jueves, 12 de febrero de 2015

¿Cómo hablar de alegría cuando estamos tristes?

¿Cómo hablar de alegría cuando estamos tristes, desanimados y sin esperanza?
Sé cuán difícil es cuando estamos sin fuerzas, que alguien nos pida estar alegres.
Para quien está sufriendo, pedir alegría es una misión casi imposible.
No debemos dejarnos entristecer, por el contrario, queremos que nuestra alegría vuelva.
La pregunta es ¿cómo?
¿Cómo reencontrar la paz perdida, la solución para un problema complicado? ¿Cómo perdonar a un amigo que nos decepcionó, cómo volver a la confianza después de una traición? ¿cómo no perder la fe en medio de las derrotas de la vida?

Muchas veces el resultado de la tristeza es una mente agitada en búsqueda de soluciones. Es como estar perdido en un laberinto buscando el camino seguro, pero se da cuenta que continúa en el mismo lugar.

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Al llegar en ese estado, se pueden tener varias consecuencias: una de ellas es alejarse de la presencia de Dios pues se tiene la sensación de que con la mente tan agitada es imposible rezar. Después nos vamos complicando aún más. Dejamos los sacramentos y permitimos que nuestro corazón se quede pesado, frío y amargo.

Impedimos que el amor suavice nuestros fardos y nos alejamos de las personas que realmente nos desean el bien, cambiamos a los amigos que nos fallaron por ‘nuevos amigos’ que creemos que son mejores. Cuando en realidad estamos escondiendo nuestras heridas y tristezas con ilusiones pasajeras. En vez de continuar buscando la salida del laberinto nos conformamos con vivir perdidos ahí adentro.

La primera actitud para recuperar nuestra alegría verdadera es tener el coraje de asumir la real condición del alma. Durante el Carnaval escondemos la tristeza por detrás de las fantasías, o sea en algo que no es real ni verdadero.

El segundo paso es permitir que el Amor vuelva a correr dentro de si mismo, ¿locura? ¡si! Pero solo el Amor nos enseña que es posible perdonar a quien nos hirió. Para nosotros, cristianos, ese Amor es una persona y tiene nombre: Jesús.

¿Ya te diste cuenta como hacemos de todo para salir de la fosa? vamos detrás de nuevas experiencias, buscamos otras personas para relacionarnos, vamos a fiestas, nos embriagamos, pero todo lo hacemos pensando que Dios nos va a quitar la alegría.
No lo buscamos.
Sin embargo Jesús nos dice: “Hasta ahora, no pedisteis nada en mi nombre. Pidan y recibirán para que vuestra alegría sea completa” (Jn 16,24).

¿Qué estás necesitando? ¿dónde necesitas ayuda?
Haz la experiencia ahora mismo de pedir a Jesús lo que necesitas, de entregarle tus dolores. Jesús que se encarnó para hacerse uno con la humanidad, sabe nuestras debilidades y tristezas, deja que El cure tu corazón y devuelva la verdadera alegría, alegría en perfección.

Magda Ishikawa
Misionera de la Comunidad Canción Nueva
Fuente Canción Nueva

1 comentario:

  1. Me gusta el articulo, es intresante ver el lado positivo de las cosas, pero si me tocara la primitiva , todo seria mas fácil.

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