miércoles, 20 de junio de 2012

No tengas miedo, cree solamente en Mi


El gran problema de las personas es que no saben vivir el presente, le es difícil discernir mientras que viven. La propuesta del PHN es creer en que
Dunga-Mentor del PHN
el hoy es todo lo que tenemos. A Dios no le interesa lo que hiciste antes o lo que hicieron contigo, lo que importa es que estas aquí. Jesús es especialista en trabajar nuestro hoy y te lo voy a probar con la Palabra.
La Biblia en Marcos 5 a partir del 21 nos dice: “Al llegar Jesús a la otra orilla, se le aglomeró mucha gente mientras él permanecía junto al lago. Entonces llegó uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo. Al ver a Jesús, se echó a sus pies y le suplicaba con insistencia, diciendo:
- Mi niña está agonizando; ven a poner las manos sobre ella para que sane y viva.
Jesús se fue con él. Mucha gente lo seguía y lo apretujaba. Una mujer que, padecía hemorragias desde hacía doce años, y que había sufrido mucho con los médicos, que había gastado todo lo que tenía sin provecho alguno y más bien había empeorado, oyó hablar de Jesús, se acercó por detrás entre la gente y tocó su manto. Pues se decía: “Si logro tocar aunque solo sea su manto, quedaré sana” Jesús se dio cuenta en seguida de la fuerza que había salido de él, se dio vuelta en medio de la gente y preguntó:
- ¿Quién ha tocado mi ropa?
Sus discípulos le contestaron:
- Ves que la gente te está apretujando ¿y preguntas quién te ha tocado?
Pero él miraba alrededor a ver si descubría a la que lo había tocado. La mujer, entonces, asustada y temblorosa, sabiendo lo que le había pasado, se acercó, se postró ante él y le conto toda la verdad.
Jesús le dijo:
- Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz estás liberada de tu mal”
¡Imagínate la desesperación de Jairo a lado de Jesús! ¡Su hija se estaba muriendo y él tenía que escuchar toda la verdad de esa mujer!
La Palabra continúa diciendo: “Todavía estaba hablando cuando llegaron unos de casa del jefe de la sinagoga diciendo:
- Tu hija ha muerto, no sigas molestando al Maestro”
Nuestra vida cambia a cada momento y Jesús tiene una palabra para cada uno de ellos. Por su afección, esa mujer llevaba 12 años sin que nadie la tocara, abrazara o besara; pero en un minuto, por la fe, su vida cambio totalmente. Por la fe en Cristo nuestros problemas tienen solución y podemos seguir nuestro camino como aquella mujer.
Ante un problema Jesús puede decirte: “No tengas miedo, cree solamente en mí” o bien “Tu fe te ha salvado, vete en paz”. Necesitamos ser valientes para escuchar cualquiera de los dos mensajes.
Se trata de descubrir su presencia cada mañana. Lo que tengas que vencer o soportar lo debes hacer por un día, solo un día. Cierta vez le preguntaron a Jesús su nombre y él respondió: “Yo soy el que soy”. Es claro: ¡Jesús es el presente!


Continuemos nuestra lectura, versículo 36:
“Pero Jesús, que oyó la noticia, dijo al jefe de la sinagoga:
- No temas; basta con que sigas creyendo.
Y solo permitió que lo acompañaran Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago.
Llegaron a la casa del jefe de la sinagoga y, al ver el tumulto, unos que lloraban y otros que daban grandes gritos, entró y les dijo:
- ¿Por qué este tumulto y estos llantos? La niña no ha muerto; está dormida.
Pero ellos se burlaban de él. Entonces Jesús echó fuera a todos, tomó consigo al padre de la niña, a la madre y a los que lo acompañaban, y entró a donde estaba la niña. La tomó de la mano y le dijo:
- Talitha kum (que significa: Niña, a ti te hablo, levántate).
La niña se levantó al instante y se puso a caminar, pues tenía doce años.
Ellos se quedaron totalmente admirados. Y él les mando con insistencia que nadie se enterara de lo sucedido, y les indicó que dieran de comer a la niña”.
Cuando la niña despertó Jesús le pidió que le dieran de comer y es que Él mismo es el alimento, un alimento que no acaba y que quiere llenar tu vida. El lugar que Dios escogió para vivir solo puede ser llenado por Él. ¡No podemos llenar el lugar de Dios con otra cosa!
La esperanza de Jairo es que su hija sobreviviera y esa también era su fe. Puede ser que muchos hayan intentado acabar con la tuya pero Jesús solo necesita una brecha para obrar. Un poquito del Señor ya llena toda nuestra vida, porque nuestra vida es nada ante él. En este día dale espacio para que obre, sin importar el tamaño de tu fe. Él no te juzga, tampoco ve el tamaño de tu fe sino la esperanza que hay en tu mirada.
Prédica durante el Encuentro PHN 2012, Paraguay
Dunga
Misionero de la Comunidad Canción Nueva – Mentor del PHN
fuente PORTAL EN ESPAÑOL CANCIÓN NUEVA

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