Nosotros podríamos interrogarnos sobre nuestro modo de amar. Si es gratuito o “a condición de…”.
Deberíamos estar más atentos a nuestras palabras y acciones para saber si logran devolver la confianza a aquellos que han fracasado o si por el contrario los terminamos por hundir o humillar más aún. Nuestras palabras tienen la capacidad de edificar o desmoronar, de construir o derrumbar.
¿Cómo conversas? ¿Cómo son tus diálogos?
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