Padre Bueno y Misericordioso,
en la mañana Tu auxilio y Bendición reclamamos;
Como un mendigo necesitado de toda protección,
Como un hijo reclama de su padre;
Tú eres el Santo.
Tú eres el Dios de Gloria y Majestad,
ante Tí toda rodilla se dobla,
porque Tu Nombre es Santo.
Tu Diestra tiene poder;
Que la promesa proclamada sobre Abraham nos alcance;
que Tu promesa proclamada sobre nosotros en el Bautismo nos despierte;
Que como Él, ante Tu Palabra hecha promesa nos volvamos fuertes en la fe,
que en todo te demos Gloria;
porque Tú eres capaz de hacer lo que prometes;
porque Tú eres un Dios de milagros,
porque en Ti podemos confiar, sumergirnos;
Contigo vencemos fácilmente,
porque nos amas y eres Nuestro Padre.
Amén!
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