Los ojos son las ventanas del alma. A través de ellos vemos pero detrás de ese ver, apreciamos o ponemos en valor determinadas cosas.
Presta atención a cómo miras, en qué pones el énfasis cuando miras.
¿Recuerdas el pasaje en que Jesús va a comer a Casa de Simón y entra una pecadora pública? (cfr. Lc 7, 36-50). Contempla la escena y fíjate qué ve Jesús y que ve Simón en la mujer.
¿Qué resuena en ti?
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