Dios nos ama de muchas maneras, desde la creación del mundo, a la encarnación de Cristo, pero ¡que Dios muera en la cruz se convirtió en un escándalo para los judíos, se volvió locura para los paganos, sin embargo, para nosotros es el poder salvador Dios. ¿Qué poder es ese?Es el poder de quien se humilla para vivir la profundidad de la humildad sumada al amor que salva, rescata y cura. Por eso todo aquel que mira al Cristo crucificado encuentra no sólo la cura física, encuentra en él la sanación del alma, de los sentimientos, porque lo que nos deja enfermos, enfermos y dañados, es la maldita soberbia, el orgullo y el egoísmo.Cuando miramos el despojamiento total de Dios, aprendemos a ser despojados, y el alma se va despidiendo de toda esa soberbia, de toda vanidad que nos envuelve; y encontramos en Cristo la razón de nuestra vida y el sentido de nuestra existencia.Cristo crucificado, nuestro Dios amado, sea alabado y exaltado en el misterio de la Santa Cruz.
P. Roger Araujo
adaptación del original en portugues
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