«Las dos venidas de Cristo»
Anunciamos la venida de Cristo: pero no tan sólo su primera venida, sino una segunda venida todavía más esplendorosa. En efecto, la primera estuvo marcada con el signo de la paciencia, mientras que la segunda llevará la diadema de la realeza divina. En su primera venida estuvo envuelto en pañales y acostado en un pesebre; en la segunda «la luz le envuelve como un manto» (Sal 103:2). En la primera ha soportado la cruz y despreciado la vergüenza; en la segunda se acercará en gloria escoltado por un ejército de ángeles.
No basta con que ahora nos apoyemos en la primera venida; estamos aun esperando la segunda. Y después de haber dicho en la primera: «Bendito el que viene en nombre del Señor» (Mt 21:9), lo volveremos a decir en el momento de la segunda cuando iremos con los ángeles al encuentro del Señor para adorarle. El Señor vendrá, no para ser juzgado de nuevo, sino para juzgar a los que deben ser juzgados. Vino entonces para llevar a cabo la salvación y enseñar a los hombres por la persuasión; pero aquel día todo será sometido a su realeza.
obispo de Jerusalén, doctor de la Iglesia
Catequesis bautismal 15, 1-3; PG 33, 870-871
(Trad.©Evangelizo.org©)
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