No es posible entrar a la vida en Cristo, dice el Señor, sino a través de muchas pruebas (tentaciones).
No es posible entrar a la vida en Cristo, dice el Señor, sino a través de muchas pruebas (tentaciones), por medio de una larga repetición de ejercicios o sacrificios y siendo pacientes ante las ofensas e insultos. Sólo así es posible entrar en el Reino de los Cielos. Para esto es necesario un entrenamiento constante. Por ejemplo, el herrero toma el metal, lo pone al fuego unos minutos, lo saca y lo martilla con fuerza; luego lo mete nuevamente en el fuego, hasta que, ya maleable, puede transformarlo en una hermosa vasija, útil para su propietario. Lo mismo sucede con la cera, rígida en frío. Pero, una vez sometida al fuego, empieza a ablandarse y se vuelve dúctil, lista para tomar la forma deseada o ser utilizada como sello.
(Traducido de: Sfântul Macarie Egipteanul, 21 de cuvântări despre mântuire, Editura Anastasia, București, 2001) - Fuente: Doxologia
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