Evangelio según San Marcos 11,27-33
Y llegaron de nuevo a Jerusalén. Mientras Jesús caminaba por el Templo, los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos se acercaron a ély le dijeron: "¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿O quién te dio autoridad para hacerlo?".Jesús les respondió: "Yo también quiero hacerles una sola pregunta. Si me responden, les diré con qué autoridad hago estas cosas.Díganme: el bautismo de Juan, ¿venía del cielo o de los hombres?".Ellos se hacían este razonamiento: "Si contestamos: 'Del cielo', él nos dirá: '¿Por qué no creyeron en él?'.¿Diremos entonces: "De los hombres'?". Pero como temían al pueblo, porque todos consideraban que Juan había sido realmente un profeta,respondieron a Jesús: "No sabemos". Y él les respondió: "Yo tampoco les diré con qué autoridad hago estas cosas".
Querido amigo/a:
¿Quién te ha dado permiso para actuar así, para hacer lo que haces? ¿De qué vas? ¿Con qué autoridad haces eso? Son las increpaciones que le hacen a Jesús los que llenos de ira y envidia, lo rechazan frontalmente. Sin embargo, no consiguieron que Jesús claudicara de su misión ni dejara de hacer aquello por lo que había venido al mundo.
Que nadie coarte tu libertad, que nadie impida impida que puedas realizar tus mejores sueños, que nadie te quite la ilusión. Si tu actuar es bueno, si nace del amor, si es para el bien de los demás, aunque cuestione todos los sistemas y todas las tradiciones, es semilla del Reino de Dios. Jesús fue un hombre libre, nada ni nadie, como puedes observar en el evangelio de hoy, le impidió cumplir la voluntad de su Padre.
San Justino, el mártir que hoy recuerda la liturgia, también fue un hombre libre. nos cuenta que tuvo un largo camino filosófico de búsqueda de la verdad, luego del cual, llegó a la fe cristiana. Fundó una escuela en Roma, donde enseñaba gratuitamente a los alumnos en la nueva religión, considerada como la verdadera filosofía. En ella, de hecho, había encontrado la verdad y por tanto el arte de vivir de manera recta. Por este motivo fue denunciado y fue decapitado en torno al año 165,
Ser libre como tú Jesús, ser valiente, decidido, confiado; aunque nadie me entienda, aunque los míos no me comprendan, aunque no sea políticamente correcto, aunque sea motivo de burla o me señalen con el dedo. Quiero ser instrumento de tu amor para que a través mía puedas realizar tu sueño sobre este mundo. ¿Qué de qué voy? Voy de la voluntad del Padre.
Nuestro hermano en la fe:
Juan Lozano, cmf.
fuente del comentario CIUDAD REDONDA
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