Con Jesús por la mañana.
"El trabajo es fundamental para no vivir con sensación de parásito. No tener trabajo corroe una de las dimensiones medulares de la existencia, no solo porque no se puede ganar el dinero suficiente para vivir, sino porque paraliza o elimina uno de los desafíos que nos van configurando como personas creadoras y resistentes. En el trabajo somos creadores, pero también afrontamos rutinas y cansancios en los que nuestro ser se fortalece y crece en su capacidad de darse a los demás" (B. González Buelta sj). ¡Trabaja con alegría y abandona la queja! Ofrece el día por la intención del mes.
Con Jesús por la tarde.
“Señor, ¿Quieres que mandemos caer fuego del cielo y los destruya? Pero se volvió hacia ellos y los reprendió (Lc 9, 54-55)”. ¿Sientes deseos de vengarte de quienes te ofenden o humillan? ¿Miras a los demás con ojos de misericordia? Repite al ritmo de tu respiración: “Señor, dame amar más a mis hermanos”, mientras actualizas el propósito del día.
Con Jesús por la noche.
Detente. Tómate un momento y sé consciente de lo que has vivido hoy. ¿Qué te llena de alegría? ¿Qué te hace perder la paz? ¿Dónde tienes puesto tu corazón? No se puede sentir plenitud interior si no sabemos hacia dónde va nuestra vida.
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