los horizontes y las posibilidades de la misión se ensanchan, y nosotros los cristianos estamos llamados a la valentía apostólica, basada en la confianza en el Espíritu. ¡El es el protagonista de la misión!

    En la historia de la humanidad son numerosos los cambios periódicos que favorecen el dinamismo misionero. La Iglesia, guiada por el Espíritu, ha respondido siempre a ellos con generosidad y previsión. Los frutos no han faltado. (…)Se ha celebrado el milenario de la evangelización de la Rusia y de los pueblos eslavos y (…) el V Centenario de la evangelización de América. Asimismo se han conmemorado recientemente los centenarios de las primeras misiones en diversos Países de Asia, África y Oceanía. Hoy la Iglesia debe afrontar otros desafíos, proyectándose hacia nuevas fronteras, tanto en la primera misión “ad gentes”, como en la nueva evangelización de pueblos que han recibido ya el anuncio de Cristo. Hoy se pide a todos los cristianos, a las Iglesias particulares y a la Iglesia universal la misma valentía que movió a los misioneros del pasado y la misma disponibilidad para escuchar la voz del Espíritu.

San Juan Pablo II (1920-2005)
papa
Carta encíclica “Redemptoris missio”, §30

RESONAR DE LA PALABRA - Evangelio según San Lucas 9,1-6.

Evangelio según San Lucas 9,1-6.
Jesús convocó a los Doce y les dio poder y autoridad para expulsar a toda clase de demonios y para curar las enfermedades.Y los envió a proclamar el Reino de Dios y a sanar a los enfermos,diciéndoles: "No lleven nada para el camino, ni bastón, ni alforja, ni pan, ni dinero, ni tampoco dos túnicas cada uno.Permanezcan en la casa donde se alojen, hasta el momento de partir.Si no los reciben, al salir de esa ciudad sacudan hasta el polvo de sus pies, en testimonio contra ellos".Fueron entonces de pueblo en pueblo, anunciando la Buena Noticia y curando enfermos en todas partes.

RESONAR DE LA PALABRA

La misión, la gran misión, la única misión, de la Iglesia es evangelizar, anunciar a todo el mundo la buena nueva del Reino y dar testimonio del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús. Es la misión de todos los que forman la Iglesia. Atañe a todos por igual. Desde el cristiano de cualquier país africano hasta el de Japón o Canadá o Italia. Desde el laico hasta el obispo.

Por eso, cuando leemos el relato de aquella primera misión, algo nos tiembla por dentro. Jesús reúne a los Doce, les da poder sobre toda clases de demonios y los envía a proclamar el reino y a curar a los enfermos. Este texto nos dice con claridad que para los doce, y para la primera comunidad cristiana, la misión era también la primera razón de su existencia. Aquella comunidad, aquella iglesia, no era una secta cerrada sobre sí misma. Estaba abierta a todos los vientos, a todas las culturas, a todas las razas. Para que todos conociesen el mensaje de Jesús.

El evangelista Lucas, cuando escribió este texto, tenía muy presente la importancia clave de la misión evangelizadora para la iglesia. Por eso cuidó bien los detalles, las condiciones en que el evangelizador debe llevar adelante su misión de modo que no oculte el mensaje ni lo deforme. La primera condición es la pobreza. A la misión no le hacen falta adornos. Es más, le sobran. “Ni bastón, ni alforja, ni pan, ni dinero.” Hoy lo podríamos traducir por “ni ordenador, ni powerpoint, ni técnicas psicológicas, ni...” El reino se anuncia por sí mismo. El amor no se transmite mediante libros ni mediante sesudas reflexiones. El amor se transmite amando, haciendo que aquellos con los que nos encontramos sientan y experimenten el amor de Dios en nuestra forma de tratarlos. Ese es el punto de partida. Luego pueden venir los libros y los powerpoints. Pero ha de quedar claro que lo nuclear del mensaje se entrega de persona a persona, en el testimonio de vida, en el servicio desinteresado por el bien del otro.

El otro punto que no hay que olvidar: la buena nueva está marcada por la urgencia. El evangelizador tiene que llegar y ofrecer el mensaje. Y saber salir hacia otro lugar, cuando el mensaje no es bien recibido. Lo suyo es anunciar. Hay muchos que están esperando. Y continuamente hay que buscar los medios, los lenguajes, las iniciativas que hagan llegar la buena nueva a los que no la conocen.

Hoy tenemos que seguir evangelizando. Esa es nuestra misión. No olvidemos que lo fundamental es el testimonio de vida. Y que evangelizar es urgente porque hay muchos que están esperando.

CR

fuente del comentario CIUDAD REDONDA

martes, 25 de septiembre de 2018

Bendición irlandesa

Que los caminos se abran a tu encuentro,
que el sol brille sobre tu rostro,
que la lluvia caiga suave sobre tus campos,
que el viento sople siempre a tu espalda.

Que guardes en tu corazón con gratitud
el recuerdo precioso
de las cosas buenas de la vida.

Que todo don de Dios crezca en ti
y te ayude a llevar la alegría
a los corazones de cuantos amas.

Que tus ojos reflejen un brillo de amistad,
gracioso y generoso como el sol,
que sale entre las nubes
y calienta el mar tranquilo.

Que la fuerza de Dios te mantenga firme,
que los ojos de Dios te miren,
que los oídos de Dios te oigan,
que la Palabra de Dios te hable,
que la mano de Dios te proteja,
y que, hasta que volvamos a encontrarnos,
otro te tenga, y nos tenga a todos,
en la palma de su mano.