sábado, 23 de abril de 2016

Experiencia del avivamiento - Día 29


Comencemos nuestra experiencia...
+ En el Nombre del Padre,
+ del Hijo
+ y del Espíritu Santo. Amén.

Ven, Espíritu Santo,
llena los corazones de Tus fieles y enciende en ellos el Fuego de Tu Amor.
Envía, Señor Tu Espíritu,
todo será creado y renovarás la faz de la tierra.

Oremos:
Oh Dios, que instruiste los corazones de Tus fieles con la luz del Espíritu Santo,
haz que apreciemos rectamente todas las cosas,
según Tu Santo Espíritu
y gocemos de Sus consuelos,
Por Cristo Nuestro Señor.
¡Amén!

Te pedimos, Señor, que esta Palabra se vuelva viva y eficaz
en nuestra vida y no vuelva a Tí, Señor sin producir en nosotros el efecto esperado.

Salmo 2, 8
"¡Pídeme y te daré como herencia las naciones, y como tu posesión los confines de la tierra".
Esta es la invitación que el Señor nos hace: que tengamos la osadía y el coraje de pedir las naciones. Todas las naciones pertenecen al Señor, por lo tanto, nuestro enemigo tiene ocupado un espacio dentro de la libertad que el hombre ha dado a él, y lo que hemos visto es un aumento de la violencia, corrupción, y todos los tipos de maldad que llegan a nuestro conocimiento por medio de los medios de comunicación; el hombre que se ha colocado en lugar de Dios y a aprobado leyes que son totalmente contrarias al proyecto de Dios, contra la vida, contra la familia.
Son tantos los escándalos en nuestro medio!
El Señor quiere renovar la faz de la tierra y espera de nosotros clamor, sumisión, rendición, penitencia, quebrantamiento y disposición de oración.
Lo que El nos indica, por medio del salmista, es que pidamos a Él y nos dará las naciones por herencia.
No podemos perder el tiempo, pues algo grandioso está para acontecer de parte del Señor, y tendrá proporciones mundiales. Necesitamos estar preparados, en nuestro lugar, y principalmente tener el coraje de ser osados en la oración y pedir las naciones.
No queramos poco, queramos las naciones, todos los pueblos de la tierra, rendidos al Señor Dios, viviendo en constante estado de avivamiento.
Los estadios serán pequeños para recibir tantos adoradores, multitudes se reunirán en las iglesias, en las calles, para escuchar la Palabra, millares de conversiones, milagros, sanaciones, liberaciones, cosas extraordinarias acontecerán.
Clamemos al Cielo por este nuevo tiempo de Dios, por este avivamiento, pidamos las naciones por herencia, tengamos pasión por las almas, oremos por los perdidos, por la conversión de los pecadores.
Solo Dios puede cambiar el rumbo de la historia.
Tengamos el coraje de pedir las naciones, pero tengamos también la osadía de ir a anunciar a Jesús y lo nuevo que el Espíritu Santo quiere realizar a través de todos los que el Señor envía.
Pidamos este coraje y esta osadía al Espíritu Santo y dejemos que el nos conduzca.
Dios nos da las naciones, a nosotros cabe la misión de ir a ellas y anunciar la "alegría del Evangelio", sea personalmente, sea colocando los dones que nos fueron dados por el Espíritu al servicio, sea en las redes sociales, sea en los medios que El nos da.
Tenemos libertad para pedir, tenemos libertad para actuar, apenas depende de nosotros. El Señor Dios espera que seamos atrevidos, intrépidos, llenos de parresía.
Y nosotros, ¿será que lo queremos realmente?

Mortificación
Ayune y reza en este día por la conversión de todos los pueblos, pidiendo a las naciones por herencia. Sal a evangelizar, usa las redes sociales para anunciar a Jesucristo y el poder del Espíritu Santo.

Oración de clamor
Señor, este es Tu llamado y yo me acojo y asumo ser un intercesor por la conversión de las naciones, por el cumplimiento de la profecía del avivamiento. Sé cuan pequeño soy para algo tan grande, pero sé que Tu Señor eres mayor que yo, eres mayor que todo. Quiero colocarme en ese estado constante de intercesión y quiero pedirte las naciones por herencia.
Sé que Tú quieres renovar la faz de la tierra, y quiero ver Tu poder actuando en todas las naciones.
Por eso, te pido, visita la faz de la tierra con el poder de Tu Espíritu Santo,
transforma a los poderosos de este mundo, alcanza a los parlamentos, las cámaras de diputados y senadores, y cambia el corazón de aquellos que legislan, que comience a crecer en medio de ellos el santo temor, y que se conviertan a Ti.
Visita con la fuerza de Tu Espíritu, a los que están perdidos en la prostitución, a los que están amarrados a los vicios, los que están seducidos por el poder, a aquellos que se apartaron de Ti, Señor y se perdieron por el camino.
Levanta a los profetas que cayeron, a los ministros que salieron de Tu presencia y están traicionando el llamado que un día Tú, Señor, les hiciste, visita a los líderes y haz que el avivamiento acontezca.
Creo que existe un proyecto y quiero ser parte de él; proyecto este que es de renovación espiritual, de avivamiento, de transformación. No tengo dudas, Señor, de que antes de Tu segunda venida, el derramar de Tú Espíritu vendrá como nunca antes sobre la faz de la tierra y seremos fortalecidos para, si fuese necesario, derramar nuestra propia sangre por amor a Tí y a la Iglesia.
Quiero a las naciones por herencia.
Heme aquí, me coloco en Tu presencia, úsame, llévame a los perdidos, llévame a las naciones para anunciar Tu amor y Tu Señorío.
Que yo use todos los medios que el Señor me dio para testimoniar quien eres Tú y para anunciar, para que el mundo oiga, que Jesús es nuestro Salvador.
Cuento con Tu auxilio y con Tu renovación, Espíritu Santo de Dios.
Amén.
Aleluia!
Gloria a Dios!

Deja al Espíritu Santo llevarte a la experiencia de un gran clamor para,
entonces, poder revelar lo que el tiene para tu vida.
Ora todo lo que puedas en lenguas.

Sobre la base de "Profecia do Avivamento"
p. Roger Luis - Canção Nova.
Adaptación de textos originales en português.


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