Nuestra intercesión prepara el campo para la vuelta de Cristo. Ése es el papel de la Iglesia en estos últimos tiempos. Lo que Lúcifer no hizo, nosotros como Iglesia estamos haciendo: preparando la Tierra para el Reino de Jesús. El Padre quería que el Reino de los Cielos estuviera también en esta Tierra con toda su belleza.
Es verdad, tanto que cuando los apóstoles le pidieron a Jesús que le enseñara una oración como los maestros lo hacían en esa época, y como el propio Juan Bautista enseñaba a sus discípulos (Cf. Jn 11,1), Jesús les dijo: “Ustedes, por tanto, oren así: Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino; que se haga tu voluntad, así en la Tierra como en el Cielo” (Mt 6,9-10).
El Padre creó ésta Tierra para establecer en ella su Reino. Por lo tanto, lo que acontece hoy es una profanación, lo que nos lleva a entender el siguiente trecho de las Escrituras: “Pienso que los sufrimientos de este tiempo no tienen proporción con la gloria que ha de ser revelada en nosotros” (Rm 8,18).
Tu hermano,
Monseñor Jonas Abib
Fundador de la Comunidad Canción Nueva
Foto: Daniel Mafra/cancionnueva.com.es
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