viernes, 8 de abril de 2016

Experiencia del Avivamiento - Día 13


Comencemos nuestra experiencia...
+ En el Nombre del Padre,
+ del Hijo
+ y del Espíritu Santo. Amén.

Ven, Espíritu Santo,
llena los corazones de Tus fieles y enciende en ellos el Fuego de Tu Amor.
Envía, Señor Tu Espíritu,
todo será creado y renovarás la faz de la tierra.

Oremos:
Oh Dios, que instruiste los corazones de Tus fieles con la luz del Espíritu Santo,
haz que apreciemos rectamente todas las cosas,
según Tu Santo Espíritu
y gocemos de Sus consuelos,
Por Cristo Nuestro Señor.
¡Amén!

Te pedimos, Señor, que esta Palabra se vuelva viva y eficaz
en nuestra vida y no vuelva a Tí, Señor sin producir en nosotros el efecto esperado.
Profeta Jeremías 15,16
"Cuando se presentaban tus palabras, yo las devoraba,
tus palabras eran mi gozo y la alegría de mi corazón,
porque yo soy llamado con tu Nombre, Señor, Dios de los ejércitos.

El profeta Jeremías siempre pasó por momentos difíciles, debido a la dirección profética que Dios le indicaba, pues denunciaba a todo instante los pecados del pueblo y de los líderes. Esto producía muchas amenazas sobre la vida de él, rechazos, indiferencias y persecución.
Cuando Dios lo llamó, hizo una linda promesa: "Harán guerra contra tí, pero no te vencerán, porque estoy contigo para defenderte" (Jeremías 1,19)
él fue obediente a Dios, pero experimentó los sufrimientos propios del camino profético que siguió en nombre del Señor Dios. Y este trecho del capítulo quince nos trae un lindo testimonio de Jeremías, pues, en medio de las persecuciones, amenazas y dificultades, la Palabra de Dios le devolvía el placer y la alegría. En este sentido nosotros necesitamos abrirnos a esta experiencia, encontrar nuestras delicias y placer en la Palabra de Dios: fuente de liberación de la tristeza, del desánimo, de las dificultades que es la Palabra de Dios. ¡Cuántos testimonios tengo del fortalecimiento que la Palabra me trajo en momentos difíciles! Aprendí, con Monseñor Jonas Abib, a amar la Palabra y a tenerla como alimento diario.
Innumerables son los testimonios de personas con vicios de drogas y alcohol que se liberan de esos vicios por la lectura de la Sagrada Escritura.
¿Existen pecados que incomodan tu vida y tus pensamientos?
Comienza a leer con frecuencia la Palabra de Dios y verás la gran obra de sanación y liberación que sucederá. San Pablo en la carta a los Efesios, cuando habla del combate espiritual del cristiano dice que la Palabra es una "espada del Espíritu", es un arma de ataque y auxilio para vencer al diablo que ronda y tienta para desviarnos del camino del Señor.
En la carta a los Hebreos, vemos: "pues la Palabra de Dios es viva y eficaz y mas penetrante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta dividir alma y espíritu, articulaciones y médulas. Juzga los pensamientos y las intenciones del corazón" (Hebreos 4, 12) 
Jeremías testimonia que el contacto con la Palabra hizo que él nunca se olvidase de que era consagrado al Señor. Eso nos indica algo precioso: la Palabra no nos deja olvidar que somos cristianos bautizados, llamados a vivir la radicalidad y a tener una vida profética.
Que así sea en mi y en tu vida.
Amén. Aleluia.

Mortificación
Retoma el estudio bíblico y esfuérzate para que sea diario.
No te duermas sin leer la Biblia.

Oración de clamor

Señor, hoy vengo sinceramente a pedirte algo muy importante para mi caminar y para mi perseverancia en el camino de la vida eterna: ¡Amor a Tu Palabra!
Pido a Tu Espíritu Santo que me despiertes a esta gran necesidad,
es cuestión de vida o muerte.
No leer la Palabra todos los días es contribuir para que mi inmunidad espiritual baje
y yo quede vulnerable a las contaminaciones de este mundo, a lo que es viejo, a los vicios que,
todos los días, baten la puerta de mi corazón.

La falta de Palabra genera una especie de anemia espiritual que me coloca en riesgo,
por eso quiero ser un hombre de la Palabra, tenerla en la mente y en el corazón,
ponerla en práctica.
Ayúdame Espíritu Santo, a serte fiel hasta el fin; que se vuelve una práctica diaria,
que en los días en que esté sin inspiración, sin voluntad,
Tú, Señor, me despiertes, inspires y generes en mi hambre y sed de Tu Santa Palabra.

Espíritu Santo, necesito tener la mente y los pensamientos de Cristo, Sus acciones y reacciones,
para poder iluminar el mundo que yace en la tinieblas del pecado. Y solamente amparado por la Palabra conseguiré vivir esta experiencia. La Palabra del Señor no permite que yo tenga amnesia espiritual, olvidando quien realmente yo soy: un hijo amado de Dios, consagrado por el bautismo, profeta del avivamiento.
Quiero sentir alegría y placer en el corazón por la Santa Palabra de Dios.
Ven, Espíritu Santo, ven sobre mi, sobre mi mente,
sobre mi corazón, sobre mi voluntad,
y despiértame a la búsqueda incansable e incesante de la Palabra.
Amén!

Deja al Espíritu Santo llevarte a la experiencia de un gran clamor para,
entonces, poder revelar lo que el tiene para tu vida.
Ora todo lo que puedas en lenguas.

Sobre la base de "Profecia do Avivamento"
p. Roger Luis - Canção Nova.
Adaptación de textos originales en português.


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