Necesitamos aprender de los fracasos, sin acallarlos.
No podemos vivir sólo pretendiendo alargar los buenos momentos, el fracaso y la frustración son parte necesaria de la vida.
Zaqueo acalló sus malas decisiones acumulando riqueza mal habida, y ganó muchas enemistades. Hasta que la mirada del Señor le transformó el corazón. Y desde la aceptación de su mal obrar, brotó la generosidad que lo llevará a construir nuevos vínculos.
¿Qué te dice la aceptación de Zaqueo para tu vida?
Apunta lo que descubras.
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