miércoles, 27 de abril de 2016

Experiencia de Avivamiento - Día 32


Comencemos nuestra experiencia...

+ En el Nombre del Padre,
+ del Hijo
+ y del Espíritu Santo. Amén.

Ven, Espíritu Santo,
llena los corazones de Tus fieles y enciende en ellos el Fuego de Tu Amor.
Envía, Señor Tu Espíritu,
todo será creado y renovarás la faz de la tierra.

Oremos:
Oh Dios, que instruiste los corazones de Tus fieles con la luz del Espíritu Santo,
haz que apreciemos rectamente todas las cosas,
según Tu Santo Espíritu
y gocemos de Sus consuelos,
Por Cristo Nuestro Señor.
¡Amén!

Te pedimos, Señor, que esta Palabra se vuelva viva y eficaz
en nuestra vida y no vuelva a Tí, Señor sin producir en nosotros el efecto esperado.

Lucas 7, 30
"Pero los fariseos y los doctores de la Ley rechazaron ser bautizados por Juan y despreciaron los proyectos de Dios respecto de ellos".
Este versículo del Evangelio nos despierta a algo de suma importancia: ¿podemos despreciar, como esos fariseos y doctores de la Ley los planes de Dios sobre nosotros? Ellos era conocedores de la Ley y de la Palabra, pero habían creado un mesías según la cabeza de ellos y no según el corazón de Dios. Era un mesías ídolo y no el mesías pensado y deseado por el Padre. El desprecio por el plan de Dios fue tan grande, que fueron capaces de crucificar al Mesías, Jesús. Necesitamos cuidarnos, pues podemos hacer lo mismo, o sea, proyectar en nuestra cabeza un falso dios, encontrando que estamos adorando al Dios Verdadero y Santo, y adorar un ídolo creado por nuestra cabeza humana.
A medida que ese Dios cabe en mi cabeza, El deja de ser Dios y pasa a ser un ídolo. No conseguiremos conocer todo de Dios, experimentar todo lo que El tiene para nosotros, y, muchas veces, no Lo entenderemos en ciertas situaciones, en las que El no interviene, no cambia, ni hace lo que esperábamos que hiciese. 
La confianza en Dios necesita estar mucho más allá de lo que el hace o deja de hacer, debe estar en Dios que sabe lo que es mejor para Su pueblo. 
No dudes, no cuestiones a Dios, no te reveles cuando Él no hace lo que vos querés, más bien debes saber someterte a la grandiosidad, omnipotencia, omnisciencia de Dios que todo sabe y puede y tiene lo mejor para cada uno de nosotros.
El conquistó, para nosotros, el Cielo.
El Padre envió a Su Hijo, Jesús, para salvar a los fariseos y doctores, y con todo, ellos no lo escogieron, querían solamente un mesías político que los liberase de la opresión del Imperio Romano, querían un mesías que no los retirase de aquella religiosidad infecunda que vivían, o que no los incomodase en aquello que aprovechaban de los beneficios de la religión: status social, respeto y retorno financiero. Despreciaron, así, los planes de Dios respecto de ellos.
Miremos nuestra vida y tengamos el coraje de desterrar todo aquello que puede colocarnos en la misma condición, de desprecio de los planes de Dios a nuestro respeto. Estemos atentos, pues El quiere sacarnos de la comodidad, de la esterilidad espiritual, de todo lo que no nos edifica y nos aparta del Señor.
Ellos rechazaron el bautismo de Juan, y nosotros, igualmente, podemos renegar el bautismo de Jesús y Su salvación.
Estemos vigilantes, tengamos el coraje de someternos al Señor y a Su voluntad, pues de esa manera, conseguiremos acoger los planes de Dios a nuestro respeto.

Mortificación
Somete tus planes, proyectos y sueños a Dios. En oración, dile que quieres ejecutar esos planes y proyectos y vivir esos sueños.

Oración de clamor
Señor, confieso que es aterrador tomar conciencia de que puedo despreciar Tus planes respecto a mi, por lo tanto, este conocimiento me lleva a un constante estado de vigilancia, pues, desde el fondo de mi corazón, quiero decir que deseo vivir Tus planes.
Algo que puede apartarme de ellos es la tendencia que traigo de querer hacer mi voluntad y no la Tuya.
Ahora quiero renunciar a mis voluntades para hacer Tu voluntad, quiero colocarme a Tus pies, postrado en adoración, y reconocer que Tu eres Dios, el Padre Todopoderoso, y tienes lo mejor para mi, mi vida y mi familia. Esto me ayuda a asumir y tomar posesión de Tu Santa voluntad. Quiero decirte, Señor, sea hecha Tu voluntad así en la tierra como en el Cielo. No me dejes desviar de Tus caminos, no permitas que rechace y frustre Tus planes, quiero siempre corresponder con este amor incondicional y fiel, acogiendo todo aquello que tienes para mi.
Asumo mi condición de bautizado y quiero vivir como tal, soy hijo amado de Dios.
Cuando no entienda, voy a confiar;
cuando esté todo oscuro y la tentación venga, voy a seguir en Tu Luz, quiero vivir y acoger todo aquello que tienes para mi.
Sólo quiero una cosa: acoger todos los planes del Señor para conmigo.
Ayúdame, Espíritu Santo, en este camino exigente!
Quiero por Tu poder ser fiel y aceptar que no todo conseguiré entender, pero por la fe continuaré siguiendo hacia el frente, porque Tú Señor tienes reservado lo mejor para mi, independientemente de las ocasiones actuales, yo doy mi consentimiento de fe: creo y quiero ser fiel hasta el fin.
Gracias, Señor, por darme una nueva chance, muchas gracias por tanto amor y misericordia. 
No voy a desistir, Señor, voy a estar siempre a Tu lado.
Dame Tu Espíritu Santo para que El me lleve a vivir y cumplir Tus planes y proyectos para mi vida.
Amén.
Aleluia!
Gloria a Dios!

Deja al Espíritu Santo llevarte a la experiencia de un gran clamor para,
entonces, poder revelar lo que el tiene para tu vida.
Ora todo lo que puedas en lenguas.

Sobre la base de "Profecia do Avivamento"
p. Roger Luis - Canção Nova.
Adaptación de textos originales en português.

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