(orando con La Palabra - Isaías 53,4)
Señor, exalto Tu Nombre de poder
Tú eres mi Dios único y verdadero,
de todo mi historia y de mi vida.
Me coloco delante de Ti, ahora, y derramo mi alma a tus pies.
Hace mucho tiempo quería estas así, junto a Ti.
Tu me acoges, me oyes y me amas.
Cuán lindo eres Tú Señor!
Hoy necesito de Tu Amor.
Vivo buscando, pero todo lo que quiero está en Ti.
No conseguía encontrarte, pues la ansiedad, la desesperación
y la prisa no me dejaban percibirte.
Pero ahora, en comunión Contigo y con los ojos de la fe,
consigo entender Tu Majestad sobre mi vida.
Esa fragilidad que se abate sobre mi vida hoy y todas sus consecuencias,
no tienen derecho sobre mi,
pues Tú Señor las recibes en Tu carne, como dice Isaías (cfr. 53,4)
"En verdad, El tomó sobre sí nuestras enfermedades y cargó con nuestros sufrimientos...
fuimos curados gracias a Tus llagas, Señor"
Yo hoy Señor tomo posesión de esas llagas en estas áreas de mi vida,
porque cuando Tú Señor estabas cargando todo el sufrimiento era por mi.
Tú Señor estabas curando y liberando en ese momento, porque para Tí, Señor,
no existe pasado ni futuro.
Creo y tomo posesión porque Tu Palabra es viva y Ella se actualiza en mi vida hoy.
Yo declaro que esa fragilidad, ese mal, no me pertenece más,
que estoy sana y libre por el poder de Tu Sangre derramada,
no por merecimiento, sino por Gracia y Misericordia Tuya, Señor.
Te alabo y te Bendigo.
Tú eres mi Salvador!
Amén
Autora: Nilza Helena Cosmo Catelan
Mães que Oram pelos Filhos
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