Con Jesús por la mañana.
“Jesús se sienta a comer con cualquiera. Su identidad consiste precisamente en no excluir a nadie. Su mesa está abierta a todos. No hace falta ser santo. No es necesario ser una mujer honesta para sentarse junto a Él. A nadie le exige previamente signo alguno de arrepentimiento. No se preocupa de que su mesa sea santa, sino acogedora” (José Antonio Pagola). En este viernes jornada mundial dedicada a orar por la intención del Papa, trata con amabilidad a quien amas menos y ora por todas las personas alejadas de la fe cristiana.
Con Jesús por la tarde.
“Jesús lo oyó y dijo: No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos. Vayan y aprendan lo que significa "misericordia quiero y no sacrificios": que no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores” (Mt. 9, 12-13). ¿Quién necesita tu perdón? Perdona a tu hermano y liberarás tu corazón de una pesada carga. Repite al ritmo de tu respiración: «Misericordia quiero no sacrificios» mientras trabajas el perdón y liberas a tu hermano y a ti.
Con Jesús por la noche.
Trae a las personas. Trae a la memoria a las personas que has encontrado hoy. ¿Cómo han sido esos encuentros? ¿Cómo fue tu acogida? ¿Reconoces que las personas son regalos que Dios te acerca cada día? ¿Qué has podido hacer por los demás? ¿Hay alguien que necesite una disculpa? Agradece el don de la vida en ti y en tus hermanos.
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