Muchas veces, las personas están tan enredadas en sus vidas, que no tienen el coraje de soltar todo y seguir a Jesús. Por eso no importa cuán malo eres, lo malo que has sido o continuas siendo en tu vida, debes entender que tienes que dar un paso hacia el Señor, porque más que tú querer, es Jesús quien quiere tu conversión.Más allá que existan personas muy malas, depravadas, existen también personas que son "buenas" porque no tienen grandes pecados y no cometen grandes errores en sus vidas. Pero ellas cometen "pequeños pecaditos" (aunque pecaditos, en realidad, no existen) y porque no se perciben malos, no roban, no matan, ni son como los bandidos y corruptos, tampoco van a Jesús. Por lo tanto, a menudo, la conversión de un "bueno" es muy difícil porque, por considerarse buena, no tiene el valor para convertirse en un cristiano en serio y tener su encuentro personal con el Señor.Para todos aquellos que tienen una vida errada y así como los de tu familia, que están lejos del Señor, digo: ¡no se desanimen! Recen mucho, pidan al Señor y sus oraciones tendrán efecto.Si ustedes pueden hablar, hablen; si pueden hacer, hagan todo lo que puedan por esa persona que necesita acercarse a Jesús. Lo mismo si ellas son alcohólicos, adictos, depresivos, no la desclasifiquen, pues, para Dios no existe "basura" ni siquiera la peor persona es basura. Si has hecho todo lo que podías y ya no puedes hablar porque la persona ya no soporta más oírlo, reza, porque Jesús está diciendo: “La voluntad del que me ha enviado es que yo no pierda ninguno de los que Él me dio, sino que lo resucite en el último día"(cfr. Juan 6,37-39). No desistas de nadie, pues Dios no desiste de nosotros.
Tu hermano,
Monseñor Jonas Abib
Fundador de la Comunidad Canción Nueva
Adaptación del original en portugués
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