«Por nuestros hermanos que se han alejado de la fe, para que, a través de nuestra oración y el testimonio evangélico, puedan redescubrir la cercanía del Señor misericordioso y la belleza de la vida cristiana»
Hay una cuestión que nos involucra a todos, creyentes o no creyentes, y es que no estamos conformes con la sociedad que tenemos. Son innegable los progresos que hemos alcanzado en muchos ámbitos como, por ejemplo, la medicina, la ciencia, la política, la economía, etc., sin embargo, no nos gusta el grado de deshumanización al que hemos llegado.
El malestar salta a la vista. Muchas personas expresan que desean una nueva manera de vivir, una nueva sociedad, un mundo mejor. Pero, ¿quién está dispuesto a hacer la diferencia? ¿Quiénes son los que se animan a ser parte del cambio que anhelamos?
Ante esta realidad, los cristianos tenemos una pregunta que responder: ¿Somos los cristianos, como vos y como yo, agentes del cambio fundamental que necesita la sociedad y el mundo? ¿tenemos algo para aportar a nivel personal y eclesial a la sociedad? Éste es un cuestionamiento que toca el núcleo mismo de nuestra fe en Jesucristo y el poder transformador del Espíritu.
Debemos examinarnos con sinceridad, sin buscar culpables o responsables, si existe la posibilidad de que no hayamos entendido o asimilado lo suficientemente bien el mensaje de Jesús. Tal vez, sólo tal vez, nos hayamos quedado más de lo necesario en “disquisiciones teóricas” en lugar de ocuparnos en profundizar en el mensaje esencial de Jesús sobre su predicación del reino. Nos invitó a entrar en el reino para vivir en allí. ¿Qué implica? Dejarnos regir por la Buena Nueva. Vivir como hijos de un Padre común y como hermanos entre nosotros.
La sociedad y el mundo que vivimos no necesitan palabras, necesita nuestro testimonio de que es posible una sociedad más fraterna y humana, más solidaria y justa. ¿Podemos introducir los cristianos en la sociedad, con el testimonio nuestra vida, una alternativa de vida que quienes quieren una sociedad más justa, más fraterna, más solidaria y más humana? ¿Convenceremos a las personas con documentos cómo se debería vivir? ¿No necesitan, y nosotros también, hacer la experiencia de reflexionar para cambiar, transformar, modificar, nuestras actitudes y con ello instaurar una sociedad nueva? Tu testimonio de vida puede ser una instancia para aquellos que se han alejado de la fe descubran la belleza del mensaje cristiano.
Javier Rojas, SJ
Director Regional de la Red Mundial de Oración del Papa
Argentina-Uruguay-Paraguay
fuente Click to pray
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