Señor y Dios nuestro,
Que Tu Mano Poderosa,
la que sostiene al pequeño y al débil,
la que modela corazones,
la que se ayudó a Moisés y al mar lo dividió en dos
Ésa Mano, ese Brazo Poderoso,
nos acompañe hoy y siempre y,
a través de ella, sintamos Tu paz y serenidad;
Que nada nos robe la esperanza;
¡Contigo somos victoriosos!
Que nada nos robe la paz,
¡Contigo somos mansos!
Que nada nos robe la fe,
¡Por Ti somos herederos!
Y danos Espíritu Santo!
Lo esperamos, los deseamos,
¡Amen!
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