martes, 19 de abril de 2016

RESONAR DE LA PALABRA - 19 ABR 2016

Evangelio según San Juan 10,22-30. 
Se celebraba entonces en Jerusalén la fiesta de la Dedicación. Era invierno, y Jesús se paseaba por el Templo, en el Pórtico de Salomón. Los judíos lo rodearon y le preguntaron: "¿Hasta cuándo nos tendrás en suspenso? Si eres el Mesías, dilo abiertamente". Jesús les respondió: "Ya se lo dije, pero ustedes no lo creen. Las obras que hago en nombre de mi Padre dan testimonio de mí, pero ustedes no creen, porque no son de mis ovejas. Mis ovejas escuchan mi voz, yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy Vida eterna: ellas no perecerán jamás y nadie las arrebatará de mis manos. Mi Padre, que me las ha dado, es superior a todos y nadie puede arrebatar nada de las manos de mi Padre. El Padre y yo somos una sola cosa"

RESONAR DE LA PALABRA
Alejandro Carbajo, cmf
Queridos amigos, paz y bien.

Muchas veces, nuestra imagen de la Iglesia se limita a nuestra parroquia o, lo más, a nuestra diócesis. Cuando yo empecé en la vida religiosa, era lo máximo que imaginaba. Mi parroquia, mis grupos, mis jóvenes, mis… En teoría, todos sabemos que la Iglesia es católica, está extendida por todo el mundo. Pero eso no se refleja en nuestra mirada espiritual. Estamos habituados a hacer las cosas de una manera, por ejemplo, tomar la Comunión de rodillas, o en la mano, y nos parece extraño, incluso salvaje, que alguien lo haga de otra manera.

Por eso es útil visitar la Comunidad de Taizé, por ejemplo, o las Jornadas Mundiales de la Juventud, o lugares como Santiago de Compostela, Lourdes o Fátima, para para rezar junto con miles de personas de diversos lugares. Así se puede sentir que la Iglesia es católica, universal. De todos los colores, razas, etnias y opiniones.

¿Cómo sucedió esto? Los cristianos, dispersos por la persecución que tuvo lugar después de la muerte de Esteban, llegaron a Chipre y Antioquia. Hablaban de Cristo a los judíos, y algunos se adhirieron y comenzaron, a su vez, a predicar el Evangelio de Cristo. Y muchos creyeron y se convirtieron al Señor.

Esto es una señal clara de la acción del Espíritu Santo, que une a gente de diversas edades, culturas y posiciones políticas en el culto al Dios verdadero y único. La Iglesia unida y diversa a la vez. Nuestra unidad la da el Bautismo, que nos hace a todos miembros de una gran familia.

La próxima vez que vayas al templo, habla con alguien que te parezca extraño. Intenta sentir la unidad que da la misma fe. Si puedes participar en la liturgia de fieles de otra cultura, hazlo, para ver la riqueza de la diversidad de tradiciones cristianas. Haz algo concreto para fortificar la unidad entre los cristianos, y verás la acción del Espíritu Santo, que da vida a la Iglesia.

Señor Jesús, ayúdanos a aceptar las diferencias y reconocernos en tu único Cuerpo, la Iglesia.

fuente Ciudad Redonda

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