viernes, 8 de abril de 2016

Buen día, Espíritu Santo

Padre Bueno,
Relajado nuestro cuerpo, acallados aún nuestros pensamientos,
Nuestra vida silenciosamente dice ¡Gracias!
Gracias por cuidarnos en la noche.
Por dejarnos descansar en el regazo de Tu Amor.
Tú eres Divina Protección,
Amorosa compañía, Consuelo y Fortaleza.
Para seguir tus caminos,
Para ser fieles a Tu Voluntad,
Porque nuestra fuerza es frágil:
¡Derrama Tu Espíritu Santo con Poder!
Sobre la creación que gime dolores de parto;
Sobre los que reconocemos Tu Señorío;
Sobre los que desconocen Tu Amor Providente;
Sobre nuestros enfermos, niños y ancianos;
Sobre los que están atribulados;
Sobre los que son perseguidos y maltratados,
Humillados y esclavizados.
Derrama Tu Espíritu Santo, y envía tus ángeles:
Los que desatan cadenas, los que rompen grilletes de esclavitud,
Los que protegen de toda acechanza,
Los que mueven al Buen Obrar.
Y en todo y sobre todo ¡danos un corazón humilde y agradecido!
Para amarte y glorificarte porque Tú, Padre Bueno,
Eres el Digno, el único digno de toda alabanza.

Amén!


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