miércoles, 4 de octubre de 2017

¿Por qué eres tan pequeño de alma?

¿Por qué te entristeces? ¿Por qué te enojas? ¿Por qué sufres? ¿Por qué eres tan pequeño de alma? ¿Crees, acaso, que el Señor podría abandonarnos?










¿Por qué te entristeces? ¿Por qué te enojas? ¿Por qué sufres? ¿Por qué eres tan pequeño de alma? ¿Crees, acaso, que el Señor podría abandonarnos, cuando hacemos todo lo que debemos y lo que está en nuestras posibilidades hacer, es decir, si somos pacientes, si perseveramos, si le agradecemos a Él por todo? ¿Crees, acaso, que no habría de vencer la sabiduría de nuestro Señor, justo cuando las cosas amenazan con hacernos caer en la desesperanza? Entonces, hagamos todo lo que depende de nosotros y tengamos una fe pura, confiando en la fuerza del Protector de nuestras almas. Así, inevitablemente, Aquel que conoce mejor lo que nos es de provecho determinará las cosas de la forma debida, de acuerdo a Su voluntad y nuestra utilidad, para que recibamos la recompensa por nuestra paciencia y seamos dignos de Su amor a la humanidad.

(Traducido de: Sf. Ioan Gură de Aur, Omilii la Facere, omilia XXXII, IX, în PSB, vol. 21, p. 426)
Fuente Doxologia

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