Implora la bendición de Dios, la gracia de Él sobre tu casa, sobre tu familia; no dejes que ninguno de ellos perezca por el mal; Invoca el bien sobre ellos. Aunque en tu casa existan personas que puedan rechazar o sigan siendo indiferentes a la Palabra de Dios, anímate y sé el portador de la gracia, el portador de la bendición, sé allí, ese canal que disipe las fuerzas del mal allí donde éste quiera llegar o llamar a la puerta.
p. Roger Araujo CN
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