Un sólo clamor surge en mis entrañas:
¡Ven, visítame y lléname de Ti!
Rompe cualquier neblina que aceche mis mañanas;
Que Tu alegría quiebre mis tristezas;
Que tu Agua Viva apague mis tibiezas.
¡Quiero alabarte y ser uno Contigo todo el día,
Que pueda agradarte, darte siempre y en todo el primer lugar!
¡Ven y manifiesta,
¿qué podemos hacer juntos hoy?
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