El Señor tuvo piedad de ti. Ahora, agradécele por todo, especialmente por haberte elegido como amigo.

El Señor tuvo piedad de ti. Ahora, agradécele por todo, especialmente por haberte elegido como amigo. Ten paciencia, querido hijo, y cuando te sosiegues podrás verte a ti mismo y a los demás bajo la luz correcta. De momento, todo lo ves con una luz que no es verdadera, porque es lo que te muestra el maligno.
No condenes a nadie. Obedece a los más grandes y ejecuta lo que se te pida, sin quejarte. Si te queda tiempo libre, lee, con espíritu de oración, el salterio y el Evangelio. Esfuérzate en hacer con dedicación, con todo tu corazón, la “Oración de Jesús”. (Piadoso Nikón Vorobiev, Epístolas a sus hijos espirituales)
(Traducido de: Akedia, faţa duhovnicească a deprimării – Cauze şi remedii, traducere din limba rusă de Adrian Tănăsescu-Vlas, Editura Sophia. Cartea Ortodoxă, Bucureşti, 2010, pp. 194-195)
Traducción y adaptación: Jose David Menchu
Fuente: Când te vei linişti, vei putea să te vezi în lumina corectă pe tine însăţi şi pe cei din jur
Foto: Silviu Cluci
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