viernes, 14 de julio de 2017

EL ARTE DE EMPATIZAR












Una de las experiencias más bellas en las relaciones humanas es cuando sientes, al hablar con una persona, que te escucha, te entiende, e incluso parece ponerse en tu lugar. Y, por el contrario, una de las experiencias más frustrantes es no entenderse con alguien, aun cuando hablemos el mismo idioma.
A través de la empatía nos ubicamos mucho más allá de quien pretende comprender lo que una persona intenta decir. Me sitúo en el umbral de su misterio, en la puerta de su alma, para que sea mi ser íntimo, quién escuche a su ser que se expresa. Cuando te sitúas ante los demás simplemente «siendo», sin ánimo de interpretar ningún papel o desempeñar algún rol, el ser del otro encuentra una puerta abierta para expresar su misterio con nitidez y belleza. La empatía anima al alma y la libera de temor al juicio para a envolver en las palabras adecuadas su misterio, que, por ser íntimo y personal, lleva siempre consigo un destello de timidez.
Para empatizar con los demás debemos estar plenamente presentes. Ésta es la primera condición. Libre de ego. ¿Puedo ser una persona más empática con los demás? ¿Puedo aprender a ser así?

Hay personas que son empáticas por naturaleza, sin embargo, es una actitud que también se puede aprender. En primer lugar, hay que renunciar a juzgar a los demás y no llevar registro de sus errores y equivocaciones. En segundo lugar, hay que optar por rescatar la bondad en el corazón de los demás y creer que, ayudando a forjar las condiciones adecuadas, la capacidad del otro se desarrollará. En tercer lugar, hay que captar al otro y percibir cuándo es mejor ayudar, y cuándo es mejor dejar que aprenda a partir de sus propias experiencias. No pretender ser indispensables para los demás ni buscar estar en el «centro de atención al cliente». En cuarto lugar, ayudar a los demás, sin buscar validación o aprobación, sino con la convicción interna que nace del discernimiento espiritual. Debemos evitar atosigar a con nuestra «ayuda» y liberarnos de la vorágine de resolver asuntos ajenos «sabiendo que no somos Dios».

Javier Rojas, SJ
Director Regional de la Red Mundial de Oración del Papa
Argentina-Uruguay-Paraguay
Fuente Click to pray

No hay comentarios:

Publicar un comentario