miércoles, 25 de febrero de 2015

¿NECESITAMOS SER DEVOTOS DE LA VIRGEN MARÍA PARA SALVARNOS?

La devoción a la Santa Virgen es necesaria a todos los hombres para conseguir la salvación

Cuando leí el libro del Tratado de la Verdadera devoción a la Santísima Virgen, de San Luis Maria Grignion de Montfort, sobre la importancia de la Virgen Maria para la salvación de todos los hombres, confieso que me impresionó. Pensé en aquellos que abandonaron esa devoción y me di cuenta de la real importancia de la Santisima Maria en nuestra vida. Entonces, concluí: esto necesita ser divulgado.



Transcribo aqui algunos textos para que puedan ser más ampliamente conocidos. Además de eso, pretenden responder a las dos siguientes preguntas:

- ¿La devoción a Nuestra Señora es necesaria para la salvación?
– ¿Sin la devoción a Nuestra Señora podemos salvarnos?

He aqui lo que está escrito en el libro de Montfort en los ítem 40 al 42:

§ 1. La devoción a la Santa Virgen es necesaria para todos los hombres para alcanzar la salvación

40. El docto y piadoso Suárez, jesuita; el sabio y devoto Justo Lipsio, doctor de Lovaina, y muchos otros han demostrado con pruebas irrefutables, tomadas de los Padres -como San Agustín, San Efrén, diácono de Edesa; San Cirilo de Jerusalén, San Germán de Constantinopla, San Juan Damasceno, San Anselmo, San Bernardo, San Bernardino, Santo Tomás y San Buenaventura-, que la devoción a la Santísima Virgen es necesaria para la salvación, y que así como es señal infalible de reprobación -según lo han reconocido el mismo Ecolampadio y otros herejes- el no tener estima y amor a la Santísima Virgen, del mismo modo es signo infalible de predestinación el consagrarse a Ella y ser devoto suyo en verdad y plenitud total.

41. Las figuras y palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento lo prueban; n. El sentir y ejemplo de los santos lo confirma. La razón y la experiencia lo enseñan y demuestran. El demonio y sus secuaces, impelidos por la fuerza de la verdad, se han visto obligados a confesarlo muchas veces a pesar suyo.

.: ¿Cómo puede la Virgen Maria escuchar nuestras oraciones?

De todos los pasajes de los Santos Padres y doctores -de los cuales he elaborado una extensa colección para probar esta verdad-, presento solamente uno para no ser prolijo: “Ser devoto tuyo, ¡oh María! -dice San Juan Damasceno-, es un arma de salvación que Dios ofrece a los que quiere salvar”.

42. Podría referir aquí varias historias que comprueban esto. Entre otras: 1°, la que se cuenta en las crónicas de San Francisco36 : cuando vio en éxtasis una larga escalera que llegaba hasta el cielo y en cuya cima estaba la Santísima Virgen. Se le indicó que para llegar al cielo era necesario subir por dicha escalera; 2°, la que se refiere en las crónicas de Santo Domingo (Ver SAR 101-104): cerca de Carcasona, donde el Santo predicaba el Rosario, quince mil demonios que se habían apoderado de un desgraciado hereje se vieron forzados a confesar, con gran confusión suya, por mandato de la Santísima Virgen, muchas, grandes y consoladoras verdades referentes a la devoción a María, con tal fuerza y claridad, que por poco devoto que seas de la Santísima Virgen, no podrás leer esta auténtica historia y el panegírico que el demonio, a pesar suyo, hizo de esta devoción, sin derramar lágrimas de alegría.

Respuestas de los demonios, aún contra su voluntad

Cuando Santo Domingo estaba recitando el Rosario cerca de Carcasona, trajeron a su presencia un hereje que estaba poseído por el demonio. Consta que más de doce mil personas habían ido para escucharlo predicar. Los demonios que poseían a aquel infeliz fueron obligados a responder a las preguntas de Santo Domingo, con mucha verguenza. Ellos testimoniaron que:

1 – Habia quince mil de ellos en el cuerpo de ese pobre hombre, porque él atacó los cince misterios del Rosario

2 Continuaron diciendo que cuando Santo Domingo rezaba el Rosario imponía miedo y horror en las profundidades del infierno y que el era el hombre que ellos más odiaban en todo el mundo, debido a las almas que él arrancó de los demonios por medio de la devoción del Santo Rosario, revelaron también varias otras cosas.

.: María es aquella que aplasta la cabeza de la serpiente
Santo Domingo puso su Rosario alrededor del cuello del hereje y pidió que los demonios le dijesen a quien de todos los santos en el cielo, ellos le tenian más miedo, y quien por lo tanto debería ser el más amado y reverenciado por los hombres. En ese momento ellos soltaron un gemido inexprimible en el cual la mayoría de las personas cayeron al suelo desmayándose de miedo y ellos dijeron:

Domingo, te imploramos, por la pasión de Jesucristo y por los méritos de su Madre y de todos los santos, déjanos salir de este cuerpo sin que hablemos más, pues los ángeles responderán su pregunta en cualquier momento. San Domingo se arrodilló y rezó a Nuestra Señora para que ella forzase a los enemigos a proclamar la verdad completa y nada más que la verdad. No terminó de rezar y vio a la Santísima Virgen cerca de él rodeada por una multitud de ángeles. Ella tocó al hombre poseído con un cayado de oro que sostenía y dijo: “Responde a mi siervo Domingo inmediatamente. Entonces los demonios comenzaron a gritar:

“Oh, vos, que sois nuestra enemiga, nuestra ruina y nuestra destrucción,¿por qué descendiste de los cielos para torturarnos cruelmente? Oh abogada de los pecadores, vos que los quitas de las presas del infierno, vos que sois el camino correcto para los cielos, nosotros debemos con pesar decir toda la verdad y confesar frente a todos quien es la causa de nuestra verguenza y nuestra ruina? Pobres de nosotros, principes de la oscuridad: entonces escuchen bien, ustedes cristianos: la Madre de Jesucristo es todopoderosa y ella puede salvar a sus siervos de caer en el infierno. Ella es el sol que destruye la escuridad de nuestra astucia y sutileza. Es ella quien descubre nuestros planes ocultos, quiebra nuestras trampas y hace que nuestras tentaciones sean inútiles y sin efecto. Nosotros tenemos que decir, aunque renegando, que ni una alma que perseveró en su servicio fue condenada con nosotros, un simple suspiro que ella ofrece a la Santísima Trinidad es más precioso que todas las oraciones, deseos y aspiraciones de todos los santos.

Nosotros la tememos más que a todos los santos del cielo juntos y no tenemos ningún éxito con sus fieles siervos. Muchos cristianos que la invocan cuando están a la hora de la muerte y que serían condenados, de acuerdo con nuestros patrones ordinarios, son salvados por su intercesión. Si por lo menos esa María (en su furia la llamaban asi) no se hubiese opuesto a nuestros designios y esfuerzos, tendríamos conquistado la Iglesia y la tendríamos destruído hace mucho tiempo, y habríamos hecho que todas las órdenes de la Iglesia cayesen en el error y desorden.

Ahora que somos forzados a hablar, también te diremos esto: nadie que persevera en su oración del Rosario será condenado, porque ella obtiene para sus siervos la gracia de la verdadera contricción por sus pecados y por medio de esto, ellos obtienen el perdón y la misericordia de Dios.


Fuente: portal Canción Nueva en español

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