"Podemos convivir largos años con alguien sin conocerlo de hecho, en la sonrisa se conoce la apariencia, en la lágrima la esencia.Los apóstoles convivieron tres años con Jesús y hubiesen podido haber reconocido en Jesús al Mesías, al Verbo encarnado. Pero conocieron la apariencia de Jesús que hacía milagros y prodigios, que realizaba grandes predicaciones y que atraía a multitudes. Conocieron el éxito.Fue en la víspera del fracaso que Felipe dijo: "Muéstranos al Padre y eso nos basta!" y Jesús le dijo: "hace tres años que estoy con ustedes y aún no me conocen?".Así sucede también con muchas personas que conocemos en fiestas, en reuniones sociales, pero es sólo en el momento del dolor en que se verifica el verdadero amor."
p. Joaozinho
adaptación del original en portugues
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