Haz silencio interior. Recupera la calma. Agradece un día más.
Recorre los momentos vividos desde el amanecer hasta ahora.
¿Cuál has sido el momento más importante? ¿Por qué? Trae al presente las sensaciones corporales, las emociones y las ideas de ese momento. ¿Cómo cierras el día? Apunta un propósito para mañana.
Dios te Salve, María...
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